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Natasha se sentía terrible cuando volvió al departamento, pero cuando vio la sonrisa de Peter empezó a sentirse mejor.

—¡Mira, mamá!—Peter exclamó mostrándole un cuaderno en la que había dibujado.—¡Escribí mi propio cómic! Marinette me ayudo con los dibujos.

Nat sonrió y tomó el cuaderno para ver mejor el cómic de Peter, pero luego lo vio con una ceja alzada al leer las primeras palabras de la portada.

¿Las Aventuras de Black Bride & Spider-Boy?

—Cualquier parecido con la vida real es pura coincidencia.—Peter se justificó cruzándose de brazos.

—Claro, es una coincidencia el que Black Bride sea pelirroja con un traje negro y que su ayudante Spider-Boy también sea su hijo.

—No es pelirroja, tiene el cabello castaño rojizo.

Nat suspiró para luego revolverle el cabello a Peter.

—¿Te divertiste con Marinette?—Le preguntó mientras que le devolvía el cuaderno.

—Sí, disfruto mucho de su compañía.—Peter sonrió.—Ella es muy divertida, y amigable, y dulce...—Nat lo vio con una sonrisa juguetona al notar su sonrojo y él tragó saliva.—Uh... Marinette me invitó a un picnic que tendrá mañana con algunos amigos de su escuela... ¿puedo ir...?

La expresión de Nat cambió a una de seriedad mientras que lo pensaba.

—De acuerdo, pero iré contigo. Sabes que no me gusta que vayas a algún lugar solo.

—¡Pero mamá, estaré con Marinette!

—Peter, ya de por sí no me gusta que estés solo en Nueva York. Somos extranjeros en ésta ciudad, ¿sabias que París está junto con Nueva York y Gotham entre las ciudades con más ataques de villanos a la semana? ¡Tuve que esquivar los rayos láser de uno de esos fenómenos poseídos por mariposas mientras que intentaba llegar aquí!

Peter suspiró frustrado.

—De acuerdo...

Más tarde, cuando era de noche y Peter había quedado dormido, le besó la frente antes de salir por la ventana.

Estaba usando una versión de su traje de Black Widow que incluía una capucha en la chaqueta. Se escabulló corriendo y saltando por los techos de parís hasta llegar a la mansión de Vika. Mantuvo silencio ya que sabía que en la casa de al lado estaban viviendo los empleados de Vika, quienes cuidaban de la mansión mientras que ella no estaba. Tras trepar hasta el techo se deslizó por encima hasta aterrizar encima de un balcón, sacando unas herramientas de su bolsillo abrió el cerrojo para poder entrar.

—Fury, estoy adentro.—Susurró a través de su comunicador.

—Muy bien. Recuerda, Natasha, no dejes ninguna evidencia de que alguien más estuvo ahí.

—Nicholas, estaba entrando a mansiones ajenas antes de que siquiera llegaras a reclutarme. Pon un poco de respeto en mi nombre.

Cerró la puerta del balcón detrás de ella y volvió a poner el seguro. Sacó una pequeña linterna y la prendió para poder iluminar un poco. La habitación en la que estaba era un cuarto de música, con varios sillones y un enorme y hermoso piano. Natasha miró el piano y recordó las largas horas que había pasado practicando cuando era una niña, y lo mucho que disfrutaba ver la sonrisa de Vika cuando se ponía a tocar una canción para ella. Casi se sintió tentada de presionar una de las teclas. Mientras que caminaba por la mansión, se ponía a imaginar las cosas que habían pasado ahí, las fiestas que Vika había tenido con sus amigos de la industria de la moda, los momentos que ella se había perdido.

Son of the Widow [#1] (Remake)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora