Son of the Widow [#1] (Remake)

18

—¡Él me llamó mamá! ¡¿Pueden creerlo?!

Tony y Steve rieron entre dientes, felices de ver a Natasha tan emocionada.

—Es increíble, Nat. Y eso que solo lo adoptaste hace unas semanas.

—Creo que podrías considerar esto la más grande prueba... de que él confía mucho en ti.

Natasha les sonrió a ambos, y rápidamente pasó sus manos por sus ojos para poder limpiar las lágrimas que empezaron a formarse. Era tarde en la noche, los Maximoffs se habían ido a un hotel y Peter se encontraba durmiendo en una de las habitaciones de la Torre, y todo el pánico y miedo que Natasha había sentido anteriormente se había ido por completo, reemplazado por un profundo júbilo. Ya en la mañana podría volver a preocuparse, en esos momentos solo quería disfrutar de la alegría que le llenaba el haber escuchado a Peter llamarla mamá por primera vez.

Jamás pensó que llegaría a tener a algún niño que la llamase así, que la viera de esa forma. Ni siquiera con el primer bebé al que vio crecer.

Le deseó buenas noches a sus amigos tras haber hablado con ellos durante un rato en la sala común y fue a su habitación. Hace unas horas un agente de Shield había llegado con una caja llena de varias de las cosas de Natasha, así que se cambió a una pijama y suspiró mientras que se acostaba para dormir, escuchó su puerta abrirse y se levantó, prendiendo rápidamente la lámpara en la mesa de noche al lado de la cama, y vio a Peter asomándose desde la puerta.

—¿Qué sucede, Pete?—Peter no respondió, se aclaró la garganta y entró a la habitación, y Natasha notó los restos de lágrimas encima de sus mejillas.—¿Otra pesadilla?

Peter asintió lentamente. Natasha se hizo a un lado en la cama y Peter se acercó lentamente, acostándose y extendiendo una mano para poder apagar la lámpara. El niño se arropó y luego se abrazó fuertemente a Natasha, quien le acarició el cabello y le besó la frente.

—Buenas noches, Petey. 

—Buenas noches, mamá...

•••

Ambos quedaron solos en la sala común, sentados en el sofá.

—Ella ha estado haciendo un muy buen trabajo, ¿no crees?

—¿Natasha?

—Sí, con Peter.

—Tiene razón.—Steve dijo.—He de admitir... admiro lo que está haciendo con éste niño. Comparando a Peter actualmente con como él estaba cuando eso pasó... es muy notable la diferencia.

—Sí, pero... debo admitir que estoy un poco preocupado.

Steve miró confundido a Tony.

—¿Por qué?

—Pues...—Tony se rascó la parte de atrás del cuello.—¿Crees que ella le dirá? Sobre... ya sabes qué.

Steve miró a Tony sorprendido, y luego apretó los labios, recordando la noche en la que Natasha había ido a su departamento, las verdades que habían dicho, las lágrimas que habían derramado y el secreto que ella le había revelado. El que él había jurado morir antes de contárselo a alguien más.

—De hecho hablé con ella al respecto.—Steve confesó.—Ella me dijo que planea decirle a Peter, pero va a esperar a que él sea mayor... y me pidió que no le dijera yo, y ahora yo te pido lo mismo.

—Por supuesto que no le diré al niño, Rogers. Natasha me mataría.—Tony dijo con el ceño ligeramente fruncido. Steve rió.

—Tienes razón. Ella lo haría.