Son of the Widow [#1] (Remake)

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—Okey, intenta no moverte mucho...—Loraine dijo mientras que terminaba de maquillarlo. Sonrió y movió a Peter, haciéndolo voltear hacia el espejo del baño. Peter se sorprendió al verse a sí mismo con delineador.—... ¿El delineador está haciendo algo con tu disforia? Muchos chicos lo usan...

—Está bien, Loraine.—Le sonrió.—Me gusta cómo se ve.

Loraine sonrió y le besó la mejilla.

—Aunque probablemente debimos haber esperado hasta después del entrenamiento...

Los estudiantes de la Mansión X le prestaron a Peter un traje deportivo para que lo usara, unos pantalones amarillos con una sudadera con una X encima. Después de cambiarse fue junto con Loraine al gimnasio.

—Tu madre se enojará si se entera.

Fueron al gimnasio y Peter tomó aire mientras que empezaba a trepar por la pared. Al llegar al techo se paró y empezó a caminar.

—¡No mires abajo!—Wanda exclamó mientras que con Pietro, Lorna y Loraine lo observaban desde abajo.

Peter tragó saliva, jadeando lleno de nervios. Sintió sus piernas flaquear y sus pies se despegaron del techo. Antes de que pudiera gritar por estar cayendo, Lorna lo sostenía en sus brazos. Uno de los poderes que ella tenía era poder volar, y se había elevado en el aire para poder atraparlo. Aterrizó en el suelo con delicadeza y, tembloroso, salió de los brazos de la de cabello verde.

—De acuerdo. Creo que eso es suficiente entrenamiento por hoy.—Pietro rió.

—Tomemos un descanso para que Peter se relaje.—Loraine sugirió.

Peter acompañó a Loraine mientras que ella iba a un invernadero lleno de plantas de todo tipo. Ahí era donde la mayoría del tiempo encontraban a las gemelas Flora y Fauna, quienes tenían poderes relacionados con las plantas. La piel de las dos era de un profundo tono oscuro y ambas tenían largo cabello rojo con bellos ojos verdes, pero lo que más sobresalía de las dos era que la mitad de los cuerpos de las dos estaba formado por plantas. Loraine le había explicado a Peter en privado que se debía a que ellas habían nacido como gemelas siamesas, compartiendo un cuerpo con dos cabezas, y el padre de las dos cortó su cuerpo a la mitad después de que nacieron, y su cuerpo se regeneró creciendo con plantas. Tenían flores creciendo de su cabello y césped encima de sus hombros, y ellas decían ser parte de un culto dedicado a la diosa Perséfone porque decían que ella las había salvado de la muerte después de que fueran cortadas a la mitad.

—Hola ustedes dos.—Las gemelas saludaron al verlos.

—Hola chicas.—Loraine saludó.—¿Tienen lo que les pedí?

Fauna le dio a Loraine algo que ella rápidamente puso en su bolsillo, así que Peter no alcanzó a ver.

Más tarde. Peter y Loraine se encontraban sentados encima del techo de la Mansión. Ella lo había ayudado a trepar después de que subieran por el balcón de su habitación. Peter observó a Loraine mientras que ella sacaba un cigarro de su bolsillo junto con un encendedor y tragó saliva, sorprendido.

—¿Qué es eso?—Él preguntó.

—Hierba. Flora y Fauna la plantaron ellas mismas.—Loraine respondió.

—¡P-Pero fumar eso está mal! ¡Fumar en general está mal!

—Solo si te atrapan.—Loraine rió. Puso el cigarrillo en su boda y lo prendió para luego empezar a fumar.—¿Quieres? Es mejor cuando lo compartes.

Peter volvió a tragar saliva, duro.

—Tengo doce años...

—¿Cuántos creías que tenía yo cuando empecé a fumar? ¿O la primera vez que me embriagué?—Loraine le sonrió de lado mientras que el sol empezaba a ocultarse a sus espaldas.—Será nuestro secreto. No le diré a nadie.