Dulce Oscuridad ©

Fiesta.

La semana paso dolorosamente lenta, sin mi mejor amiga. Y Adam seguía insistiéndome sobre la fiesta de este sábado, no quería ir, pero él había hecho un gran esfuerzo, me había traído café por las mañanas. Si preguntan por Justin, no lo he vuelto a ver desde nuestro vergonzoso encuentro, de seguro le conto a todos sus amigos sobre lo idiota que soy y ahora se están riendo de mí.

¿Iras? - suplicando Adam. Odiaba verlo así.

Claro - sonreí, "claro que no" decía mi mente. Pero no le diría eso. Tengo un leve problema con decir que no a las personas.

El me mostro una gran sonrisa, y me abrazo, mientras repetía lo bien que lo pasaríamos

Eso esperaba.

¿Qué tal esto? - dije mientras le enseñaba un vestido, por webcam a Carly. Había rechazado unos diez.

Ugh, ni mi abuela usaría eso Emm - hablo mientras estornudaba.

Gracias por nada mejor amiga - suspire mientras caía rendida en la cama.

Revisa tu armario, al fondo - sonrió.

No hay nada más en mi arma... - fruncí el ceño, mientras veía una bolsa rosa. Al abrirla se dejó ver un hermoso vestido negro, mi mandíbula cayó al suelo. Era el vestido más hermoso del mundo.

¿Te gusta? Sabía que lo amarías, soy la mejor amiga del mundo entero - dijo alabándose a si misma.

Lo amo Carly. Es enserio. Lo amo. - respondí medio chillando.

Ve a probártelo y me mandas una foto con el - y con eso corto la video llamada.

Me quedaba corto, muy corto, pero se veía aún mejor puesto. Después de terminar de maquillarme y arreglarme el cabello, me saque una foto y se la envié a Carly. Me respondió casi al segundo con demasiados emojis.

Mírate. Te ves hermosa - dijo mi papa mientras veía algunos papeles que habían sobre su escritorio.

Te pareces tanto a tu mama - suspiro. Mi mama había muerto cuando yo nací, ella me dio su vida prácticamente. Le debía todo a ella.

Me acerque a papa y lo abrace, era el mejor padre del mundo. Sentía como mis ojos se ponían llorosos y en eso toco el timbre. Nos quedamos mirando y sonreímos el beso mi cabeza y susurro un; "diviértete."

Cuando abrí la puerta está un arreglado Adam, con una rosa. Odiaba las rosas.

Una rosa para otra rosa - sonrió casi orgulloso de sí mismo. Que original, valla.

La tome y le di un beso en la mejilla. Mi bolso estaba arriba asique le dije que esperara y así aprovechaba de botar la rosa.

La música estaba tan alta, que no podía pensar en nada más que bailar, había parejas bailando, conversando y besándose. Muchos chicos se acercaron y me saludaron, no era una chica anti-social pero tampoco alguien popular.

Lleva dos horas y me dolían los pies con estos tacones, no debí hacerle caso a Carly y a su dicho;

"Mientras más te duela, más lindo te queda."

Había perdido a Adam hace algunos minutos y tenía ganas de ir al baño. La casa era enorme, había pasado unos dos pasillos y todavía no encontraba en jodido baño, tendría que hacer pis en un florero.

Al fondo había una puerta de diferente color al de las demás. Tenía que ser el baño. Tire la manilla y me encontré con una imagen que me gustaría olvidar.

Justin estaba con una rubia en sus piernas, mientras ella le ponía sus tetas plásticas en la cara.

Él se percató que estaba allí, porque empujo a la rubia de su regazo y se venía acercándose hacia mí.

Todo lo que había encontrado hermoso en él, se había vuelto negro.

Yo...lo siento... no quería... Ustedes sigan lo que estén haciendo - dije mientras cerraba la puerta con fuerza.

Las ganas de ir al baño habían desaparecido. Y las ganas de salir de acá se habían vuelto más intensas.

Sentí como Justin abría la puerta y decía mi nombre entre todo este ruido. Lo ignore y seguí caminando escaleras abajo. Trate de buscar a Adam pero nada. Era como si la tierra se lo hubiera tragado.