Luke y Aston le hacen varias bromas porque a ella nunca le gritó, ni la trató mal. De hecho, en ese momento se percatan que nunca lo vieron o escucharon hablar directamente con ella. Luke dice que el jefe elogiaba su café a sus espaldas, pero está seguro que igual se lo habría bebido con gusto, aunque hubiera sido peor que el de la nueva asistente, lo que Aston y Zelig celebran riendo. Gaby continúa negando que sea cierto lo que ellos creen de Sawyer. Les asegura que debieron confundir lo sucedido y les pide que por favor, no hagan comentarios al respecto.
- Pero... ¿Realmente pensabas renunciar sin decirnos nada?
- Lo intenté, de haberme aceptado la renuncia, les habría dicho, pero el señor Jennings, me pidió tiempo para solucionarlo y lo hizo. No vi necesidad de contarles enseguida, si íbamos a continuar viéndonos.
- No es lo mismo contigo en otro equipo. La nueva asistente no solo hace un mal café, también es muy sosa y fea – dice Luke.
- No importa cómo sea físicamente, lo que necesita es cumplir con su deber. Eres a quien menos debe importarle cómo luce, por si se te olvida, estás en una relación – le dice ella.
- Sí, lo estoy, pero nunca está de más tener algo lindo para mirar, mientras da vueltas a nuestro alrededor.
- Pues si no es lo que creemos, entonces la rabieta de Sawyer debió ser por eso mismo. En serio, preciosa ¡La nueva es un adefesio! – le dice Aston riendo a carcajadas, contagiando a Luke y Zelig.
A pesar de la confidencia que le hizo el señor Jennings, ella prefiere no darse por aludida ni por enterada sobre la atracción que el Alto Líder cree sentir hacia ella. Trabajará el tiempo que le queda en esa empresa, cortando por lo sano cualquier intento de cotilla, para no dejar tras ella chismorreos que la involucren. El nuevo equipo es mucho más tranquilo, son en su mayoría mujeres de mediana edad, muy profesionales y quizás por ello, está mucho mejor organizado. Sus obligaciones son más sencillas, nadie repara en ella y aparentemente no saben nada de lo que la hizo salir del Equipo Directivo, lo cual agradece.
Se hace muy amiga de una técnico en gestión de recursos laborales, de su mismo equipo, de nombre Sonya y su mejor amiga y roommate, una facturadora del Equipo de Mercadotecnia, llamada Marina.
Cuando le cuenta a Sonya lo que le sucedió con Susan y se sincera con ella respecto a que solo estará en Filadelfia lo que le queda del mes y el tiempo de preaviso, ella le ofrece su casa para hospedarla durante ese tiempo. Le insiste diciéndole que no puede pasar tres semanas sola en un motel, que tendrá que dormir en un sofá cama, pero que estará cómoda. Para compensarlas, ya que ellas no tienen auto y no le aceptan ningún pago, Gaby les hace transporte diario. Los viernes de los fines de semana siguientes, después de dejarlas en la casa, Gaby se reúne con Aston, Luke y sus respectivas parejas. El primer día de marzo, presenta su renuncia directamente a su jefa en Recursos Humanos, diciendo que aunque sabe que no está obligada por ley, porque no ha trabajado seis meses, cumplirá sus quince días de preaviso para darles tiempo de que encuentren alguien que la sustituya, al preguntarle la razón por la que se marcha, dice que obtuvo un empleo relacionado con su profesión de arquitecta.
A Luke, Meira, Aston y Zelig, sus amigos, como son pareja y les mueven o le interesan las relaciones, les dice además que se marcha para estar más cerca de su prometido Chuck, que se extrañan y no quieren pasar más tiempo separados. Los cuatro primeros se ponen de acuerdo para hacerle una despedida el sábado en la noche, en casa de Aston y Zelig, después de su último día de trabajo en la cervecería. Aunque la reunión se extiende hasta la madrugada del domingo, no logra dormir mucho, Sonya y Marina la despiertan a media mañana ya que también le están preparando un almuerzo de despedida. A ellas les dice lo mismo que a los otros, porque son dos románticas perdidas de las que suspiran viendo películas de amor y sueñan con encontrar su príncipe azul.
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GABRIELLE. Un nuevo comienzo
Random¿Qué haces cuando descubres que la vida de ensueño que pusieron a tus pies diez años atrás, era toda una mentira? ¡Avanzas y te inventas otra! Las primeras cuatro de las cinco etapas del duelo, por el fallecimiento de su joven esposo, negación, ira...