Overlord: La Contraparte Del Ser Supremo

Capitulo 9

Ainz quien se encontraba molesto por la acción del rey elfo, había decidido ir en su búsqueda por lo que tenía pensado llamar a algunos guardianes que no estuvieran ocupados, pero antes de que eso ocurriese, Sus lo detuvo.

- Ainz, tenemos que encargarnos de esto, tanto tú como yo. –

- Como sigo diciendo, Sus, tienes que llamarlo Ainz-sama. –

- Ya sé, solo lo olvide. –

- Sus, dijiste que pudiste medir su nivel, ¿en verdad crees que, con solo nosotros bastara? –

- Si lo creo, además yo participaré, aunque no lo parezca soy muy hábil. –

- Ya veo, entonces así lo haremos. –

- Ainz-sama, lo siento tanto. –

- Silicia, no tienes que disculparte, no pudiste hacer nada, además de que acabas de resucitar. –

- Incluso se tomó la molestia de resucitarme, lo siento tanto. –

- No fui yo el que te resucitó, fue Sus, si buscas agradecer a alguien, dale las gracias a él, además sé muy bien que incluso si hubieras estado viva, hubieras hecho todo lo posible para que Mare este a salvo, así que no te mortifiques. –

- Gracias, por sus grandes palabras Ainz-sama. –

- Sus, mi hija. –

- Si, lo sé Rulia, no te preocupes la recuperaré, como también a Mare. –

- Gracias Sus. –

- Quisiera darle las gracias por haberme resucitado. –

- No te preocupes, es algo que tenía que hacer, no dejare que ese estúpido rey, venga con la idea de que al menos se llevó a uno consigo. –

- Entonces, primero debemos de buscar la ubicación de Mare, y de la niña que esta junto a él; Sus, tienes idea de donde podría estar. –

- No, pero ahora mismo lo averiguaré. –

- Ya veo, de verdad tienes muchas habilidades. –

Sus buscó la ubicación de Mare y de Lili, por medio de la clarividencia, tras buscar un rato pudo saber la ubicación; así que iban a partir en ese momento; Aura quien era la hermana gemela de Mare, como también su mayor, estaba también molesta contra el elfo que maltrato a su hermano pequeño, así que, junto a sus distintas mascotas para servir de montura, e ir rápido al encuentro de Mare. Ainz, junto con Sus y Aura, habían partido, los hanzos que estaban junto a ellos, al parecer estaban reunidos para proteger a Ainz por lo cual nada pudieron hacer ante el rápido ataque que realizo el rey elfo, ya que el ataque no había durado más de 1 minuto, en ese minuto el rey elfo había matado a Silicia, y secuestrado a Mare junto a Lili, por lo que la decepción se sintió, el incumplimiento de no haber protegido a uno de los siervos de Ainz-sama, era algo que les destrozaba por dentro; habían dejado a Rulia, junto con Silicia, Fania y Olivia, quienes se decepcionaron de lo débiles que podrían llegar a ser, solo pudieron ver como alguien más salvaba a uno de sus seres más importantes.

Mare no sabía dónde se encontraba, pero recordaba como un elfo había aparecido de la nada, pasando todas las capas de protección, algo que lo sorprendió unos segundos, pero esos segundos de distracción permitió que el elfo matara a Silicia, y encestara un golpe hacia el torso de él, y a Lili, a excepción de él, Lili no había aguantado el golpe, por lo que vio como Lili se desmayaba, pero Mare quien estaba todavía consciente, recibió varios golpes en el mismo lugar, él al ser un especialista en la magia y no en la lucha cuerpo a cuerpo, poseía una menor resistencia en comparación con los demás guardianes, pero él lo compensaba con su fuerza mágica destructiva, pero fue solo en este momento que vio que esa fuerza mágica no sirvió de nada, por lo que un sentido de culpa lo inundó; había oído una vez las palabras de Neia Baraja, una seguidora de Ainz-sama, ella profetizaba muchas enseñanzas, pero la principal era que: "Ainz-sama es la justicia, y la debilidad es un pecado", Mare había aceptado esas palabras, pero él no pensó en ningún momento que él era tan débil, era una creación de uno de los seres supremos, no tenía por qué pensar en ningún momento que él era débil, no lo tenía permitido; pero hoy supo que él era débil, aunque poseyera magia destructiva muy poderosa, seguía siendo débil, dejar que lo capturaran era su principal razón.