En su pesadilla, Natasha estaba corriendo por la fría nieve, sus manos y pies estaban llenos de sangre, y cuando se repente tropezó y cayó, no aterrizó en la nieve, si no encima de una montaña de cadáveres, todos con el mismo rostro, la misma piel pálida, los mismos rizos dorados. Y todos tenían los ojos abiertos, viéndola con fríos ojos azules. Se despertó sintiendo que no podía respirar.
El calmar su respiración le fue casi imposible. Tomaba fuertes y profundas bocanadas de aire al mismo tiempo que soltaba fuertes sollozos. Sus interminables lágrimas bajaban por sus mejillas, se deslizaban por su barbilla y aterrizaban encima del colchón. Cubrió su rostro con sus manos y se acostó en la cama, sollozando contra sus palmas.
Se estremeció al escuchar la alarma de su reloj y rápidamente se acordó de lo que iba a pasar aquel día.
Se calmó lo más que pudo, intentando alejar las imágenes de la pesadilla que se repetían en su mente una y otra vez como una película de horror que estaba siendo reproducida en bucle. Se levantó, arregló su cama y fue al baño a limpiar su rostro, esperando que no quedara evidencia de lo mucho que había llorado. Odiaba que la vieran llorar, era por eso que se aguantaba sus lágrimas la mayoría del tiempo, y cuando estaba a solas y se ponía a llorar, no podía parar.
El día anterior Clint había venido a ayudarle a limpiar el departamento por completo—tirando las cajas de pizza y contenedores con la comida que había ordenado en las últimas semanas, y las latas se cerveza esparcidas por el departamento al igual que los ceniceros completamente llenos.—y preparar el departamento para que fuera seguro para niños. Para terminar, Natasha guardó en una caja fuerte sus armas, y lo poco que le quedaba de su anterior vida, como la fotografía vieja y manchada de sangre, y el brazalete hecho de cabello. Guardó la caja fuerte en la profundidad de su armario, esperando que la trabajadora social que vendría al departamento éste día no pidiera verla.
Se puso su disfraz, los lentes de contacto con la peluca y un vestido amarillo de manga larga. Aprovechó para poder ponerse unos parches de nicotina en los brazos y ocultarlos bajo las mangas de su vestido. Se juró a sí misma que si las cosas salían bien y terminaba adoptando a Peter, dejaría de fumar definitivamente.
—No hay nada de lo que debas preocuparte.—Fury le había dicho el día anterior, cuando había ido a su oficina.—Me encargaré de que el proceso de adopción vaya bien. Mañana, una trabajadora social irá a tu departamento para ver si es un ambiente correcto para un niño de la edad de Peter. Si es así, lo dejarán quedarse contigo.
—Nick, no sabes cuánto te agradezco esto...
—No lo hagas.—Fury volteó por encima de su hombro para verla con su ojo bueno.—Solo asegúrate de que esto de ser madre no se interponga demasiado en tu rol como Black Widow.
Ser madre. Natasha apenas podía creer que esto de verdad estaba pasando.
Mientras que se veía en el espejo arreglando su maquillaje, recordó las reacciones de sus amigos el día anterior cuando les había anunciado su intención de adoptar a Peter. Todos habían permanecido unos segundos viéndola en silencio y en shock, solo para luego bombardearla con preguntas: "¿Éstas segura de esto?" "¿Entonces te retirarás?" "¿Acaso él sabe lo que pasó?" . Tuvo que gritarles para que se callaran, y dejarles en claro que había tomado su decisión y lo que ellos dijeron no la cambiaria. Sus compañeros la vieron como si fueran unos niños los cuales acababan de ser regañados por su mamá, y Natasha se dio cuenta de que en algún momento Steve se había ido. No había oído sobre el Capitán desde ese entonces.
No podía imaginarse cómo se sentía Steve, con ella decidiendo adoptar a un niño tan poco tiempo después de el divorcio de los dos, y teniendo en cuenta lo que los llevó a divorciarse en primer lugar. Había sido muy difícil para ella, desde que se habían separado. Amaba a Steve. Todavía lo hacía. Y estaba segura de que pasaría un largo tiempo antes de que llegara a superarlo, si es que algún día lo haría. El sentimiento de culpabilidad que la llenaba también tomaría un largo tiempo en irse. Había tenido al hombre perfecto, y lo había arruinado. Le había roto el corazón a Steve, su amado Steve. Había causado una herida demasiado profunda como para simplemente olvidar y perdonar. Jamás llegaría a saber lo que pudieron haber sido si hubiera hecho mejores decisiones, si no lo hubiera arruinado todo.
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Son of the Widow [#1] (Remake)
Fanfiction¿Y si... Natasha Romanoff hubiera adoptado a un joven Peter Parker? [Éste es el remake de una vieja historia mía de mi otra cuenta]