Fogata.

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Justin... yo – no sabía que decir, mi mente estaba en blanco.

No tienes que decir nada – murmuro parándose.

Te amo – le dije rápidamente, ahora él era el sorprendido.

Tú... ¿me amas? – parecía incrédulo, como si nunca nadie podría amarlo.

Más que a nadie en el mundo y no se lo digas a papa y Carly – me pare y lo bese.

Cada beso que me daba con él era mejor que el anterior.

Me hacían perder la cabeza y olvidar al resto del mundo.

Se está haciendo tarde – murmuro mientras besaba la punta de mi nariz.

Es tu culpa – respondí.

Tomo la cesta con una mano y la otra me la tendió.

Era algo raro verlo inseguro de sí mismo.

Subimos a la motocicleta y me llevo a casa.

¿Quieres pasar? – pregunte cuando abrí la puerta.

No, yo... tengo que cuidar a mis hermanos – sonrió apenado.

Amaría verlo con niños pequeños.

Te acompañaría pero tengo tarea – tenía que leer un libro de 500 páginas de matemáticas, ¿Quién en el jodido mundo da un libro para leer en matemáticas?.

Habrá una fogata mañana, te paso a buscar a las nueve – me beso arrinconándome en la pared.

Sentí como su mano subía por mi muslo, hasta que escuche a una falsa tos.

Que no sea papa, por favor dios.

¿Carly? – la mire, estaba cruzada de brazos y parecía enojada.

Justin sonrió al verla y al ver que ella no se la devolvió solo dijo un adiós y se fue.

¿Está todo bien? – pregunte cuando estábamos ya dentro.

Parecía que estaban grabando un video porno allá afuera sabes – sentí como mis mejilla se tornaban de color rojo.

Cállate – murmure avergonzada.

¿Por qué faltaste a clases? Me tenías preocupada – dijo sentándose.

Estaba con Justin – respondí.

Eso es obvio – todavía tenía los brazos cruzados y me daba miedo mirarla, nunca habíamos discutido.

No te puedes enojar por eso Carls – y me tire arriba de ella.

Sabes que yo te amo a ti – dije mientras le tocaba el cabello.

Me dejaste sola – puso una mano en su pecho para dar más dramatización.

Te lo compensare, películas y helado? – le di mi más tierna mirada.

Okay, pero sigo enojada – me sonrío.

Así que te invito a la fogata – dijo a la mañana siguiente.

Sí, no sé qué ponerme – estaba frustrada.

¿Quizás unos jeans y una camiseta? – sugirió.

¿Iras? – le pregunte.

Nop, tengo viaje familiar, vuelvo el lunes – se tiro a la cama.

Ugh, me compadezco de ti – dijo rebuscando en mi armario.

Los viajes de la familia de Carly eran extremadamente aburridos y ruidosos, gracias a su hermano. Fui solo una vez y casi le meto mi zapatilla por la boca.

Espero que tu trasero se caiga en el fuego – y las dos reímos.

"voy llegando cariño" releí el texto que me había enviado Justin y no pude evitar la sonrisa que me saco, me puse una chaqueta y sali.

Carly se había ido hace más de tres horas.

Te ves hermosa – murmuro besándome.

Tú también – sonreí.

Lo sé – puse los ojos en blanco.

El lugar donde se iba a hacer la fogata era en un bosque, había mucha gente alrededor sosteniendo vasos rojos.

Sentí la mirada de Ashley en mi desde que llegamos.

Perra.

Adam también estaba y me recorrió de pies a cabeza.

Me dieron escalofríos, tenía un mal presentimiento.

Esperaba que solo fueran ideas mías.

Toma – me paso un vaso con un raro líquido dentro.

Gracias – y nos sentamos junto a Ryan, era un chico muy agradable.

De repente me dieron unas ganas de ir al baño.

Dios como necesitaba a mi mejor amiga acá.

Justin, quiero hacer pis – le susurre en su oído, esperando que nadie nos escuchara.


Dulce Oscuridad ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora