CAPÍTULO 5 Burbujas protectoras

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   A Gaby no le extraña que esa tal Lucy supiera la verdad y mintiera para redimirlo sexualmente o simplemente para molestar a la pobre idiota y cornuda viuda, haciéndola creer que ella obtuvo más placer de él. Se siente satisfecha por haber llegado a esa conclusión y toma asiento frente a Matt, agradecida por haber podido disfrutar de su bien dotada fisonomía, su vasta experiencia sexual e invaluable compañía. Se lo queda mirando a los ojos fijamente, de repente no sabe cómo decirle que necesita que él haga algo muy importante por ella, sin revelar más de lo que desea. Si se viera forzada a confiar un gran secreto a alguien, ese sería Matt, no podría decir su padre, ya que como cualquier otra hija, sabe que hay cosas de las que no se habla con los progenitores.

   Aun sabiendo que le resultaría mucho más fácil conseguir su ayuda, si le contara todo, prefiere no hacerlo. La verdad es que le daría mucha vergüenza que su cuñado se enterara que ella fue una completa tonta al no haber descubierto a tiempo la farsa que resultó ser su matrimonio. Gaby aspira aire profundamente y lo expulsa antes de hablar.

-          Necesito otro tipo de ayuda y creo que eres el único que puede dármela, sin bombardearme con preguntas – dice ella finalmente, cuando están comiendo.

-          ¡Claro! ¿Qué necesitas?

-          Depende lo que tú me recomiendes.  Si te parece bien, me gustaría vender esta casa con todo lo que contiene, excepto tu sofá cama que puedes recuperar cuando quieras y la máquina de expresso que me regalaste hace seis meses. Esa necesito que me la guardes un tiempo, hasta que solucione algunas cosas. Si te parece que no es buena idea vender por la situación inmobiliaria actual, entonces necesito que hagas desaparecer todo lo que hay dentro, que dones lo que se pueda y quemes el resto hasta volverlo cenizas. No quiero dentro de estas paredes, absolutamente nada de lo que estaba acá hace un año.

   Matt la escucha en silencio, ahora por completo seguro de que lo que le sucede a Gabrielle es grave y definitivamente, tiene que ver con su difunto hermano. Si se tratara de algo banal, ella no actuaría de manera semejante, no desearía destruir todo lo que compartió con él. También tiene la impresión que no desea pronunciar su nombre, al menos, no lo ha hecho ni una vez y él se ha estado controlando para tampoco hacerlo. Necesita averiguar con discreción qué pasó en la conmemoración para Ben. Está convencido que tuvo que haber sido allí donde sucedió algo que cambió a Gabrielle y la hizo tomar ese tipo de decisiones «¿Quemar todo, hasta volverlo cenizas?» piensa que ella no es la misma mujer con la que habló antes de viajar a Beaumont y mucho menos la que sollozaba en el teléfono, dos horas antes de comenzar la conmemoración, cuando él la llamó para disculparse por no haber logrado terminar a tiempo y darle ánimos. 

   Hablará primero con sus padres, si ellos no están al tanto, lo hará con las personas de la empresa que hayan estado presentes, alguien debe saber algo. En último caso, llamará al mismísimo señor Kelly, a quien no recurriría en otras circunstancias, por haberse dado cuenta desde hace años, que los Fontaine no son completamente de su agrado. Su madre le dijo que llevaría un libro de registro y firma para invitados, se lo pedirá con el pretexto de enviar a todos una nota de gratitud por su asistencia, de parte de la familia Fontaine y de ese modo podrá saber quiénes estuvieron presentes y con quién debe hablar.

-          Haré lo que sea mejor, después de considerar ambas opciones – dice Matt, muy atento a su inexpresivo rostro.

-          Si no puede venderse antes de mi regreso, únicamente volveré a vivir acá si haces redecorar la habitación principal y ese baño, desde el techo hasta el piso y cambian todo el mobiliario en el resto de la casa. También la cocina debe ser toda nueva, incluyendo los electrodomésticos.

-          Entiendo ¿Y tú, qué harás mientras?

-          Desaparecer un tiempo. Necesito apartarme de todo y reinventarme antes de retomar el resto de mi vida o inventarme una nueva vida, lo que logre hacer primero. No sé a dónde iré y aunque lo supiera, no lo diría.

GABRIELLE. Un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora