Dulce Oscuridad ©

Sorpresas.

No estoy me hizo la razón por la cual acepte quedarme en la casa de Justin, quizás por esos ojos, talvez sea esa sonrisa o esos hoyuelos.

Llame a papa para avisarle que me quedaría en casa de Carly haciendo un proyecto para biología.

Era la primera vez que le mentía a mi papa, lo cual hizo que un extraño sentimiento se hiciera presente en mi estómago, pero si le hablara con la verdad diciéndole que me quedaría con Justin no me dejaría y lo más probable es que me mandara a un convento.

Y esta es mi habitación - hablo Justin abriendo una puerta, la cual dejaba ver una gran cama algunos muebles a su alrededor y paredes azules. Era raro, esperaba ver posters de chicas desnuda y ropa por todos lados, pero estaba todo ordenado y olía tan bien casi como él.

Supuse que le gustaba el control.

¿Dónde se supone que dormiré yo? - pregunté.

Acá - sonrió.

¿Y tú? - dije mientras bostezaba.

También - casi me trapique con mi propia saliva.

No dormiré en la misma cama contigo Bieber - en que momento acepte en quedarme, me preguntaba mentalmente.

No claro que no - seguía con esa sonrisa.

Tú dormirás en el piso y yo en mi cama - debía estar bromeando.

Valla que caballero - respondí con ironía.

Me lo suelen decir todo el tiempo - dijo moviendo las cejas.

Simplemente asqueroso.

En el armario hay algunas mantas, deberían servirte ah y apaga la luz cuando te acuestes - y con eso se empezó a desvestir, hasta quedar en boxers.

Santa mierda.

Sus brazos estaban llenos de tatuajes, hasta arriba.

El definitivamente era más fuerte de lo que me había imaginado.

Tenía un digno cuerpo para admirar.

Y disfrutaba de eso al máximo.

¿Te gusta la vista? - hablo mientras se metía en su cama.

No - indignada fui hacía donde me había indicado que había mantas, las saque y me tire a un lado de su cama. Podía sentir su mirada observándome en cada movimiento, me quite las zapatilla y apague la luz.

Oh - dijo casi desilusionado.

Oh, qué? - podía verme despertando toda adolorida por dormir en el piso.

Pensé que dormías en ropa interior - lo asfixiaría mientras estuviera durmiendo.

Tienes razón, pero hoy se me olvido ponerme - dije pareciendo triste.

Podía sentir como se le caía la mandíbula.

Al despertar la mañana siguiente me di cuenta de dos cosas:

1- Esta no era mi habitación.

2- Estaba en la cama de Justin.

Luego recordé haber sentido unos brazos en medio de la noche que me cargaban y me dejaban en algo suave y cómodo.

Sonreí para mí misma.

Él no era tan malo despues de todo.

Me puse a pensar en todas las cosas que habían pasado entre yo y Justin en tan poco tiempo y en que no sabia sus sentimientos hacia mi o si esque tenia sentimientos.

Besarse y abrazarse no significa nada, hablo una voz en mi interior.

Senti unas ganas inmensas de ir al baño.

Salí practicamente volando de la cama, que no me di cuenta que había alguien durmiendo en el piso.

Justin.

Oh dios.

Le habia pisado la cabeza.

Reze para no haberle matado las pocas neuronas que le quedaban.

Lo siento - dije murmurando y seguí mi camino.

Justin se había metido a la ducha y por lo mucho que quisiera entrar "sin querer" había bajado por unos fuertes golpes provenientes de la puerta principal.

¿Quien podria ser?

Justin sé que está allí - chillo una hueca voz.

Tire de la manilla y la vi.

Ashley.

Jefa de las porristas, ultra-irritante y ultra-puta.

También una de las chicas más hermosas y populares del instituto.

Vestía un mini vestido negro, "mini" es grande para lo que ella estaba usando y su cabello rubio estaba suelto.

¿Quién eres tú? - me empujo uno de sus perfectos dedos en mi cara.

Creo que te equivocaste, el prostíbulo está a unas cuadras más abajo - y le cerré la puerta en la cara.

Fui hacia la cocina y luego de cinco minutos empezó a tocar nuevamente, estaba parándome para echarla cuando vi a Justin bajando las escaleras con una sola toalla enrollada en su cintura.

Camine detrás de el y vi como abrió.

Ash.. - susurro sorprendido.

Sorpresa - chillo mientras se tiraba a sus brazos.