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"MALA NOCHE PT. 1":

Un golpe fue lo que despertó a Jeongin. Se sobresaltó en su mismo lugar, percatándose de que medio cuerpo estaba casi por caer de la cama. Fue en ese momento que se dio cuenta también de que el ruido había sido ocasionado por el libro que ahora estaba cerrado en el piso. Estiró su brazo hasta alcanzarlo, y luego dejarlo sobre su mesa de noche, prometiéndose que por la mañana se encargaría de revisar en que página se había quedado.

3:14 A.M.

Ya tenía alrededor de cuatro horas de caer dormido a mitad de su lectura. Estiró también su brazo para ir hasta el interruptor de la mesita de noche, apagando la luz y luego dejando sus lentes de lectura en su estuche negro con detalles púrpuras.

Un bostezo salió de sus labios mientras se acomodaba en la cama, y fue entonces que se dio cuenta de algo que había pasado por alto desde que apagó la lámpara de noche. La puerta estaba abierta. Lo supo cuando notó el rayo de luz que entraba a su habitación.

Tal vez Christopher había ido al baño, o a la cocina. No lo sabía, todo ese tiempo estuvo dándole la espalda.

Volteó por sobre su hombro, y se llevó una gran sorpresa.

Entre la pareJa había un pequeño cuerpo, en posición fetal. Jeongin se sentó en la cama, volteándose para ver de quién se trataba. Le reconoció al ver esa cabellera negra tan lacia.

- ¿Minho? - El pequeño se removió en la cama, volteando hacia donde le hablaba el mayor.

- ¿Puedo dormir aquí? - Preguntó con un tono de voz muy bajo, delatando que había estado llorando.

Jeong se alarmó al ver esos pequeños ojos rojos. - Claro pequeño, no tienes por qué preguntar – Se puso de pie, para tomar las sabanas que estaban casi del lado del pelimorado (quien solía arrebatárselas con mucha frecuencia) y cubrió de manera correcta al pequeño. - ¿Qué ocurrió? ¿Una pesadilla?

Se acostó de vuelta, dejando su rostro a la altura de Minho para poder poner toda su atención en lo que le dijera. El sueño se había esfumado gracias a la preocupación de ver así a su fanático de Spiderman.

El pelinegro negó, sorbiendo luego por su nariz un tanto roja. - Me siento mal, - aquello alarmó mucho más a Jeong. - Me duele la cabeza, y mi pancita.

La mano del mayor fue hacia la frente del menor, levanto el flequillo y sintiendo lo caliente que estaba su piel. - Minho - Murmuró, llevando su otra mano a su mejilla para acariciarla. - ¿Tienes rato sintiéndote así?

- Desde que me fui a la cama, no he podido dormir.

Bien, Jeongin comenzó a asustarse más, pero tenía que verse calmado. - ¿Por qué no me despertaste? ¿O a Chris?

Los ojos de Minho se volvieron a llenar de lágrimas, se sentía muy mal. Jeong se sentó en la cama y estiró su brazo para sacudir a Christopher. 》 Chris, despierta. - El peli morado soltó un gruñido decidido a solo oír lo que le fuera a decir Jeongin, por la mañana tenía que madrugar. - Christopher por favor, es Minho.

Como si le electrocutaran, el pálido abrió los ojos y se sentó en la cama, volteándose para ver a su novio. - ¿¡Qué ocu – Se interrumpió al verle en medio de ellos, llorando.

Su instinto le hizo acercarse al menor, poniendo su mano en la frente para darse cuenta por sí mismo que la temperatura de su cuerpo era muy alta. Hasta el momento, Minho lloraba en silencio, solo dejando que las lágrimas corrieran por su rostro y respirando de manera brusca.

Christopher le hizo sentarse también en la cama, para examinarle mejor. No contó que al hacer eso haría que se mareara un poco más, y que hiciera una expresión de asco que bien conocía. Iba a vomitar.

Con una velocidad increíble se levantó de la cama y fue hasta el bote de basura que se encontraba al lado del closet, llevándolo hasta Minho quien se aferró a este apenas lo tocó. Abrazándolo contra su pecho, el pelinegro comenzó a vomitar su cena, tosiendo con fuerza y llorando por la horrible sensación.

La mano de Jeongin no dejaba de acariciar la espalda del pequeño, mientras su otra mano le ayudaba a sostener el bote de basura. Tosía unas veces antes de volver a soltar la ácida y asquerosa sustancia, que le quemaba un poco la garganta y le hacía llorar más fuerte. Para cuando su tortura terminó, el mayor le quitó con cuidado el bote para dejarlo en el suelo. Su mano fue de vuelta a la carita del pelinegro, retirando sus cabellos de la frente y observando con preocupación lo mal que se veía.

Christopher entró al cuarto, sorprendiendo a Jeongin quien no se dio cuenta de cuando se fue.

- Está sudado. - Le avisó, y Christopher se sentó en la cama con varias cosas en manos. Primero le dio un termómetro a su novio para que él mismo se lo pusiera al menor, mientras que Christopher le acercó un vaso con agua a sus labios.

- Enjuágate - Le pidió Christopher, acercándole de vuelta el bote para que escupiese el agua con mal sabor. Minho obedeció. En ningún momento se detuvieron las lágrimas. - ¿Te duele mucho la cabeza?

El pelinegro jadeó cuando el frío termómetro fue colocado bajo su axila, y luego de eso asintió. Se sentía ido, no muy consciente de lo que pasaba a su alrededor.

- Oh Minho, ¿Por qué no nos despertaste? - Repitió la pregunta Jeongin, acariciando su rostro con cariño.

De nuevo no respondió con palabras, su llanto se acrecentó. Christopher se acercó y le abrazó, consolándolo mientras miraba la angustiada expresión de Jeong.

- Traje pastillas y unos jarabes, ¿Cuál le damos?

Jeongin se puso de pie luego de dejar una caricia en el brazo del pelinegro, y fue hasta el montón de medicamentos que trajo del baño. Los revisó, tomado unas pastillas luego de revisar su caducidad. Las habían comprado hacía ya bastante tiempo, cuando una vez que se quedaron a dormir Changbin, Hyunjin y Seungmin, quien tuvo esos síntomas había sido el mediano de los hermanos. Habían pasado varios meses de eso.

- A-appa, - Sollozó Minho, aferrándose al pijama de Christopher. - Me d-duele.

El corazón de ambos adultos se contrajo, a la vez que Chris abrazaba con más fuerza al menor, dando un beso en su frente caliente. Jeongin casi llora, por la manera con la que les llamó, agotado. Por primera vez les llamaba appas.

Jeongin fue hasta él para retirarle el termómetro, observando el resultado. - 38 grados, - Volteó a ver a su novio. - Creo que estaría bien que tomara esto Chris.

La extendió la caja de pastillas, y Christopher la examinó igual antes de asentir. - Si continúa sintiéndose mal, lo llevamos al hospital. 

Cosas de Padres ヅ Stray KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora