Debimos haber estado demasiado tiempo mirándonos, ya que no nos dimos cuenta que Ryan estaba allí. Le pasó las llaves de algo a Justin y dándole palmadas en los hombros, salió por la puerta. Me incomodaba estar sola con él en la cocina, lo cual era raro, porque la casa estaba repleta y cuando hablo repleta es que había una cola enorme para ir al baño que bien podría llegar a china. Quizás exagere un poco.
Es mejor que te lleve a casa - hablo finalmente.
Estoy bien acá - mentí. Nada más amaría que estar en mi cama con un libro, pero ni loca le diría eso.
No es una pregunta - dijo caminando hacia la puerta.
Comencé a caminar detrás de él, realmente no quería ir con Justin a ninguna parte, pero no tenía otra opción para llegar a casa. Además podría hacerlo enojar y el me asustaba hasta la mierda.
Él se daba vuelta cada cinco pasos que daba, como asegurándose que lo seguía.
Trataba de caminar hacia la salida pero era imposible, con toda la gente que me empujaba sobre todo las fans de Justin. Sentía que me estaba ahogando cuando el me tomo del brazo y me llevo afuera. Pude ver que todo el mundo nos estaba mirando. Claro dirán "quien es ella, ah sí, seguro un ligue de esta noche" lo veía en sus rostros.
Toma - dijo el con voz suave, mientras me entregaba su chaqueta. Hacia frio y estaba segura que me estaba frotando los brazos.
No...no... es tuya debes tener... tener frio - hable entrecortadamente.
Estaré bien - y por primera vez me sonrió, no con esa sonrisa arrogante que me daba siempre. Era una sincera y la más hermosa que había visto.
Le devolví la sonrisa y me puse su chaqueta olía a él y a cigarrillos un raro y exótico olor.
Seguí caminando detras de el y llegamos a su moto.
Ni loca.
Nunca había montado una moto y no pensaba hacerlo ahora y menos con él.
El saco un casco de la parte trasera y me lo paso.
Debió ver mi expresión de "no pasara", yaqué me explico que era un conductor designado, si como si eso sirviera.
Levanto el casco y lo puso lentamente en mi cabeza, como si disfrutara esto.
Me tomo de la cintura lo que me hizo estremecer y me dejo arriba de la moto luego él se subió y dijo algo de agarrarme de su cintura. El disfrutaba de esto. Lo supe en el momento en que vi su escondida sonrisa. Chicos.
Sentí como rugían los motores y me agarre fuerte de él, como si mi vida dependiera de aquello, que en realidad lo hacía. Y comenzó a andar, sentí un fuerte aire que me azotaba en las piernas, no debí haber venido con ese vestido.
No me di cuenta que habíamos llegado a mi casa, no sé porque fue que paso tan rápido, quizás porque estaba perdida agarrándolo por la cintura, aspirando su aroma. Solo quizás.
Apago el motor y yo me baje inmediatamente, casi saltado. Seguía con miedo, pero no a Justin, algo en el me hacía saber que no dejaría que me pasara nada.
Le tendí el casco y cuando él lo tomo nuestros dedos rozaron. Debo haber estado distraída mirando que no me di cuenta que el me miraba a mí, no a nuestros dedos.
El comenzó acercarse a mí y dejo mis ojos un momento para ver mis labios, él iba a besarme y no sabía qué hacer.
Estaba tan cerca que podía oler su aliento dulce.
Cuando se prenden la luz de la entrada.
Rapidamente me alejo de el, dejandolo confundido.
Había sido papa.
Estaba segura,
Lo podía ver desde la ventana con una ceja levantada.
Que oportuno.
Pero a Justin parecía no importarle porque seguía con la vista en mi, en el mismo lugar en donde casi no besamos.
Me acerque rápidamente a el, le di un beso en la mejilla y murmure un "buenas noches" y entre casi corriendo hacia casa.
Al llegar a mi habitación cerré la puerta con seguro y fui hacia la ventana, pero el... ya no estaba.
Lo que me hizo sentir desilusionada, lo cual era estúpido.
Me quite los zapatos, tirándolos al fondo del armario, esperando no usarlos nunca más, al igual que el vestido. Lo cambie por un pijama, pero me deje la chaqueta de Justin puesta.
Me metí a mi cama y me abrace a ella, era lo único que tenia de el, era casi un tesoro y olía como el puto cielo.
Y me quede dormida, con mis pensamientos en Justin Bieber, en cómo había sido de locos esta noche y en cómo casi nos besamos.
Y quizás en cómo me esta volviendo loca sin darme cuenta.
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Dulce Oscuridad ©
Fiksi PenggemarEn el amor, como en todo, también existe la oscuridad; pero, ¿a quién mentimos? Una linda, dulce y cálida oscuridad. Obra registrada en Safe Creative.