"¡Quiero mi Oscar!"

9.6K 532 26
                                    



La mesera no te ha quitado los ojos de encima - murmure irritada, había traído la comida hace unos cinco minuto e intento coquetear con Justin nuevamente, consiguiendo nada.

Mmm... no me había dado cuenta - hablo mientras comía su sándwich.

Claro que no te diste cuenta - dije apenas en un susurro, Justin estaba acostumbrado a eso. Las chicas lo quedaban mirando donde fuera, no era algo raro, él era un dios griego. Cosa que pienso nunca decirle, su ego llegaría más allá de las nubes.

¿Estas celosa Kicks? - sonrió.

¿Yo? Para nada - no tenía celos de esa chica, pero no me importaría si la tierra se la llevara.

Debes saber que la única persona que quiero que me mire, es la que está sentada al frente mío - hablo mirándome fijamente.

No es gracioso Bieber - dije restándole importancia aunque mi corazón latía fuerte.

No estoy intentando ser gracioso - ya no tenía ninguna sonrisa en su rostro, estaba completamente serio.

Mi papa va a matarme - mire mi reloj, tratando de cambiar el tema de conversación.

Llámalo y dile que te quedaras con Carly - dijo mientras bebía agua.

No quiero molestar a Carly - sabía que probablemente mi mejor amiga estaba durmiendo soñando con Adam Levigne.

No te estoy diciendo que te quedes con Carly, solo llámalo y di eso - parecía algo simple solo había un problema.

¿Dónde dormiré? - le pregunte.

En mi casa - dijo como si fuera obvio.

¿Y en tu piso nuevamente? No gracias - a pesar que había despertado en su cama a la mañana siguiente.

Podrás dormir conmigo - respondió moviendo las cejas.

¿No te preocupa que valle a inventar más rumores sobre nosotros? - hable con voz enojada.

Todavía no se me olvidaba eso.

Eso fue estúpido, yo soy un estúpido - sonaba arrepentido.

¿Sabes quién los comenzó? - de seguro una de tus grupies, pensé.

Ashley, me lo conto todo... dijo que no lo quiso hacer de mala manera, solamente fue una broma - estaba segura que era esa perra, dios, si la viera ahora de seguro le arrancaría ese cabello teñido que tiene.

Tú.. y Ashley... ¿son?... - trate de sonar tranquila.

Amigos, solo eso - "follamigos" los llamaría yo.

Me disculpe con Justin diciéndole que iría al baño y aproveche de llamar a papa, no le gusto que me quedara con Carly pero después de decirle que era para un trabajo, acepto. Si solo supiera.

Cuando volví a la mesa vi a la mesera sentada en mi puesto hablando con Justin.

Me gane al lado de ella con los brazos cruzados, sentí la sonrisa de Justin. Idiota.

Así que tome coraje y dije.

Debería darte asco hablar con este chico, sabes que me contagio una enfermedad de transmisión sexual? - sentí como los ojos de la chica se agrandaban a igual que los de Justin.

Y... se metió con mi mama... - merecía un óscar, mi actuación era mejor que todas, hasta lagrimas me salían.

¡Queria mi Oscar!

No alcance a terminar cuando ya estábamos fuera del restaurant.

¿Qué fue eso? - estaba molesto.

¿Qué fue, que? - le batí las pestañas, pareciendo inocente.

Súbete a la moto antes de que de verdad te contagie una enfermedad de transmisión sexual - dijo con los dientes apretados.

Al llegar a casa de Justin, me di cuenta que sus padres nuevamente no estaban, lo cual era raro. Quería preguntarle por eso, pero sabía que no me contaría.

¿Tienes un juego o algo? - pregunte mientras bebía mi café.

Póker - se veía lindo con el pelo revuelto.

No se jugar - no sabía jugar nada en realidad.

Se me ocurre un juego, que tal strip póker - parecía emocionado.

Te dije que no se jugar - su sonrisa se agrando más.

¿Qué tal las 13 preguntas? - así podría saber más de él.

Eso es aburrido - murmuro haciendo pucheritos.

Y si mejor "strip question"? - dijo sonriendo nuevamente.

No lo conozco, de que trata? - le pregunte.

No lo conoces porque yo lo invente recién y trata de que tú me preguntas algo y te vas quitando alguna prenda que lleves puesta al igual que yo a ti - era un pervertido.

Pensé en no aceptar, pero luego me di cuenta lo mucho que queria preguntarle.

Acepto - murmure.

¿Enserio? - parecía incrédulo.

Estaba loca pero había aceptado.

Ya era hora de que comenzara el juego.

Dulce Oscuridad ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora