CAPÍTULO 36 Quiero ir a casa

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   Cuando salen por un café, Matt la interroga para saber por qué está allí en horario laboral, después de haberle dicho el día anterior lo importante que había sido para ella, conseguir su nuevo empleo y notar en su manera de hablar, lo orgullosa que está de sus proyectos.

-          ¡Renuncié! – dice ella con una amplia sonrisa de satisfacción.

-          ¿Por qué? Dijiste que era el empleo que siempre habías querido.

-          Quizás lo era, pero descubrí que no lo quiero más que a ustedes y presiento que en este momento, ustedes me necesitan más. Además, me dijeron que tendré mi empleo disponible, cuando todo se haya solucionado.

-          No solo en éste, te necesitamos en todo momento, pero me alegra que no pierdas la oportunidad con ese empleo que tanto deseabas.

-          Bien, pero ahora que me uno al equipo para cuidar a tu madre, vas a tener que descansar y mientras Marion se recupera, tú debes hacer lo mismo.

   La intervención quirúrgica de Marion es completamente exitosa, despierta de la anestesia con una plácida sonrisa, viéndose rodeada por las tres personas que considera su familia más cercana. Se ponen de acuerdo para que siempre haya dos de ellos cuidándola, pero cuesta convencer a Gaby y a Matt  de alejarse, cuando es su turno de descansar. El único que se marcha sin objeciones es Jean-Luc, viendo conveniente para sus planes dejar a solas a su hijo con Gaby. Cuando Marion se queda dormida, mientras la están cuidando ellos, Gaby obliga a Matt a tomar una siesta, asegurándole que lo despertará si lo necesita. Mientras lo observa dormir, se da cuenta que su rostro irradia tanta paz, que parece una de esas imágenes con las que representan a los ángeles, como si tuviera un aura de luz a su alrededor, sacude la cabeza pensando que está imaginando tonterías y mira hacia otro lado.

-          Gracias, Gaby querida, por hacer dormir a mi niño – le murmura Marion, en una de esas ocasiones.

-          Pero prometí despertarlo cuando tú lo hicieras – dice Gaby, en el mismo tono de voz.

-          No, prometiste despertarlo si lo necesitabas.

-          ¡Estabas despierta!

-          ¿De qué otra manera logras convencerlo de descansar? Estoy bien, llevo muchos días descansando y ya estoy loca por irme a mi casa.

   Esa tarde el cirujano les avisa que le dará el alta a Marion el día siguiente,  ha transcurrido una semana desde la intervención, el dolor más fuerte ha remitido, lo que queda es controlable con los analgésicos  y ella, aunque con lentitud, ya camina con andador. La noche anterior Matt se lo comunica a Gaby, mientras toman un café y un bocadillo en la cafetería del centro médico.

-          Mañana nos vamos a Brandon Way, no imaginas cuánto te agradecemos toda tu ayuda durante estos días.

-          ¿Por qué te escuchas como si me estuvieras despidiendo?

-          No es eso – dice el sonriendo con tristeza -  Imagino que desearás continuar con tu vida,  los planes que te habías trazado y retomar tu empleo, además, si el alta la dan temprano, probablemente salgamos de acá sin verte de nuevo.

-          ¡También quiero ir a casa!

-          Bien, pero... ¿Dónde está tu casa, Gabrielle Kelly?

-          Por ahora, en la mansión Fontaine, junto a tu familia, si no te molesta.

-          ¿Molestarme? – dice poniéndose de pie de un salto.

GABRIELLE. Un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora