Dulce Oscuridad ©

Puentes y candados.

Mire como Justin caminaba esquivando a toda la gente que estaba, me senté en una banca cercana y termine de comer mi algodón ya no tan dulce de azúcar.

No quería seguirlo esta vez, él debía lidiar con su enojo solo.

Me pare arregle mi vestido y comencé a ver las demás atracciones que se hallaban.

Después de varios minutos sentí el olor de Justin detrás mío, el no dijo nada solo me siguió.

Blake llamo – hablo de repente.

¿Quién es Blake? – casi no se escuchaba mi voz por el ruido del lugar.

Mi entrenador... dijo que Jason se rompió el tobillo, tendré que reemplazarlo – explico.

¿A qué te refieres en reemplazarlo? ¿Nos tendremos que ir? – no me quería ir, habíamos estado solo un día y algunas horas.

Tendré que pelear, Emma. Y si, nos tendremos que ir, nuestro vuelo sale en cinco horas – parecía igual de frustrado que yo.

¿No puede simplemente otra persona reemplazarlo? – pregunte.

Hay una gran apuesta en esta pelea Emm, no cualquiera puede entrar en ese ring – me abrazo.

No quiero largarme de aquí, por primera vez en mi vida estoy completo y ahora soy un jodido estúpido. Siento arruinar esto... -comenzó a divulgar en mi oído.

Está bien, tienes que hacerlo – murmure tratando de sonreír.

Aunque hay una última cosa que quiero hacer acá en Paris – ahora parecía nervioso.

Ven, sígueme – tomo una de mis manos y la enlazo con la suya metiéndola en la cartera de su abrigo. Para darme calor, la noche estaba cayendo y hacia demasiado frio en las calles.

No recuerdo cuanto hemos caminado solo sé que mis pies duelen.

¿Falta mucho? – le pregunte acercándome más a él.

No, creo que ya llegamos  - respondió sonriendo.

Vi el lugar donde Justin me había llevado y quede confundida, era un puente.

¿Por qué me traía hacia un puente? ¿Acaso iba a matarme y luego tirarme hacia el agua que pasaba por debajo de este?

Esto, esto, es lindo – le sonreí para que no pensara lo asustada que estaba.

Metió su mano a su otro bolsillo y rogaba que no fuera un arma la que sacara.

Un candado.

Un candado con forma de corazón, parecía de color negro, no se distinguía muy bien debido a la oscuridad de la noche.

Luego entendí todo.

Justin me había traído al puente de las artes.

El gesto consiste en cerrar un candado en las rejas de las barandas del puente, el cual tiene escrito los nombres de la pareja o algún otro mensaje. Posteriormente la llave del candado es arrojada al río, simbolizando que el amor entre ambos será eterno.

Lo mire boquiabierta.

Es algo estúpido, lo sé, mama pensó que era bue – no lo deje acabar cuando tenía sus labios contra los míos, me aferre a él, trasmití todo lo que sentía en ese beso.

Fue apasionadamente largo, mientras sus manos estaban en mi cintura apretándome contra él. Podía sentir lo duro que estaba.

Para un chico que dice no ser romántico, me sorprendes – dije entrecortadamente.

El rio y me extendió la mano para que le pasara el candado. Había un pequeño faro en medio del puente lo que nos ayudó para poder colocarlo, juntos lo cerramos.

Saco otra llave.

Lo mire, parecía serio pero sus ojos mostraban otra cosa diferente.

Felicidad.

Vida.

¿Quieres darme el honor? – pregunto. Asentí, abrumada por todo esto.

Vi como el daba un impulso y tiraba la llave al mar.

Nos limitamos a mirar cómo se hundía y a sonreír.

Quizás, solo quizás, las cosas iban saliendo bien entre nosotros...hasta ahora.

Tome una bocanada de aire y me obligué a despedirme de parís.

Podría quedarme toda la noche observando esto – murmure contra su pecho.

Volveremos – beso mi frente.

Te lo prometo – susurro.

Había que retumbaba en el fondo de mi mente, cosas que se me olvidaron al momento de colgar el candado.

Como ¿Qué éramos? Nos comportábamos como novios, si, pero él nunca me lo ha pedido. Ni siquiera se si esta enamorado de mi o solo le gusto.

También ¿Qué pasara cuando todo esto llega a su fin? Nunca había creído en los cuentos de hadas, todo se terminaba en algún momento.

¿Qué pasaría con ese candado? ¿Me podría tirar hacia el agua y sacar la llave o solo se oxidara quedando en el olvido como muchos de los que deben estar aquí?

En ese momento odiaba mi mente que me hacia preocuparme de todo, cuestionarme cada paso que doy, me gustaría saber lo que estará pensando Justin en este momento, parecía tan sereno. Como si solo viviera el momento.

Eso era lo que yo debía hacer.