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"BEBÉ LLORÓN":

- Me duele la cabeza. - Dijo Minho desde su asiento, cerrando sus ojos al hacer una expresión de dolor.

Jeongin se volteó para verle, y lo analizó. No se veía enfermo, no como hace unas semanas. Entrecerró sus ojos, no sería engañado por Bang Minho.

Al día siguiente de cuando enfermó, el niño estuvo rodeado de atención. La pareja le consintió, dejándole estar en cama todo el día y llevándole de comer. El pelinegro pasó el día entero envuelto en las sabanas de los mayores, con los peluches que le llevaron sus hermanos y viendo una que otra película. Y por supuesto que el menor gozó eso, al punto de que no quería sentirse mejor.

Decidió fingir estar enfermo de vuelta, tal vez así podría pasar otro día perfecto.

Pero no, no ese día. - ¿de verdad te sientes mal? - La voz de jeongin sonó un tanto preocupada, aunque realmente no lo estuviera.

- Chi. - Recurrió a su voz tierna y al adorable puchero que derretía el corazón de ambos adultos, pero se mantuvieron firmes. No podían ceder.

Christopher suspiró, buscando un lugar disponible para estacionarse. Ya estaban cerca pero había bastante tráfico, y lo mejor sería caminar solo unas dos cuadras hasta llegar al lugar. Miró el retrovisor a los niños, Seungmin estaba dormido en su asiento, en medio de los mellizos y Hyunjin. El trio de cuatro años miraban preocupados por las ventanas que les quedaban más cercanas. Detrás de ellos, Minho seguía haciendo caras, y Changbin le miraba curioso. Lo cinco más grandes con uniformes.

Había llegado el día, los niños entrarían a la escuela. A Christopher y a Jeongin les costó un poco encontrar la ideal, pero lograron hallar un instituto con Jardín de Niños, Primaria y Secundaria. Inscribirlos fue un poco complicado, debido a que el director no se veía muy cómodo al aceptar que los padres de sus alumnos fueran dos hombres.

Está vez la pareja no fue a buscar otro colegio, realmente querían que sus hijos estudiarán allí debido a las asombrosas recomendaciones de familiares, por aquello decidieron insistir. No fue necesario hacerlo por mucho tiempo, en menos de lo que pensaban ya estaban inscritos los cinco niños. Minho asistiría a segundo de primaria, y Changbin a primero. En cambio, los niños de cuatro serían compañeros en el segundo año de Jardín de Niños.

Seungmin en cambio, estaría aún un año con sus padres y de vez en cuando con sus abuelos.

El pelimorado encontró estacionamiento, y acomodó el auto antes de voltear a ver al pelinegro, seguía haciendo pucheros. - Pues si te sientes mal supongo que no tendremos que llevarte a la escuela por hoy. - Dijo y Jeongin le miró como si estuviera loco, ¿En serio había caído?

- Sí, creo que dormir me ayudara. - Minho hizo lo posible por no sonreír, había funcionado su actuación, o eso creía.

- Nada de eso, te llevaremos al hospital para que te den una inyección.

El rostro de Minho mostró cuan asustado estaba al escuchar esa palabra, y en seguida se puso a negar. Jeongin ahora miró a su novio con una sonrisa, comprendiendo lo que tramaba. - Sí Minho, tendremos que llevarte.

- ¡No! - Se negó, y Jisung se puso a reír, contagiado a Félix.

La pareja también rio, y ambos bajaron del carro para ir a las puertas traseras y abrirlas. Uno a uno fueron bajando, Christopher cargó entre sus brazos al dormilón de Seungmin. Jeongin acomodó los adorables uniformes que portaban sus niños. Los más pequeños tenían un short gris, unas calcetas blancas hasta las rodillas con unos zapatitos perfectamente lustrado, en la parte superior un suéter verde obscuro sobre un chaleco del mismo color, con el escudo de la escuela grabado en el pecho y un tierno corbatín gris en el cuello de camisa blanca. El de Changbin y Minho era parecido, a excepción de que el color cambiaba a azul marino y que en vez de moño era una corbata.

Jeongin no paraba de tomarles fotografías, también pasar su mano por sus cabellos peinados hacia atrás, ignorando por completo las quejas de los niños.

Al ir todos al mismo instituto les ayudaba a sentirse un poco menos nerviosos, pero aun así estaban asustados. Hyunjin se sostuvo de la mano de Jeong, tirando de ella. - No quiero ir. - El pelinegro había olvidado la cantidad de veces que había escuchado esa frase, y no solo de Jinnie.

Los mayores ya sabían que decían eso porque no querían separarse de ellos, Hyunjin ya les había explicado que tenía miedo de que le abandonaran como sus padres. Comenzó a caminar detrás de Christopher, con Changbin y Minho cargando sus mochilitas en la espalda.

- Escuchen, - Les dijo a los menores. - Van a divertirse, harán amigos y aprenderán mucho. - Seguía viéndose inseguros, por lo que siguió hablando. - Prometo que Chris y yo vendremos por ustedes a la salida y luego los llevaremos a comer. Y traeré un pastel de mi trabajo ¿Les parece?

Con la mención de ese delicioso postre los niños miraron con sus ojitos brillosos a Jeongin, y este sonrió sabiendo que había logrado su cometido.

Conforme se acercaban a la escuela, veían más padres acompañando a sus hijos, también había niños que llegaban solos o incluso con amigos. El corazón de la pareja se estrujó un poco al imaginarles viniendo luego solos, de un momento a otro crecerían. Christopher abrazó a Seungmin, despertándolo. Se acomodó en sus brazos, confundido al ver el lugar en el que estaban. Ya estaban cerca de la puerta, donde los padres despedían a sus hijos.

- Chris hyung. - Le llamó, frotando sus ojos con su manita.

- Vamos Minnie, despídete de tus hermanos. - Le animó Christopher, apuntando a los niños que escuchaban atentos uno de los tantos consejos que Jeongin les daba, este era sobre esperarlos dentro de la escuela hasta que ellos llegaran.

- ¿Eh?

Seungmin miró a sus hermanos con atención, ya más despierto. Hyunjin estaba llorando un poco, sosteniendo las manos de ambos mellizos. Jeongin les dio besos a todos en la frente, después ellos fueron hasta Christopher para recibir otro beso junto a un "Buena suerte". Se despidieron con un movimiento de mano de Minnie que les ayudaba a encontrar su grupo, comenzó a llorar.

》 ¡JINNIE! ¡BINNIE! - Les gritó para que regresaran con él, pero solo hizo que se voltearan y volvieran a despedirse. - ¡ISUNG! ¡LIXIE! ¡LINO!

Christopher le abrazó enternecido, tratando de calmar su llanto, pero no daba resultados. Quería ir con ellos, mejor dicho, quería que estuvieran a su lado.

- Ay Minnie, detente o yo también lloraré. - Jeongin dijo sorbiendo por su nariz, jamás en su vida se había sentido de ese modo. Sus pequeños iban a clases. - Ay Channie, siento que cuando menos me dé cuenta, estarán yendo a la Universidad... ¿Estás llorando?

El pálido negó, ocultando su rostro en la cabeza del bebé llorón. - Ya vámonos antes de que Minnie lloré más. - Se excusó, con su tono de voz delatando que sí estaba llorando.

Jeongin sonrió, dejando una suave caricia en los cabellos de su amado, para luego limpiar las lágrimas del pelinegro. Luego volteó a sus pequeños, percatándose de que ya no estaban a la vista suspiró y entrelazó su mano con la de su novio para tirar de ella. - Vamos bebé llorón. - Dijo sonriendo.  

Cosas de Padres ヅ Stray KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora