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Natasha apretó sus manos encima del volante. Acababa de llegar al edificio en el que vivía con Peter, se encontraba estacionada en frente, pero no se sentía capaz de salir, quería darle la vuelta al auto y volver a la casa de los Maximoffs, solo para poder recuperar a Peter. Sentía un apretón en su pecho causado por la ansiedad, imaginándose múltiples escenarios diferentes en los que esa noche podría terminar.

Tomó su teléfono y llamó a la persona en la que más confiaba.

—¿Clint?

—Hola, Nat. ¿Qué sucede?—Clint le preguntó, y Natasha pudo reconocer el sonido de la televisión en el fondo. Parecía que estaban viendo caricaturas.

—Quería hablar contigo.

—Por supuesto.—Clint dijo, y Natasha lo escuchó murmurar:—Ahora vuelvo, niños.—Tras varios segundos en los que ella se imaginó que él salía de la sala de su casa Clint dijo:—¿De qué quieres hablar?

—Acabo de dejar a Peter en la casa de su terapeuta para que él pueda ver una película con los hijos de ella, tú que has sido padre durante más tiempo que yo dime... ¿es malo que me sienta terrible por estar alejada de él?

Clint rió entre dientes.

—Por supuesto que no, Nat. Es entendible. Todos los padres nos sentimos así la primera vez que nos alejamos de nuestros hijos, supongo. Recuerdo que Laura y yo lloramos la primera vez que dejamos a Coop en una pijamada.—Natasha esbozó una pequeña sonrisa.—Tú... uh... estás haciendo un muy buen trabajo con él. Solo quería decirte eso. Eres asombrosa, Nat.

—Eso significa mucho viniendo de ti, Clint. Eres un padre maravilloso con Cooper y Lila.

—Oh, vamos. Solo me estás halagando.

Ambos rieron entre dientes.

—Gracias, Clint.

—No tengas miedo de llamarme cada vez que necesites un consejo... sé que ya no eres aquella chica indefensa que encontré en la nieve, pero...

Natasha de repente sintió un nudo en su garganta.

—Yo... gracias. Te veré en la torre. Salúdame a tus niños, ¿sí?

Se despidió de el arquero antes de colgar. Suspiró y salió del auto, en cuanto lo hizo, una de las ventanas se rompió al ser atravesada por un bala.

Rápidamente corrió rodeando el auto y poniéndose al otro lado para poder cubrirse, sacó la pistola que tenía guardada dentro de su chaqueta. Escuchó más disparos, las balas siendo recibidas por las puertas y ventanas de el auto, pero estaba demasiado oscuro como para ver señal de quienquiera que le estaba disparando.

Sintió su pecho apretarse. Había hecho su mayor esfuerzo para ocultar que vivía ahí, solo sus compañeros de equipo y Fury conocían su dirección, cada vez que salía llevaba algún tipo de disfraz o cubría su rostro y cabello, pero aún así... la habían encontrado. Y a Peter también.

Peter... oh, no... ¿y si la habían seguido? ¿Y si ahora mismo estuviera alguien en la casa de los Maximoff? Había puesto en peligro no solo a Peter, si no también a Magda, y a Pietro, Wanda, Lorna y Loraine.

Tomó su teléfono de su bolsillo al mismo tiempo que se levantaba y empezaba a correr lo más rápido que sus piernas le permitían. A pesar de no ser religiosa, internamente estuvo rezando para que Magda contestara, y cuando lo hizo jadeó.

—¡Magda! ¡¿Dónde están los niños?!

—En el sótano, viendo Volver al Futuro... ¿Natasha? ¿Está todo bien?

Son of the Widow [#1] (Remake)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora