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Cuando entró al departamento de Steve sintió los recuerdos abrumarla. El matrimonio de los dos había sido corto, pero éste apartamento había sido su hogar durante los últimos dos años. Lo suficientemente grande para una pareja sin hijos. Natasha había sacado todas sus cosas de el lugar el día antes de las muertes de los padres de Peter, pero a pesar de que sus posesiones ya no estaban ahí, los recuerdos permanecían, de las mañanas en las que Steve la recibía con un beso en la mejilla y un café recién hecho, las noches en las que ella se ponía a ver películas con Steve para ayudarlo a ponerse al día con la cultura pop, las noches en las que ella tocaba el piano mientras que Steve la observaba embelesado y con una sonrisa, y cuando escuchaban música de la era de la que venía el Súper Soldado y bailaban lentamente en medio de la sala. Habían sido muy felices juntos, y ella lo había arruinado todo.

Steve la recibió con una cálida sonrisa la cual ella devolvió. Ambos se sentaron en el sofá, y Steve se mantuvo en silencio durante unos segundos, notablemente nervioso, hasta que inhaló y exhaló antes de decir:

—Nat, te tengo que ser directo... no estoy del todo de acuerdo con que hayas adoptado a Peter.

Ella vio a Steve en shock. De todas las posibles palabras que pudieran haber salido de su boca jamás se esperó que Steve dijera esas. Su sorpresa rápidamente fue cambiada por enojo.

—No estaba exactamente buscando tu aprobación, Steve.

—Lo sé. Sé que no la necesitas y que no puedo hacer nada para cambiar el que lo hayas adoptado, pero siento que tengo que decir esto. No lo digo de mala manera, o con la intención de lastimarte.—Extendió su mano, intentando tomar la de Natasha, pero ella rápidamente se levantó de el sofá.

—¿Entonces de qué manera intentas decirlo, Steve? Estamos divorciados. Ya no es problema tuyo lo que haga con mi vida.

—Puede que eso sea cierto, pero el que estemos divorciados no significa el que tú ya no me importes o ya no me preocupe por ti.—Steve la miró preocupado y se levantó del sofá.—Es solo que, ¿de verdad crees que vas a poder construir una relación sana con Peter, después de todo lo que pasó?

Natasha apretó los puños y apartó la mirada.

—É-Él no lo sabe... él no tiene que saberlo...

—Pero Natasha, todos los demás lo saben, yo, Tony, Bruce, Clint, Thor, hasta Fury. ¿Crees que todos los demás van a estar de acuerdo con mantener esto secreto? ¿De verdad crees que nadie va a pensar que Peter merece saber la verdad?

—¡No estoy diciendo que él no merece saberla! ¡E-Es solo que... él ya ha pasado por demasiado, Steve! ¡Está mejor no sabiéndolo!

Steve suspiró en frustración, negó con la cabeza y volvió a sentarse en el sofá.

—¿Pero qué estás intentando hacer, Natasha? ¿Qué intentas probar al adoptar a Peter?

Aquellas palabras solo alimentaron el fuego de la ira de Natasha aún más.

—¡¿Sabes qué hubiera pasado si no lo hubiera adoptado, Steve?! ¡Peter hubiera permanecido atrapado en un orfanato en el que todo el mundo lo maltrataba y los adultos que se supone que tenían que cuidarlo no hacían nada! ¡Él merece ser feliz, después de todo por lo que pasó!

—Por supuesto que sé eso. Sé que Peter merece ser feliz, que merece poder poner todo por lo que pasó detrás de él y poder empezar su transición, pero solo no sé... si tú eres la persona indicada para ayudarlo a lograr todo eso, Nat. Después de todo, Peter es...

—¡ÉL ES MI HIJO AHORA, ROGERS!—Ella gritó, sorprendiéndose al escuchar las palabras salir de su boca. Aquella era la primera vez que se refería Peter como "su hijo" en voz alta.

Son of the Widow [#1] (Remake)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora