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"HELADO":

- Bien pequeño, ahora inténtalo con cuidado. - Le pidió el doctor a Félix que estirase su brazo, sin presiones. Al tenerlo tanto tiempo en la misma posición, le costaría algo de trabajo poder doblarlo y desdoblarlo como antes.

- ¿No me va a doler? - Preguntó al adulto a su lado, Jeongin. Estaba asustado, principalmente porque recordó el dolor que sufrió hace casi un mes.

- No si lo haces con cuidado, tómate tu tiempo. - Le aconsejó Jeong, pasando su mano por la espalda de su hijo.

El doctor se colocó frente al menor, estirando su brazo entero. - Intenta hacer esto, hasta donde puedas Félix, no te vayas a lastimar.

El pequeño asintió, comenzando a estirar su bracito derecho. Temía escuchar el tronido de su codo, pues su brazo se sentía aún muy rígido. Lo detuvo en un ángulo de 140 grados, observando con sus ojos bien abiertos a este.

》 Bien hecho Félix, - Le felicitó el doctor al ver el pequeño logró abrirlo un poco más a como estaba anteriormente. - Ahora intenta regresarlo.

El menor obedeció, comenzando a atraer el brazo hacia su cuerpo despacio. Lix abrió la boca emocionado, sonriendo mientras exclamaba. - ¡No me dolió!

Festejó dando saltos en su asiento, logrando que Jeongin aplaudiese un poco felicitándole. - excelente Lixie, pronto podrás moverlo como antes. - Le dijo Christopher.

El pequeño rio, cerrando un poco los ojos y Jeongin sintió tanta ternura que le paso una mano por esos cabellos castaños. - Así es Félix, solo tienes que tener cuidado ¿Okay? - Le dijo, extendiendo una paletita de color rosa que sacó de un bote con varios caramelos multicolores. El pequeño estiró el brazo izquierdo y tomó la paleta, y gustoso se la ofreció a Jeongin para que este retirara la envoltura.

Luego de eso, el doctor guardó sus manos en los bolsillos de la bata, para dirigirse a los padres. - Su brazo está en perfecto estado, si hace sus ejercicios todos los días, con cuidado, en una semana estará como nuevo.

- Muchas gracias, - Christopher hizo una reverencia, mientras Jeongin se levantaba de la camilla en la que estaba sentado, ayudando a Félix también a bajar para luego darle su paletita. - Agradece Lixie.

- ¡Muchas gracias hyung! - le chiquillo imitó a sus padres, inclinándose hacia adelante para después meter la paleta en su boca.

- Por nada, un gusto atenderlos, que pasen un buen día.

Y se retiraron. Félix tomó la mano de Christopher mientras comenzaba a hablar. - ¿Y por qué no puedo quedarme con mi brazo de colores?

- Pues porque no podrás jugar con él. - Le explicó Jeongin.

- Pero tenía muchos dibujos míos.

- Tenemos muchas fotos del yeso. - Le recordó Chris, pero al ver la expresión inconforme del pequeño, propuso. - Te portaste muy bien, y lograste mover el brazo un poco, ¿De qué sabor quieres tu helado?

Definitivamente esa pregunta le elevó el animó. - ¡Sí! - Gritó, dando un salto.

- Shh, Lixie, - Jeong rio. - No debes gritar en los hospitales.

El niño también rio, utilizando su brazo derecho con dificultad para tomar el palito de la paleta, para continuar lamiéndola.

Apenas salieron por esas puertas grandes de cristal, el pequeño volvió a hablar entusiasmado. - Yo quiero de galleta, a Jisung y a Seungmin les gusta el chocolate, el de fresa les encanta a Minho y hyunjin ¡Y a Binnie le gusta el de vainilla!

Los padres miraron con cariño al menor, quien se había aprendido los sabores que prefería cada uno de sus hermanos, también por pensar en los niños que les esperaban en casa de los padres de Jeongin, seguramente jugando en una de las habitaciones.

- Vamos entonces.

******

- ¡HELADOOOOO! - Gritó Félix al entrar a la casa de sus abuelos.

Por supuesto primero saludó a los mayores con un beso en sus mejillas, y luego de eso se fue corriendo mientras gritaba aquello a los niños.

- ¡Oh baby! - Jisung fue el primero en recibirlo con un pequeño abrazo, siendo correspondido al instante, llamándolo con el apodo cariñoso que le había enseñado el menor de sus padres.

- ¡Lix! - Hyunjin fue detrás de Jisung, mirando con curiosidad su brazo. - ¿No te dolió? - Preguntó el de ojos rasgados apuntando al brazo que continuaba colocando como si tuviese el yeso, solo por costumbre.

- Noup, - Finalizó levantando la trompita, mirando a los cinco niños. - Nada de nada.

Minho pasó con cuidado su mano por el brazo del niño, justo donde se había lesionado, ya no parecía haber nada malo.

》 ¡Appa y yo trajimos helado! - dijo de la nada, tomando la mano de Minho para tirar de ella. - ¡Del sabor que más les gusta!

De pronto hubo una pequeña estampida de niños, que llegaron a la cocina casi empujándose, para luego saltar pidiendo su porción del frío postre. Apenas les fueron entregados, se les pidió que lo comiesen sentados y que no hicieran desorden. Pero vamos, la pareja ya conocía como eran sus pequeños. Al final, Jisung tenía gran parte de su ropa sucia, y por alguna razón, Seungmin no solo alrededor de la boca estaba manchado de chocolate, también parte de su cabello. Todo un desastre.

- ¡Más! - Pidió extendiendo su bote vacío hacia sus hermanos, para que le pusieran del que quedaba.

- No Seungmin, tú ya comiste tu parte. - Le dijo Christopher colocándose en cuclillas al lado de él, para quitarle el bote y, con una servilleta humedecida, tratar de quitar las manchas en su rostro.

- ¡Nah! - Gritó molesto, pero Christopher continuó haciéndolo hasta que la menos se veía un poco mejor.

- Llegando a casa te daremos un baño.

- ¡No quielo! - Gritó pataleando.

Christopher negó con su cabeza, poniéndose de pie para tirar a la basura el bote, escuchando como el pequeño amenazaba con hacer un berrinche, otra vez. Apenas entró al comedor, escuchó la conversación entre su pareja y sus suegros. - Ay Innie, dale un poco más de helado, creo que tengo un bote en el congelador.

- No omma, ese niño siempre hace berrinches y no vamos a complacerles todos.

- Yo se lo voy a dar. - y se puso de pies para hacerlo por ella misma.

Christopher negó con una sonrisa, viendo como también el hombre mayor se carcajeaba al ver a su terca esposa.

Como toda una abuela que consiente a sus nietos, la madre de Jeongin salió de la cocina con una taza llena de helado napolitano, y se lo entregó al pequeño quien contentó dejó de llorar y rápido comenzó a degustar su nieve, recibiendo unos besos en sus mejillas. La ternura de esos niños lograba hacer que todos quisieran cumplir cada deseo de ellos.  



Pregunta, ¿Les gusta el shipp entre Hyunjin y Minho?

gracias por leer✨🥺

Cosas de Padres ヅ Stray KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora