048

3.8K 478 56
                                    

"FELIZ CUMPLEAÑOS":

Seungmin cumplía su tercer año de vida, el primero de muchísimo cumpleaños en casa de Jeongin y Christopher, el primero que celebraría junto a su nueva familia. Al ser despertado no comprendía bien lo que pasaba, principalmente por el sueño que tenía, pero cuando los adultos mencionaron la palabra "cumpleaños" en seguida lo relaciono con regalos. Y claro que quería regalos.

Le sirvieron un desayudo diferente al de sus hermanos, un pequeño muffin con una velita que apagó al soplarla, y luego de eso vino la hora de los abrazos, donde sus hermanos mayores le apapacharon hasta que se desesperó. No veía sus regalos. Jeongin le puso un conjunto nuevo de ropa, explicándole que hasta después de comer recibiría su obsequio. Insistió por unos minutos, pero el mayor le tranquilizó al prometerle muchos juguetes.

La rutina diaria se rompió cuando, al llegar a casa, Seungmin vio muchos rostros conocidos. Varios familiares, tanto de Jeong como de Christopher, había llegado para celebrar el cumpleaños del menor, o para al menor felicitarle y darle obsequios.

Al principio el más pequeño de todos andaba enojado, no quería que tanta gente estuviese en su casa, solo quería estar con sus hermanos y papás. Así que cuando un familiar le llamaba, se iba corriendo a refugiar con quien sea que estuviese más cerca de él, casi siempre, Hyunjin. Esas acciones solo hacían que todos miraran con ternura al menor, que recibió una gran cantidad de apretones en sus mejillas.

Sin embargo, no pasó mucho cuando notó que todos traían regalos para él. Vio que, si se acercaba a abrazarlos, ellos le mostraban cajas o bolsas, diciendo. - Es para ti Seungminnie, feliz cumpleaños. - Fue entonces que comenzó a ir con todos los adultos en su casa para asegurarse de que traían algo para él. Si encontraba a alguien que no tuviese algo, le preguntaba por el regalo, sonriendo cuando esa persona se comprometía a traerle algo después.

Jeongin le observaba al lado de la mesa del comedor. Justo había revisado que los invitados no les faltasen algo en la mesa, cuando vio a pelinegro asomarse a una bolsa mediana de color negro con bolas de distintos colores, usando sus manitas para tratar de ver el contenido. - Minnie, - Le llamó, haciendo que se asustara y se pusiera derecho, como si no hubiese hecho nada. - ¿Quieres un poco más de tu galleta?

Oh, la palabra mágica. - ¡Chi! - Gritó con sus ojos brillando, yendo hacia el mayor.

- Compartirás un poco con tus hermanos, - Y la sonrisa se borró, mientras el pelinegro volteaba a ver distintas partes de la casa, mirando a los nombrados que estaban dispersos. - Les darás un trozo a cada uno.

- No. - Aseguró con un puchero, era su galleta. El mayor ya sabía que se negaría, y también sabía que ese era un obsequio para él menor, por lo que estaba bien si no lo compartía. Solo quería ver su tierna reacción.

- Okay, - Accedió, extendiendo su mano para que la tomase él pequeño. - Pero les darás de tu pastel.

- ¿¡Patel!? - No sabía que habría un pastel, por lo que ansioso saltó. - ¡Mío!

Algunas veces Jeongin se preguntaba si esa había sido su primera palabra en pronunciar, pues parecía ser que la usaba más. Negó con su cabeza, Seungmin era único.

Cuando menos se lo esperaba el pequeño pelinegro estaba de pies en una de las sillas del comedor, con un pastel blanco para veinte personas frente a él, decorado con un honguito rojo del vídeo juego de Mario Bros, con su nombre escrito con chocolate bajo un "Feliz Cumpleaños". Tres velitas se hallaban esparcidas por el pastel, encendidas para que el pequeño las soplara. Todos los presentes cantaron para él, mientras el menor no podía sentirse más emocionado, dando brinquitos en la silla, al lado de ambos padres que cuidaba que no se fuese a caer.

Los pechos de Christopher y Jeongin podían sentir una reconfortante calidez al apreciar la sonrisa del más pequeño, podría ser que no recordase mucho de esa fiesta en el futuro, o que no comprendiese lo importante que era para ellos dos. La primera fiesta que celebraban junto a él, viéndolo como un hijo. Jeong había tomado tantas fotos, y Christopher realmente no podía apartar su vista del menor, sintiéndose tan orgulloso cada vez que uno de sus familiares se acercaba a él agradecido por cuidar de los seis niños, y felicitándolo por tan bonita familia.

La canción terminó, y sin siquiera esperar un poco más Seungmin sopló las velas, sin darse cuenta de que Félix también lo hizo y apagó un par. No pudo con la tentación. Los aplausos sonaron con fuerza, y antes de que empezaran a servirle pastel a los invitados, sus familiares insistieron en que se tomaran una foto los ocho junto al pastel. El hermano de Jeongin tomó su cámara, y él fue quien contó hasta tres para tomar una pequeña fotografía de los seis niños junto a los dos padres.

Al ser el día siguiente laboral, los invitados se retiraron temprano, llenando de besos al pequeño y de vuelta apretando sus mejillas. Poco a poco la casa volvía a solo tener ocho personas bajo su techo. Mientras Jeongin y Christopher se despedían de los padres del menor, los niños estaban sentados en la sala, aun comiéndose su porción de pastel.

- ¿Te gusto tu cumpleaños Minnie? - Preguntó Changbin.

El pelinegro asintió de arriba a abajo con efusividad, contestándose después. -Chi.

- ¿Y pediste un deseo cuando soplaste las velas? - Ahora Minho le interrogó, picoteando el plato ya sin postre en él.

No sabía que era eso, o al menos no sabría cómo hacerlo. Jisung notó su expresión confundida y se apresuró a explicarle. - Deseo es cuando pides algo para que se cumpla Minnie, es magia. - Sonrió levantando sus grandes mejillas. - ¿Qué quieres?

¿Qué quería? - Galleta. - Respondió pensando en el obsequio que aún no se había acabado.

- Aish Minnie. - Se burló Hyunjin, riendo por lo divertido de su hermano menor.

- ¿No quieres un perro? ¿O un dinosaurio? - Preguntó Félix, aun con el yeso en su brazo, solo duraría una semana más.

- Ño. - Él quería su galleta, por lo que enseguida dejó su plato y se puso de pie, para ir con Jeongin y que le diese lo que quería.

- Ay, este niño. - Se quejó Minho, como si fuese muchísimo mayor que él, negando con su cabeza.

El día continuó con los padres aun consistiendo al pequeño, y este jugando con sus hermanos, pero el momento más feliz del día fue cuando todos se sentaron en la sala y vieron a Seungminnie romper prácticamente todas las envolturas, abriendo sus regalos y mostrándolos a su familia. Estaba tan contento, que repartió algunos de sus juguetes con sus hermanos (solo para ese día, a la mañana siguiente deberían de estregárselos) para que jugaran con él. Seungmin no lo diría, pero estaba pasando un inmemorable cumpleaños, que siempre llevaría en su corazón, y no por los regalos, o por la galleta, tampoco por el pastel, sino por el amor que recibió por parte de todos, en especial, de sus padres.  

Cosas de Padres ヅ Stray KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora