Dulce Oscuridad ©

"Los borrachos nunca mienten."

Caminamos en silencio hacia el auto, todos veníamos pálidos y asustados, Justin venia más atrás que nosotros y parecía tenso.

No puedo creer que golpeara al chico que asustaba ahí dentro – susurro Carly en mi oído – era solo un juego – acoto.

Lo sé, solo... me asuste demasiado, pestañe y lo vi golpeándolo – dije frustrada.

Fue caliente – murmuro haciendo que elevara una ceja.

¿No lo odiabas? – pregunte graciosamente.

Si pero, uh, admitámoslo es muy caliente – dijo riendo.

Suspire mientras abría la puerta del auto y entraba seguida de los demás.

¿Dónde vamos ahora? – pregunto Ryan recuperándose del susto de hace un rato atrás.

Carly salto de su asiento emocionada porque había escuchado hablar sobre una fiesta de un chico del instituto.

¿Qué pasa Bro? – escuche que le dijo a Justin. Lo mire fijamente y el solo se encogió de hombros mientras soltaba el aire que llevaba dentro.

Vamos a la jodida fiesta – hablo con voz ronca.

La fiesta era en una alberca, lejos de la ciudad, había mucha gente y todos venían con disfraz. Se podía escuchar la música retumbando en todo el lugar.

Nos separamos todos, Cody siguió a un chico que andaba vestido de Batman, casi reí por eso.

Ryan se fue con Justin quienes se instalaron en el bar.

Y yo me quede con Carly en la pista de baile mientras los chicos no quitaban la mirada de nosotras.

Todos nos miran – le dije confundida.

Si bueno parecemos salidas de un prostíbulo – respondió mi mejor amiga.

Me costó asimilar las miradas que mantenían en nosotras pero poco a poco nos fuimos adaptando hasta soltarnos en la pista de baile.

Dios, amo esta canción – grito el chico con cabello rojo que estaba bailando conmigo en estos momentos.

No pude evitar sonreírle, hasta que me fije en la hora que marcaba su reloj.

Mierda.

4 AM.

Papa va a matarme.

Me tengo que ir – le grite para que me escuchara.

Y luego me dirigí hacia Carly quien bailaba muy cerca de Ryan.

¿Podrías llevarme a casa? – le pregunte en su oído vi como el asentía y salíamos los tres.

Espera, falta Justin – murmure preocupada.

Debe estar en la barra – respondió Ryan.

Me puse de puntillas y lo visualice estaba sentado en el mismo lugar de hace algunas horas, la diferencia es que varias chicas lo rodeaban mientras el solo fijaba su mirada en la cerveza que tenía su mano.

Camine hacia Justin y nuestras miradas se cruzaron pude ver como empezaba a sonreír perezosamente.

Justin tenemos que irnos – dije mientras empujaba a las chicas que tenía a su alrededor.

Les presento a mi chica – dijo torpemente Justin haciendo que todas las miradas femeninas se pusieran en mí y me sonrieran soñadoramente.

¿Qué mierda pasaba aquí?