Me enferma el amor. 「 Dazatsu 」

Capítulo • 24 •

Desde que tenía memoria, había estado viviendo rodeado de aquellos muros que bordeaban el sector Rojo, pocas veces había salido a visitar los sectores, algo extraño tratándose de quien era. Incluso al día de hoy, había sectores que ni siquiera conocía.

Pero siempre se le había dicho que esa parte era encargada por su consejero. Que su trabajo era guiar a la nación, no estarse preocupando por cada ciudadano de cada sector.

Pero a veces no podía evitarlo, pues las palabras que ella le dijo en el pasado, siempre le picaban, teniendo la necesidad de mejorar a la nación, aun sí ya era "perfecta".

Se podría decir que creció bajo el cuidado de Kouyou Ozaki, quien era su tía. Su hermana, quien fue su madre, la conoció por muy poco tiempo, pues a la edad de cinco años, tanto ella como su padre habían muerto.

¿La causa de muerte? El repugnante amor.

Kouyou le dijo que el amor había enfermado a sus padres hasta la muerte, desde ahí supo que el amor era un sentimiento altamente peligroso, como una enfermedad que, si no se trataba, ocasionaba la muerte. Si bien para un niño de solo cinco años, entender todo ese mundo era completamente complejo, le creyó, quedándose con lo más básico: el amor era terrible.

Sin embargo, no le hizo falta el cariño de sus padres, tampoco fueron muy cercanos para él. Un lugar donde eran obligados a juntar dos personas para crear una familia, era extraño sentirse a gusto con gente que no parecía quererlo, por eso tampoco le dolió la muerte de ellos. Además de que en ese lugar lo tenía prácticamente todo, la comida nunca le hizo falta, un techo y gente que lo atendiera. Si quería algo, enseguida se lo era cumplido.

El afecto familiar se lo dio la persona más importante que tenía: Kouyou. Tenía recuerdos muy vagos de cuando ella tomó su cuidado. Aunque si recuerda que era bastante seria con él al principio, pero según pasó el tiempo, el trato que le dio cambió completamente, sintiendo como si ella fuera realmente su madre quien se preocupaba por él.

Ella lo educó para ser el siguiente mandatario, al ser una herencia familiar y ella al no tener hijos, el único heredero era él; Chuuya. Aunque le hubiera gustado haber llegado a gobernar con ella a su lado, para demostrarle que cumpliría con las promesas que le hizo.

Pero desafortunadamente, cuando Chuuya tenía dieciséis años, ella murió.

El dolor de su muerte había sido infernal, su única familia le había dejado con una carga tan pesada que era dirigir a la nación, pues ahora él era el nuevo mandatario. De algún modo siguió adelante, teniendo de tutor esta vez a Shibusawa; consejero de Kouyou, quien a partir de ese momento sería de él. El albino se encargó de finalizar con la educación de Chuuya, formándolo para que hoy pudiera dirigir sin problema alguno el país.

"Chuuya... El mundo allá a fuera es peligroso... hay... ciertos problemas que se han ido arrastrando desde hace mucho tiempo. Problemas que lamentablemente yo no puedo resolver... Por eso, cuando te toque asumir el poder de la nación, quiero que te encargues de erradicar ese dolor en la nación... Solo alguien como tú, tan gentil y honesto... tiene las manos limpias para sanar este país."

Había ocasiones como esa, en donde las palabras que Ozaki le repitió muchas veces en el pasado, volvían a alojarse en su mente. Unas palabras que las veía como un enigma, pues la mayor nunca especificó exactamente qué problemas se refería, excusándose siempre con: "cuando seas más grande te lo explicaré." Pero antes de que fuera adulto, ella ya había fallecido.

Nunca entendió de que problema se refería, pues cuando lo habló con Shibusawa él desmintió las palabras de su tía, diciéndole que quizá se había confundido, pues la nación se encontraba en perfectas condiciones, que sería un buen gobernante, tal como lo fue Kouyou.