Atsushi caminaba con tranquilidad en el interior del templo, dirigiéndose a uno de los edificios donde comenzaría la investigación que hace unos días se había planteado. En una de las oficinas de dicho edificio se encontraba información sobre su trabajo, un lugar donde los únicos que tenían acceso eran: Chuuya, Shibusawa y él, aunque realmente era la primera vez que iría, le enseñaron que cualquier documento o información el encargado en archivarla sería su superior. Él no tenía qué hacer nada ahí, aun así, tenía la libertad de visitar el lugar, ya sea para utilizar información para la Federación o hacer entrega de algo.
Ese día por fin iría y el motivo era saber más sobre la creación de la Federación, su propósito y qué era el amor. A pesar de que las respuestas las sabía, se sentía insatisfecho con lo que le habían enseñado tiempo atrás.
A pesar de que tenía la libertad y el derecho de ingresar a aquella oficina, el nerviosismo atacaba a su corazón, siendo inevitable que el miedo invadiera su cuerpo, si Shibusawa se llegase a enterar sobre que dudaba de sus enseñanzas, muy posiblemente se metería en problemas.
Pero, él no estaba dudando en lo que se le había dicho, simplemente quería corroborar que fuera cierto, eran puntos diferentes, así que él mismo trataba de calmar con el rápido latir de su corazón.
De ese modo llegó al edificio que era su destino, ingresó y subió las escaleras para llegar al piso en donde se encontraba dicha oficina, llevándose aproximadamente cinco minutos en llegar. Cuando estuvo frente a la puerta del lugar, sacó del bolsillo de su pantalón una llave, que le permitió abrir la cerradura que mantenía cerrada la puerta, abriéndola una vez insertó la llave.
Con cuidado empujó la puerta para entrar, a pesar de que era cualquier oficina, su paranoia seguía atormentándolo. Respiró hondo y se adentró al interior de la habitación, viendo los muebles y repisas llenos de archivos y libros. Ver tanta cantidad de información le hicieron encogerse de hombros, era tanto que no sabía por dónde empezar.
Lo dejó al azar y se acercó al archivero más cercano. Abrió la primera caja y vio todo el papeleo que había ahí, sacó la primera carpeta y lo miró de forma rápida, buscando saber cuál era su contenido, todo indicaba que era información sobre gente capturada hace algunos años, por lo no le servía mucho. Las siguientes carpetas eran de lo mismo y los siguientes cajones también.
Estuvo así durante largos minutos, revisando archivero por archivero, realmente tenía la esperanza de obtener algo de información. Se saltó muchos de los muebles porque ya se hacía la idea sobre su contenido, prefirió ir a los últimos quizá ahí habría algo diferente.
Para su sorpresa si lo hubo, pero de una manera peculiar.
Hasta el fondo de la habitación, donde había cajas vacías y apiladas, encontró un trozo de papel. Naturalmente lo había ignorado, pero sus ojos captaron rápidamente una palabra que le interesaba: amor.
Se acercó a ese lugar y se agachó para tomar aquel trozo de papel, parecía ser parte de un folleto que fue arrancado. Sus cejas se fruncieron de manera frustrante por ser solo una parte, aun así no fue impedimento para leer lo que decía.
"Dictador inhumano, nos obliga a cargar su sufrimiento por no tener un amor correspondido, es injusto que nos prohíban amar por-"
Ese era la frase incompleta debido a que la continuación estaba cortada, posiblemente extraviada. El papel era demasiado viejo, las letras apenas eran visibles, confirmándole que se trataba de un trozo de papel con varios años de antigüedad.
Una gran confusión surgió en él, "dictador inhumano" ¿a quién se refería? Por la calidad del papel, dudaba que se refiriera a Chuuya, tampoco creía que fuese Kouyou, la anterior mandataria, ¿más antiguo aún? Posiblemente... pudiese referirse a aquel líder que creó a la Federación.
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Me enferma el amor. 「 Dazatsu 」
Romance«Pero es cierto, no hay un amor "saludable" que exista aquí. Por eso somos la Federación en Contra del Sentimiento Engañoso, abrazando pero destruyendo nuestro amor y llorando por encima de ideales. Cantando una melodía para idiotas sin un lugar a...
