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Natasha suspiró apoyada contra el umbral de la puerta de la enfermería en la Torre Stark, viendo a Bruce terminar de revisar las heridas de Peter y sonriéndole para tranquilizarla, pero a pesar de que sus lágrimas habían cesado desde que llegaron a la torre, Peter todavía estaba notablemente devastada por todo lo sucedido. Y con buena razón. Sin duda había oído los disparos, y sabía cómo habían terminado las vidas de sus padres. La niña mantenía una cobija encima de sus hombros, y no miraba a Bruce cuando éste le hablaba, mantenía su mirada en el suelo.

Bruce volteó a ver a Natasha por encima de su hombro y luego le dijo algo a Peter, sonriéndole. Salió de la enfermería y él y Natasha se alejaron un poco de la puerta de la enfermería para que Peter no llegara a escucharlos.

—¿Como está?

—¿Física o emocionalmente?—Natasha frunció el ceño. Bruce suspiró.—Todavía debo esperar para los resultados de los análisis y que los rayos equis estén listos. Todo lo que tiene en su cara se quitará con el tiempo... ¿pero qué le pasó?

—Quisiera poder saber.—Ella respondió, los peores escenarios formándose en su mente, sintiendo un escalofrío con cada uno de ellos.

—Sus padres son esos agentes de Shield que murieron en su departamento, ¿cierto?—Natasha asintió.—Nat... por lo que oí...—Bruce se mostró preocupado.—¿tú estuviste ahí? ¿Cuando pasó?

Natasha apartó la mirada. Suspiró.

—Está bien, Bruce. Si mi testimonio mientras que estabas con Peter. La evidencia apoyará mi lado de la historia.

—Si... tú lo dices.—Bruce se quito los lentes, y los guardó en el bolsillo de su bata de laboratorio.—Por cierto, Nat... ¿les pidió a ti y a Clint que le llamaran Peter?—Natasha asintió.—A mí me pidió que lo llamara como él en lugar de ella.

Natasha miró a Bruce sorprendida, y ligeramente confundida. Volteó a mirar a Peter, quien seguía observando el suelo con mirada vacía, y luego vio a Bruce.

—¿Crees que...? Pero si es tan joven...

—Es diferente para todos. Algunos se dan cuenta desde una edad joven, otros hasta no se enteran hasta que llegan a la edad adulta. ¿Cuántos años dijiste que tenía?

—Richard me había dicho que cumplirá nueve en agosto.

—Entonces no creo que debamos dudarlo. Un amigo mío tiene una hija de siete la cual lo sabe. Escogió su propio nombre y juega con las muñecas de su hermana.

—Tal vez solo deberíamos ser directos y preguntarle a Peter.

—Pero esperemos a que... bueno, a que tenga un poco de tiempo para procesar todo esto.

—¿Procesar qué?—Natasha sintió un escalofrío recorrer su espina. Se tensó y volteó a ver a Steve, cuya mirada se oscureció al notarla.—Oh, Nat.

Natasha se aclaró la garganta. Bruce también lo hizo, y Natasha supo que Banner también había sentido el ambiente ponerse completamente incómodo.

—Oh, Steve... ¿Cómo te fue en la misión?

—Me fue bien.—Respondió sin mirarla, mientras que se quitaba el casco de su traje.—Si me disculpan, iré a ducharme.—Dijo, para luego retirarse. Natasha suspiró y miró el suelo.

—¿Estás bien?—Bruce le preguntó.

Natasha mantuvo su mirada en el suelo para que su amigo no notara las lágrimas que se estaban formando en sus ojos.

—Él me envió los papeles de divorcio ésta mañana...





•••





Natasha entró a la enfermería para ver cómo estaba Peter, notando que ya no se encontraba encima de la camilla. Peter estaba tomando un par de tijeras de un cajón, y luego sosteniendo todo su cabello en una mano como si estuviera preparando una coleta.

—¿Pero qué estás haciendo?—Natasha preguntó sorprendida. Peter no volteó a verla, y antes de que Natasha pudiera intervenir, Peter terminó cortando su cabello. Natasha jadeó, y se acercó a Peter, quien volteó y la vio con los ojos llenos de lágrimas.—Oh, cariño... ¿Por qué hiciste eso?

—Siempre odié tenerlo largo.—Peter confesó.—Odié cómo me hacía ver. Mi mamá nunca me dejó cortarlo, pero... ella ahora está muerta, así que ya no importa.

Natasha suspiró mientras que Peter volvía a sollozar. Tomó a Peter en sus brazos y le dio un abrazo.

—Está bien.—Le susurró en el oído mientras que Peter sollozaba encima de su hombro. Acarició el cabello de Peter con su mano. Ahora le llegaba hasta encima de los hombros, pero habían partes disparejas que se veían mal.—Déjame arreglártelo.—Peter vio a Nat con los ojos todavía con lágrimas, pero con un pequeño brillo en ellos.—Le corto el cabello a Clint todo el tiempo.—Se encogió de hombros.

—¿No se va a enojar el Doctor Banner? Por todo el cabello en el piso, quiero decir.

—A Bruce no le molestará. Lo limpiaré una vez terminemos.

Natasha hizo que Peter se sentara, tomó las tijeras y vio a Peter inhalar y exhalar, tratando calmarse mientras que limpiaba sus lágrimas. Se sentó al lado de Peter y se encargó de arreglar su cabello, tomando los mechones con delicadeza y cortándolos, hasta que el cabello de Peter terminó en un corte que le haría ver masculino si no fuera que en esos momentos estuviera usando un vestido rosa. Al terminar, Natasha le sonrió ampliamente a Peter, quien no le devolvió la sonrisa, simplemente le miró con ojos llorosos.

Cuando Natasha terminó de barrer el cabello del piso, volvió a sentarse al lado de Peter, quien había vuelto a quedarse sin decir nada y mirando fijamente al piso.

—Peter, ¿puedo preguntarte algo?—Peter asintió lentamente.—¿Sabes lo que son los pronombres?—Peter no respondió, así que Natasha se puso a explicar.—Un pronombre es como una persona quiere que le llamen acorde al género con el que se identifica. Por ejemplo: yo uso pronombres femeninos porque, bueno, nací como una mujer y me identifico así. Bruce me contó que tú le pediste que te llamara por pronombres masculinos en lugar de femeninos. Si no te molesta, ¿quieres decirme por qué?

Peter se tensó notablemente, y miró a Nat. Su piel estaba completamente pálida, sus ojos rojos de tantos llorar y con ojeras debajo. A Natasha le dolía el que hubiera tenido una noche tan horrible, una que cambiaría su vida para siempre.

—¿Puedo contarle la verdad? ¿No se va a enojar si le digo?

—Por supuesto que no, Peter.

Peter tragó saliva.

—¿No me va a pegar?

Natasha aguantó un jadeo, horrorizándose. Ella había creído conocer a Richard y a Mary, y no los había creído capaces de poner una mano encima de una criatura tan pequeña como Peter. Quería preguntarle a Peter por lo que había pasado, si sus padres habían llegado a lastimarle, pero sabía que era mejor hacer todo un paso a la vez.

—Jamás lo haría.

Peter suspiró, pareciendo que en algún momento iba a volver a romper en llanto.

—Odio ser niña. Lo odio. Lo odio tanto, tanto.—Confesó con voz quebradiza.—Odio el haber nacido así. Odio mi nombre, mi cabello, mis ojos, mis hombros, todo. Odio cada parte de mi cuerpo. Y-Yo... no debí haber nacido... no así...

Natasha jadeó, y rodeó a Peter con sus brazos cuando rompió en llanto.

—Peter—Susurró.—Dime la verdad: ¿quieres que te trate como un niño? Porque si es así, te prometo que lo haré.

—P-Por favor...—Peter sollozó.—¿Puede? De verdad... de verdad quiero ser...

—No te preocupes.—Tomó el rostro de Peter entre sus manos y le besó la frente.—Te prometo que desde ahora, cada vez que te vea, veré a un tierno y adorable jovencito.

Peter soltó un fuerte sollozo, y se aferró a Natasha, sollozando, dejando que todo el dolor acumulado saliera en forma de lágrimas, todo mientras que la pelirroja le acariciaba el cabello recién cortado.

Son of the Widow [#1] (Remake)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora