Overlord: La Contraparte Del Ser Supremo

Capítulo 30

La vista de su regresó fue demasiado confusa para él; Souta usaba un seudo-clon para reemplazar la existencia de la espada Kilineiram, explico algunas cosas a Blue Rose, cosas que refutarían su ausencia, ya que, si se encontraban en momentos de peligro mientras él estuviera ausente, así no lo culparían por no haber hecho nada, pero eso no quería decir que las dejaría indefensas, sea como sea, su cuerpo se encontraba en manos de Lakyus, la espada Kilineiram, el nuevo cuerpo de Souta, su cuerpo original fue destruido por la magia salvaje de un lord dragón; él tenía la opción de crear un arma de igual proporción a la antigua arma Kilineiram, pero no lo hizo, no veía necesidad por el momento de realizar tal cosa, pero tenía pensado hacerlo tiempo después; uno de los integrantes de Blue Rose, una vampiresa que vivió desde mucho siglos atrás, para alguien como él que conocía poco de este mundo, era una bendición en sabiduría, aunque nunca pregunto sobre su vida misma, la propia Evileye soltaba datos en cada momento que podía, no uso magia para ganarse su confianza, ya que esta persona al vivir tanto tiempo, debería de tener muchos contactos, si uno de ellos resultara ser un poseedor de magia salvaje poderosa, las habilidades que usaría en ella podrían verse descubierta, dando por terminada la recopilación de información y siendo perseguido por aquellos grupos, y aunque resultara difícil reconocerlo, la magia salvaje era demasiado para él, quien no poseía un ítem mundial para poder contrarrestarla, investigar métodos de contrarrestar la magia también era difícil, ya que la propia magia salvaje era conocida como magia que solo los verdaderos dragón lord poseían; su cuerpo se dividía en dos cosas o seres cada vez que él se iba a las reuniones, un seudo-clon, quien poseía su cuerpo y un alma artificial, y un alma con un cuerpo artificial, volver a su cuerpo que era la espada era cosa sencilla, no importaba donde se encontrara, su alma verdadera estaba unida al cuerpo, por lo que, solo tenía que pensar en regresar y volvería, pero claro, el tiempo que tardaría en recorrer el mundo era algo desconocido, a lo mucho, pensó que podría tomar años o en algunos segundos, al ir a las reuniones, Momonga abría un portal dimensional que conectaba dos espacios, usando eso, aparecía rápidamente en ambos lados sin siquiera dejar rastros o algunas pistas de su desaparición, para un alma andante como él, era una bendición; lo mismo paso esta vez, usando el mismo método, volvió a su cuerpo original, pero lo primero que vio al entrar en su cuerpo, fue a una mujer golpeando el rostro de Lakyus, solo para que segundos después, elevara el cuerpo de Lakyus mientras sostenía su cabeza, no conocía la situación actual, pero podía escuchar algunas palabras proveniente de Evileye; si ella no estaba entrando en acción para luchar contra ella, eso quería decir que la propia persona no era un enemigo, pero también hacia ver que el momento en si no era muy agradable, así que decidió actuar, primero la empujó con una onda de choque mágica normal, después de eso, trato de amordazarla con cuerdas divinas, un método del cual no podría liberarse fácilmente si no poseyera algún arma cortante que posea atributos sagrados, aunque era posible cortarlas antes de que te atrapen, si lo lograban era casi imposible liberarse; las cuerdas se dirigieron a ella desde el suelo, la mujer delante suyo esquivo y corto las cuerdas, para acelerar el proceso, Souta uso una habilidad para crear fango, un fango resbaloso con el atributo de ralentización en el objetivo, volviéndolo lento y ocasionando que pudiera perder el equilibrio rápidamente; y eso fue lo que pasó, poco después uso las mismas cuerdas divinas y ato sus extremidades con una sola cuerda.

- Solo me ausente un momento, ¿Qué pasó? –

Cuando Souta habló libremente aun transformado en una espada, la mujer que se estaba revolcando el barro, agitándose y tratando de romper con los dientes o garras, se sorprendió, mostrando una cara estupefacta ante tal situación, poco después, las palabras de Evileye desviaron su atención de Souta y se le dirigieron a ella.

- Es una conocida. –

- Lo suponía, parecía que no te hacia caso. –