- ¡Tiene que ser un virus, mon chéri¹! - sentenció su madre.
«Hijo de puta virus, aunque no pudo ser más oportuno» concluyó él. Quería que lo dejaran solo, su padre, hombre al fin, lo comprendió y se marchó, pero Marion y la señora Williams se enfrascaron en una competencia a ver cuál de las dos lo cuidaba más o mejor, hasta que él tuvo que ponerles carácter y amenazarlas con correrlas a ambas de la casa, para que lo dejaran morir tranquilo y en paz.
Una vez recuperado, decidió mantenerse lo más alejado posible de la feliz parejita, hasta que se vio forzado a aprender a ocultar lo que sentía, para asistir a la fiesta de compromiso y al poco tiempo, la boda. Después de eso, inventó excusa tras excusa para eludir la mayor cantidad de las reuniones familiares. Ni siquiera el hecho de saberlos enamorados y casados, aplacaba lo que sentía en su interior cada vez que la veía. Las pocas veces que Matt y Gaby coincidían, como en la cena de año nuevo o el aniversario de boda de sus padres, él se limitaba a observarla de lejos, lo más oculto que podía para que nadie se percatara. Fue así como la vio cambiar, opacarse un poco desde los dos primeros años de matrimonio. Gabrielle perdió parte de la vivacidad de su mirada y de la amplitud de su sonrisa. A Matt le parecía que no estaba satisfecha con la vida que llevaba, pero él no podía, ni debía acercarse y se mantuvo a distancia hasta que Ben falleció.
Desde que se confirmó el fallecimiento de su hermano, Matt se empeñó en estar omnipresente en la vida de su cuñada. Ha sido su amigo, su apoyo, su confidente, su paño de lágrimas y hoy, su desahogo sexual. Seguirá siendo lo que ella necesite que sea, durante todo el tiempo que lo necesite, quizás así Gabrielle finalmente descubra que él puede y quiere serlo todo para ella.
- Vale, continúa siendo ese hombre de negocios serio y misterio ¡No me cuentes nada! – le dice Gaby riendo, cuando él sale del baño de invitados con una toalla de mano.
- No soy serio, ni misterioso – dice él, mientras limpia en la entrepierna de ella, un poco de su semen, para evitar que caiga en la manta cuando ella se levante a lavarse.
- ¡Por supuesto que lo eres! – dice ella, abriendo más las piernas, para que él pueda limpiarla mejor - Nunca hablas de ti mismo, lo poco que sé de ti, me lo ha contado Marion. Superdotado, responsable, disciplinado, adelantado en varios cursos. Graduado con honores en Viticultura y Enología en la Universidad de California y Doctorado cum laude en la Universidad de La Rioja en España. Graduado en Ampelografía en Francia, con muchos cursos prácticos y varias lenguas extranjeras a cuestas.
Marion hablaba constantemente de su primogénito y no solo de sus logros como estudiante o profesional. Al principio, a Gaby le parecía extraño que no le hablara más de Ben, luego se dio cuenta que aunque los Fontaine amaban a sus dos hijos, mientras Ben era bastante mediocre como estudiante, Matt los llenaba de orgullo.
- Parece el resumen de un currículo, ella me conoce mejor que eso y estoy seguro que debió decirte más, pero cuando quieras saber algo, que no tenga que ver con mis sentimientos, pregúntame.
- Ahora solo quiero saber una cosa... ¿Tienes hambre?
- ¡Mucha! – exclama Matt - No he comido nada desde ayer a mediodía.
- Igual que yo – dice ella poniéndose de pie y quitándole la toalla de las manos - Bien, me daré una ducha rápida y prepararé un buen desayuno.
- ¿Te ayudo? – pregunta él.
- No es necesario, soy muy capaz de cocinar sola.
- No estoy hablando de la cocina – dice él con una sonrisa pícara.
- Ah, ok, hoy acepto toda la ayuda de ese tipo que me puedas ofrecer, pero retrasará el desayuno.
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GABRIELLE. Un nuevo comienzo
Aléatoire¿Qué haces cuando descubres que la vida de ensueño que pusieron a tus pies diez años atrás, era toda una mentira? ¡Avanzas y te inventas otra! Las primeras cuatro de las cinco etapas del duelo, por el fallecimiento de su joven esposo, negación, ira...