Dulce Oscuridad ©

Déjà vu.

Creo que no hay baños acá - murmuro, mirando hacia el alrededor.

Claro que no Bieber estamos en medio del bosque, pense.

Mi vejiga explotara - cruce las piernas.

Tú quieres ir al bosque? - parecía asustado.

Yo... eso estaría bien - me pare y vi como el me siguió.

No puedes ir conmigo, estaré bien, no me alejare - le di una de mis sonrisas.

Debes estar loca si crees que te dejare ir sola - espeto.

Quédate acá, yo vuelvo en unos segundo - bese su mejilla y comencé a caminar.

El bosque era frio y tenebroso, quizás Justin tenía razón, no debería haberme metido sola. Encontré un gran árbol y estaba a punto de bajarme los pantalones cuando escucho ramas crujir.

Mi cuerpo se entumeció, alguien estaba acá conmigo y sabía que no era Justin.

Sentí un aliento tras mío, trate de gritar pero una mano tapo mi boca.

Shhhh... - susurro alguien tras mío.

"por favor dios, que no me haga nada" rogaba muy dentro de mí.

Trate de huir pero solo me lleve una gran cachetada de parte de...

¿Adam? - pregunte incrédula, mi mejilla dolía.

Hola preciosa, veo que me recuerdas - paso su pulgar por mi rostro.

¿Qué-e haces? - apenas podía hablar.

Solo tomo lo que me pertenece- e introdujo su lengua en mi boca, lo empuje pero tomo mis muñecas sujetándome.

¡Yo no te pertenezco! - grite intentando escapar.

No sabía en qué lugar estaba, ni por donde salir.

Estaba jodidamente perdida.

Sabes, no quería llegar a esto pero - tiro de mi al piso y se ganó arriba mío.

Todavía tenía el sabor de su cerveza en mi garganta.

Debes dejarme ir - rogué.

¿Por qué yo haría eso? - pregunto.

Justin esta acá... el vendrá por mí - trate de quitármelo de encima.

¿Enserio? Yo lo vi hablando con una rubia luego que te fuiste, ¿raro no? - sonrío con ironía.

Sentí mi estómago caer.

Eso no es cierto - la inseguridad se notaba en mi voz.

Sigue diciéndote eso, hasta que te lo creas - su mano se metió dentro de mi camiseta.

Agarre todas mis fuerzas y conseguí sacármelo de encima, me levante y comencé a correr.

¡Ayuda! - gritaba mientras corría esquivando los árboles.

No sentí que me seguía hasta que me agarro de la cintura y me empujo contra un árbol.

¡Déjame! - sentí sus asquerosas manos desabotonando mis jeans.

¿No la escuchaste? - dijo una ronca voz que hacia erizar mi piel.

Sentí a Adam tensarse y al darse vuelta, Justin lo golpeo.

Lo tiro al suelo y comenzó a pegarle puñetazos y patadas, esto no era bueno.

Justin, para lo mataras - espete.

Sentí a Ryan llegar y empujo a Justin, le susurro algo al oído y el me miro.

Se le formaron arrugas en la frente y estiro sus brazos, no lo pensé dos veces y me acurruque en él.

¿Estás bien? ¿Ese idiota te hizo daño? - pregunto preocupado.

Me hizo recordar la fiesta, aquella noche.

Él es mi ángel.

Yo... estoy bien, solo salgamos de acá - iba a vomitar.

Caminamos de regreso a la fogata, Ryan nos seguía, todo parecía normal.

En ese momento me di cuenta que nadie se habría dado cuenta si Adam habría ido más lejos.

Esto parece un déjà vu - murmure todavía en el pecho de Justin.

No me lo recuerdes - estaba todavía tenso.

Eres mi salvavidas - trate de sonreír.

Tu eres mi salvavidas, no te imaginas cuanto - me beso en la frente.

Creo que es hora de irnos - acoto.

Asentí, nos fuimos a despedir de Ryan y del resto de amigos de Justin.

Cuando llegue todos me miraban como si tuviera tres tetas, luego de un rato entendí que era la primera "chica de Bieber" o así me llamaban.

Y el sentimiento era increíble.

¿Dónde quieres ir? - pregunto, cuando estábamos en su motocicleta.

No se, a casa supongo - mi papa no estaba en casa, su vida giraba en torno a su trabajo, pocas veces lo veía. Pero sabía que hacia lo mejor para mantener un techo sobre nuestras cabezas.

Mis parpados empezaron a caer, había tenido mucha descarga de adrenalina esta noche.

Ya llegamos cariño - sentí como me levantaba en sus brazos y me bajaba.

¿Esta no es tu casa? - lo mire confundida.

Sip - rio abriendo la puerta.

Mis padres están en casa, creo que no deberíamos hacer mucho ruido - susurro.

¿Justin? - sentí la voz de una chica detrás, lo cual nos hizo sobresaltarnos a los dos.