Son of the Widow [#1] (Remake)

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Le tomó unos segundos a Natasha procesar lo que acababa de escuchar.

—¿Steve te invitó a salir? ¿Como, en una cita? ¿Una cita romántica?

—No te estaría diciendo esto si no fuera una cita romántica.—Tony suspiró.—Estoy tan sorprendido como tú. Pudiera haber jurado por Dios que ese hombre era hetero.

—Bueno, él me dijo que es Bisexual cuando nos casamos. Según él no estaba acostumbrado a ser "abierto" considerando el periodo de tiempo en el que creció... así que... ¿qué le dijiste?

—Que lo pensaría. No supe qué más decir. Quería preguntarte primero si estaba bien contigo.

Pensó en la conversación que tuvo con Peter sobre el amor, en la que le habló de las diferentes maneras de amar a una persona y le dijo que todavía amaba a Steve, y que por eso quería verlo feliz. Y eso era cierto. Quería que Steve tuviera a alguien que le diera la felicidad que ella no pudo haberle dado. Sentía un gran odio a sí misma cada vez que recordaba el dolor que le había causado a aquel maravilloso hombre.

Él merecía esto. Ella había empezado a seguir adelante, superar el doloroso divorcio de los dos cuando adoptó a Peter. Tal vez esto ayudaría a Steve a seguir adelante si todavía no lo había hecho.

—Tony, tú puedes salir con Steve si quieres. Realmente no tienes que pedirme permiso.—Le sonrió.

Tony se sonrojó y esbozó una pequeña sonrisa. Natasha se dio cuenta de que él probablemente había estado deseando que ella le dijera que sí.

—¿De verdad?

—Solo porque estuve casada con él no significa que debo dar mi consentimiento antes de que Steve vaya a una cita con alguien. ¿Tú le pedirías permiso a él si quisieras invitarme a salir a mí?

—Lo haría, de hecho. Es básicamente una regla no dicha que en los grupos de amigos, si dos personas fueron pareja pero luego terminaron, debes pedirle permiso al ex de la persona con la que quieres salir. Clint me lo dijo. Según él, lo aprendió a las malas mientras que estaba en la universidad.

—... Nunca entenderé a los americanos.—Bufó.—Bueno, puedes salir con Steve, Tony. Realmente no tengo problema.

—Nat, eres la mejor.

—Dime algo que no sepa.

Nat rió y le besó la mejilla a Tony. Estaba por irse cuando él dijo:

—Deberías venir a mi oficina mañana. Así nos podremos encargar de todo lo necesario para poner a Peter en mi testamento.

—De acuerdo. Nos veremos, entonces.

•••

—Espera, ¿entonces los aliens de verdad existen?

—Por supuesto. Tengo una ex que es una alíen.—Carol se encogió de hombros. Sam sonrió victorioso.

—¡Hora de pagar!—Fue por la sala recolectando pagos de una apuesta que había hecho con los demás, cada uno de los miembros de los Avengers bufando mientras que le daban dinero a Sam. Cuando fue el turno de Bucky de pagar, Nat lo escuchó murmurar:

—Cada día me arrepiento de haberme embriagado en Las Vegas.

—Wow, cálmate ama de casa desesperada.—Nat rió y le dio un sorbo a su café mientras que Bucky bufaba.

Peter estaba sentado en la alfombra al lado de Harley y con la pequeña Rikki sentada encima de sus piernas, Harley estaba cambiando los canales al azar mientras que buscaba algo que ver, cuando Peter de repente jadeó.