Son of the Widow [#1] (Remake)

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Trigger Warning: Contenido probablemente no apto para personas sensibles.

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Peter tragó saliva, viéndose a sí mismo en el espejo.

Estaba solamente en ropa interior, veía su cuerpo, odiando cada parte de él: desde su abdomen y pecho, hasta sus orejas y dedos. Pero una gran cantidad de su odio era dirigida hacia sus brazos, y las cicatrices que los cubrían.

Se mordió el labio sintiendo las lágrimas empezando a bajar por sus mejillas. No sabía qué estaba haciendo, pero no podía evitarlo. Con cada segundo que seguía viéndose a sí mismo en el espejo su odio hacia sí mismo y hacia su propio cuerpo aumentaba, y los gritos de ella se volvían más fuertes.

Empezó a sentir su corazón latir con rapidez, su respiración empezando a acelerarse. Se sentía asfixiado, atrapado en su propio cuerpo. Cerró los ojos y soltó un sollozo. Cubrió sus oídos con sus manos cuando los gritos se volvieron demasiado fuertes como para soportarlos. Incluso estando muerta, ella aún lo torturaba y atormentaba.

«¡TE MATARÉ! ¡¿ME OYES?! ¡TE MATARÉ PARA ASEGURARME DE QUE ARDAS EN EL INFIERNO!»

Abrió los ojos solo para poder ver sus brazos, y todas las cicatrices que habían en ellos, recordando la sensación de el cuchillo encima de su piel. El estado de su respiración empezó a empeorar mientras que los gritos se volvían más fuertes.

—¿Peter?

Sintió un escalofrío recorrer su cuerpo entero. Levantó la mirada y vio a Jessica, viéndolo en shock asomada desde la puerta de su habitación. Sintió el horror llenar su ser.

—¡VETE!—Chilló lleno de pánico mientras que corría hacia la puerta y la cerraba fuertemente. Tomaba fuertes bocanadas de aire, sus manos temblaban y el frío sudor bajaba por su espalda. El apretón en su pecho era cada vez más fuerte y asfixiante.

Vio la enorme sudadera en el suelo y corrió para tomarla y ponerla encima de su cuerpo, el cuerpo que tanto odiaba y despreciaba, y del que deseaba poder salir. Cubrió las pruebas de que había nacido con el cuerpo equivocado, y se acostó en el piso, abrazando sus piernas contra su pecho, no escuchando nada más que su respiración acelerada mientras que las lágrimas no paraban de llegar. Cerró los ojos y de repente ella estaba en frente de él, viéndolo con asco y desprecio mientras que sus gritos se volvían más y más fuertes.

Cuando abrió los ojos de repente no se encontraba en el suelo de su habitación, veía la chimenea en frente de él con el fuego encendido, su cuerpo estaba encima de un sofá, y su cabeza se encontraba encima de las piernas de una persona la cual le estaba acariciando la cabeza.

—Estoy aquí para ti.—Dijo Natasha con una voz dulce.—Por favor, Peter. Intenta respirar.—Peter sollozó fuertemente.—Está bien. Estoy aquí. Nadie te hará daño. No lo permitiré.

Esas palabras dulces, ese cariño y sentimiento de protección... jamás antes lo había experimentado. Jamás había recibido tanta amabilidad de parte de una persona.

—Peter, mírame. Por favor.—Él levantó la mirada para verla.—Conmigo, ¿de acuerdo?—Natasha inhaló profundamente, para luego exhalar. Peter la copió, y lo repitieron varias veces hasta que la respiración de él se calmó un poco. Se levantó, quitando su cabeza de las piernas de Natasha, y se sentó al lado de ella en el sofá, viéndolo aún con lágrimas en sus ojos.

—¿Qué... me pasó...?

—Jessica me llamó. Parece que tuviste un ataque de pánico. Ella intentó ayudarte lo mejor que pudo antes de que yo llegué. No parabas de temblar...—Nat tomó la mano de Peter y la apretó.