No podía evitar la sonrisa que se colocaba en mi rostro cada vez que recordaba la noche anterior.
Me sentía feliz, pero seguía habiendo algo en mi estómago que me decía que algo iba mal, trataba de ignorarlo pero volvía y se apoderaba de mí.
Me pare de mi cama y fui hasta la silla que había en mi habitación, tome la chaqueta que Justin me había dado ayer, para que no me enfermara.
Me la coloque y sentí como su olor me empezó a invadir.
En las últimas dos horas me había estado debatiendo entre llamarlo o no. No quería hostigarlo o asfixiarlo.
Me vestí con unos jeans grises, una camiseta negra y un gorro del mismo color.
Localice a Carly al interior de la cafetería en la cual habíamos quedado en juntarnos.
Tienes que saber que realmente eh quedado sorprendida con tu llamada, yaque ni siquiera hablamos ya – dijo cuándo me acerque a ella, mientras hacía raras muecas.
Eres tan exagerada – bufe.
Vi como abría su boca para responder pero la mesera irrumpió en nuestra mesa.
¡Hola! Mi nombre es Nicol y hoy les tomare su pedido – sonrió hacia nosotras - ¿Qué van a ordenar? – pregunto finalmente.
Uh, yo quiero solo un Latte – le pidió Carly.
Yo quiero dos muffins con chips de chocolate y un Espresso – le sonreí a la chica mientras veía que anotaba sus pedidos en una libreta.
¿Qué anda mal Emm? – pregunto luego de que la chica se largara.
Nada – mentí.
Oh vamos, te conozco desde que tenías cinco años, se cuándo me mientes – elevo una ceja.
Solté el aire que tenía contenido en mis pulmones y le conté todo. Desde la sorpresa que me tenía Justin hasta que me llevo a casa.
Eso es tan romántico – gimió mientras tomaba su café – Creo que ese chico está cambiando por ti – prosiguió – Solo tienes que recordar su reputación de mujeriego y las peleas clandestina.
Suspire.
¿Qué es lo malo en todo esto? – pregunto.
No se... solo siento un malestar en mi estómago – respondí mientras terminaba mi café.
Quizás deberías ir a hablar con el – propuso.
No quiero asfixiarlo, ya sabes, el nunca a estado en una relación y nosotros digo somos novios, creo, nunca me lo ha propuesto – dije.
Sabes, solo espera alguna señal de él, quizás una llamada o mensaje y si no lo llega a hacer ve a su casa y patéale las bolas – reí ante su comentario.
Pase todo el jodido día con el teléfono en la mano sin obtener alguna respuesta.
Mire hacia la ventana y vi como pequeñas gotas de agua caían, tome la chaqueta de Justin y me la puse sobre mis hombros.
Estaba enfrente de su casa, tome varias respiraciones y toque la puerta.
No hubo respuesta.
Pensé en irme pero se abrió dejando ver a una chica.
Yo conocía a la chica.
Era la del estacionamiento.
La pelirroja con la cual había chocado.
¿Pero que hacia acá y con solo una camiseta de Justin?
Sentí como mi corazón dejaba de latir, abrí la boca para decir algo pero no salía nada.
¿Quién era? – escuche la voz de Justin mientras se acercaba
Vi como el rostro se puso pálido.
Emma... - susurro.
Retrocedí algunos pasos y comencé a correr, lagrimas corrían por mi rostro combinándose con la lluvia que había.
No sabía dónde estaba, era una especie de parque y lo único que hice fue sentarme en unos de los columpios.
Mi visión se había puesto borrosa, trate de calmarme pero era como si me hubiera disparado en el pecho.
No tienes que tomar conclusiones apurada, pensé.
¿Pero qué mierda estoy pensado? Ella traía una de las camisetas de Justin, puesta, lo sabía porque lo había visto más de una vez con esa.
¿Cómo pudo hacerme eso? ¿Cómo? Después de todo lo que hemos pasado.
Tener su chaqueta puesta nunca se sintió tan mal, tan asqueroso.
Pensé en tirarla por el primer bote de basura que vi pero no, tome largas respiraciones y camine hacia su casa la deje sobre el el buzón y seguí mi camino.
Después de caminar por un largo periodo fui a la casa de Carly, no quería que mi papa me viera así, el empezaría a preguntar y yo no quería hablar.
Hey Emma, ¿Qué paso tu novio te dejo y ahora vienes conmigo? – bromeo pero su sonrisa se borró rápidamente al mirar mi rostro.
Dios, soy una jodida idiota, pasa – murmuro. Mientras me agarraba de la mano y me llevaba hacia su habitación cuando entramos caí de rodillas y llore. Carly solo me sostenía y decía palabras de aliento.
"todo estará bien" que absurdo.
Cuando desperté me di cuenta de dos cosas, la primera que este no era mi cuarto y la segunda no había sido una pesadilla, era real, Justin estaba engañándome.
Despertaste – sonrió mi mejor amiga mientras pasaba.
¿Quieres hablar? – pregunto suavemente.
Me encogí de hombros.
Fui a su casa y él estaba con compañía – sonreí amargamente.
Carly frunció el ceño luego de unos minutos entendió de lo que hablaba.
Pero qué hijo de puta – grito.
¿Quieres que le patee las bolas? – Dijo luego de unos segundos – Porque lo haría encantada.
Ya paso – fingí una sonrisa que se transformó en una mueca.
Tú sabes... quien era la chica? – me miro.
¿Qué si sabía quién era?
Sí.
Tenía que ser ella, su perfil, su cabello todo encajaba.
La chica que estaba con Justin era Jessica.
¿Pero que hacia acá y en la casa de Justin?
Mire a Carly y solo me limite a asentir con la cabeza.
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Dulce Oscuridad ©
FanfictionEn el amor, como en todo, también existe la oscuridad; pero, ¿a quién mentimos? Una linda, dulce y cálida oscuridad. Obra registrada en Safe Creative.