CAPÍTULO 21 Ausente prometido

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   Gaby visita algunas de las tiendas alternativas, bares y restaurantes con mucho ambiente que hay en la South Street¹ y allí mismo alucina al ver el Philadelphia's Magic Gardens²,  un laberinto lleno de mosaicos hechos con botellas, ruedas de bicicleta, alambres y otros objetos reconvertidos en arte, donde el artista local Isaiah Zagar, ha levantado doscientos veinte murales, que va a necesitar varias visitas para poder apreciarlos todos.  De allí se va a Jim's Steaks para degustar el recomendado  Philly cheesesteak, un sándwich con carne de ternera, queso y cebolla sofrita, un clásico de la ciudad.  Esa tarde se da una vuelta por la outlet³ Century 21, que en Filadelfia tiene precios mucho más bajos que en New York,  ya que no hay los mismos impuestos y adquiere algunas prendas de vestir de corte clásico, combinables entre sí  y tres pares de  botines de piel muy cómodos, que le servirán  para trabajar.

   También adquiere unas botas de tacón aguja, largas hasta la rodilla, de gamuza negra elástica que siempre había querido comprar, pero no lo había hecho porque Ben dijo una vez que no debería usarlas una dama y ciertamente, no eran apropiadas para una Fontaine. Puesta en ese plan retador, en el que, por ya no ser una Fontaine, le importa poco lucir como furcia para darse gusto, adquiere un par de minifaldas y algunos tops muy sexys. Todas son prendas que sabe que no podrá usar hasta dentro de tres meses, pero no le preocupa esperar la llegada de la  primavera o el verano para lucirlas. El maletero de su auto se ha convertido en su mejor aliado, allí ha ido almacenando, separándolo en cuatro bolsos por estaciones, todo lo que ha ido adquiriendo y como no ha pasado mucho tiempo en un mismo lugar, no ha importado que no posea muchas prendas de vestir.

   La mochila que le regaló Matt, siempre la lleva a su lado, en el asiento del copiloto con artículos de aseo personal, una muda de ropa de emergencia, la chaqueta impermeable y la gorra de los Texas Rangers que también le regaló su cuñado.  Su inseparable amigo Chuck, también va muy bien envuelto y oculto en un bolsillo secreto que hay en la base de esa mochila. Después de consultar por Internet las opciones de hospedaje disponible, se registra en un amplio y agradable motel al noroeste de la ciudad,  que tiene una cafetera en el cuarto, un kit compuesto por una tetera, café, azúcar, una nevera pequeña donde encuentra crema, leche, dos tazas mug para café y dos vasos de vidrio, además de mucho de lo que disfrutaría si no fuera invierno, como piscina, gimnasio y cancha de tenis. Al menos podrá servirse del restaurant, el servicio de lavandería y varias máquinas expendedoras de sodas, dulces o frituras.

   La calefacción en la habitación es buena, pero por si acaso, saca del maletero y lleva con ella  el saco de dormir y la manta que le regaló Marion, así como el bolso con toda la ropa de invierno.  Cuando extiende la manta sobre la cama, encuentra dentro de ella la camiseta que Matt le prestó, la toma entre sus manos y la huele, reconociendo en ella el aroma del perfume y la piel de su cuñado. Se da una larga ducha con agua tibia, lava su cabello, luego se envuelve en una toalla y elimina el exceso de agua de su cabello con otra toalla, antes de secarlo con secador, mientras mueve y sacude sus rizos con las manos. Al terminar deja las toallas y va desnuda hasta la cama, se pone la camiseta, luego se acuesta sobre la manta y se envuelve en ella, logrando dormir mejor de lo que lo ha hecho en mucho, mucho tiempo.

   Gaby despierta negándose a admitir que no descansaba tan bien, desde que durmió en brazos del dueño de esa camiseta. Se la quita, la dobla, aspira su olor de nuevo y la guarda dentro del saco de dormir, pensando que si de verdad se propone olvidar, no puede volver a usarla. Decide presentar su currículo esa mañana en dos empresas consultoras de administración empresarial que según vio en unos anuncios en línea, buscan empleados. En una de ellas la rechazan por estar sobrecalificada para el puesto, debido a que lo que están buscando es una  recepcionista y en la otra, aunque el anuncio no lo decía, están buscando alguien capaz de preparar información contable y financiera, para lo que ella no está calificada.

GABRIELLE. Un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora