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Natasha se despertó al escuchar el toque en su puerta. Suspiró y se levantó del sofá, cubriendo sus hombros con una cobija. Sabía quién era ya que solamente a una persona le había dado su nueva dirección, pero solo por si acaso, tomó un cuchillo antes de ir a abrir la puerta.

—Hey, Clint.—Saludó y lo dejó pasar, dejando el cuchillo encima de una mesita al lado de la puerta. Clint recorrió el departamento con su mirada y Natasha no se molestó en avergonzarse por las latas de cerveza, las cajas de pizza y los ceniceros llenos de colillas de cigarro.—¿Qué te parece mi palacio de soltera?—Miró a su mejor amigo con una sonrisa socarrona.

—Es justamente lo que me lo imaginé.—Clint bufó. Luego miró a Nat.—¿Cómo has estado?

—Bien.

—Ambos sabemos que eso no es cierto.

Natasha apretó los labios.

—Aprecio mucho el que Fury me haya dejado tomarme un tiempo libre después del divorcio. ¿Están sobreviviendo por ahí sin mí?

—Siento que la torre Stark está por derrumbarse como si estuviera hecha de piezas de Jenga.—Clint se encogió de hombros. Él y Nat rieron entre dientes.

—¿Te gustaría algo de beber?—Nat preguntó dirigiéndose hacia la cocina, ignorando el fregadero lleno de platos sucios.

—No, gracias.—Clint respondió, y se sentó en el sofá de la sala.—No planeo quedarme mucho, solo vine a ver cómo estabas.

—Sinceramente, Clint, estoy bien.—Natasha bufó.

—¿Estás segura?

Vio a Clint con una ceja alzada.

—¿Qué crees? ¿Que sigo siendo esa indefensa chica que encontraste en la nieve?

Clint rodó los ojos.

—Solo digo. Te divorciaste del hombre más codiciado de todo Estados Unidos. Ha de ser difícil.

—Meh, Steve se lo pierde.—Dijo con indiferencia, encogiéndose de hombros, mientras que ignoraba a la voz dentro de ella que susurraba cada vez que pensaba sobre el tema del divorcio: «Es tu culpa.»

Notó una pequeña sonrisa formarse en el rostro de Clint, la cual desapareció ran rápido como llegó.

—El funeral es mañana.

Nat se estremeció.

—Ya lo sé.—Fue y se sentó al lado de su amigo.

—¿Vas a ir?

—¿Por qué lo haría?—Clint se mostró un tanto sorprendido. Natasha soltó un suspiro.—Tenía pensado hacerlo, pero... digamos que he perdido todo respeto que tenía hacia Richard y Mary, después de que me enteré que ellos...

—¿Eran unos transfobicos abusivos? Yo también. No puedo creer que fui amigo de personas como esas. Cuando recuerdo cómo se veía ese pobre niño...—Clint apretó los labios, con sus ojos oscureciéndose. La imagen de Peter temblando con moretones en su rostro y lágrimas en sus ojos llegó a la mente de Natasha. Sintió un escalofrío.—Pero yo no iré por ellos, iré por Peter. Él estará ahí.

Natasha miró a Clint sorprendida. Había creído que la última vez que vería a Peter iba a ser hace unos días, cuando se lo llevaron de la Torre. Pero el poder verlo otra vez...

—Creo que significaría mucho para él si tú fueras.

—No exageres, Clinton.

—Oh, vamos. Él se encariñó mucho contigo, durante el corto tiempo que estuvo en la torre.

Son of the Widow [#1] (Remake)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora