A diferencia de aquel día en donde descubrió sus sentimientos, sintiéndose rodeado de una calidez y felicidad tan extraordinarias, ahora... la culpabilidad que sentía había incrementado.
Trataba de no pensar en el tema, Dazai se había esforzado mucho en decirle que no lo hiciera, explicándole las diversas razones de porque no era su culpa aquella situación. Le había prometido que haría su mayor intento para no ahogarse en sus pensamientos. Aunque le costase mucho, estaba dando su mejor intento para no hacerle preocupar.
Aun sí no pensara mucho en ello, seguía sin poder concentrarse en su trabajo.
—Jefe, jefe... ¿me está escuchando?
Regresó en sí al escuchar aquella voz, recordando en donde se encontraba y que estaba haciendo. Rápidamente agitó su cabeza para despabilar su mente y poner atención al transmisor de voz, el cual lo acercó a él para hablar.
—Perdona, estaba distraído. —se disculpó. Escuchando un suspiro pesado por parte de Sigma quien le hablaba.
—Le había dicho que nos pareció ver movimiento extraño de dos personas al sureste. Akutagawa está inspeccionando el sur y no parece encontrar algo. Por la parte en donde se encuentra podría haber rastro de ellos.
Recibió nuevamente aquella información la cual no escuchó, haciéndole suspirar nuevamente. Con razón se había perdido en sus pensamientos. El día anterior habían recibido informes de dos personas que parecían estar enamoradas en aquel sector, al ser su trabajo claro que saldrían a investigar. La simple idea ya le desagradaba, más ahora que sabía lo que era realmente el amor.
—Entiendo... yo me encargo de investigar esa parte... —pero desgraciadamente era su trabajo y no tenía opción.
Caminó con vagancia, simulando buscar algo, pero mucho interés en encontrarlo no tenía. Aunque para su mala suerte, justo cuando entró a un callejón para cambiar de calle, se vio sorprendido por dos personas que parecían ocultarse, ahogando un chillido cuando le vieron.
—N-no... —escuchó la voz destrozada de la chica, viendo como sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas. Rápidamente el chico se posó frente a ella, tratando de protegerla, a pesar de que su cuerpo temblaba y sus ojos también reprimían lágrimas.
Los labios de Atsushi se torcieron al ver aquella imagen. Los miró de manera detallada, bajando la vista hasta detenerse a sus manos que se encontraban agarradas, en un firme y tembloroso agarre, sintiendo una opresión en su pecho.
Sin duda, aquellas eran las personas que buscaban. No solo porque encajaban perfectamente en las descripciones que les había dado anteriormente, también porque tenían los signos de ser personas enamoradas.
Debía proceder a capturarlos e informar a sus compañeros del paradero de estos "criminales", era su trabajo después de todo. Pero aquellos rostros destrozados, bañados en lágrimas y el fuerte agarre que tenían en sus manos, en un desesperanzador intento de mantenerse juntos, le habían creado un nudo en la garganta.
Por un momento se vio reflejado en aquellas personas; en un escenario similar, donde en vez de aquellos chicos, fueran Dazai y él. Solo fue necesario aquella imagen para que un dolor fuerte se alojara en su pecho.
—Jefe, ¿ha encontrado algo?
Nuevamente la voz de Sigma le interrumpía, ante aquellas palabras vio como el estado en aquellos dos empeoraba, viendo temblar sus cuerpos. Respiró hondo y acercó nuevamente el transmisor para hablar claro.
—No, no he encontrado nada. Dudo mucho que ellos estén en la parte sureste, ni siquiera en el sur si dices que Akutagawa está ahí. Revisen la entrada del sector y los sectores vecinos, probablemente han huido a éstos.
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Me enferma el amor. 「 Dazatsu 」
Любовные романы«Pero es cierto, no hay un amor "saludable" que exista aquí. Por eso somos la Federación en Contra del Sentimiento Engañoso, abrazando pero destruyendo nuestro amor y llorando por encima de ideales. Cantando una melodía para idiotas sin un lugar a...
