Capítulo 53

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Quizá era un sentimiento nostálgico, o tal vez no, después de todo, este sentimiento nunca había sido sentido por él en toda su vida, debido a ese talento innato, o maldición como él lo llamaba, tal sentimiento era completamente nuevo, pero a la vez no, el sentimiento de aceptar a la muerte, el fallecer sin dejar un significado atrás.

¿Eran recuerdos?, o meramente era aquello que llamaban sueños, para él, quien en ese entonces era un niño con una tétrica maldición que le desgastaba el cuerpo, esto era un remedio, la cualidad sumamente rara y cansada con la que había estado viviendo, era algo pesado, sus padres preocupados hicieron todo lo posible para cambiar algo en su vida, arreglar su defecto para que su hijo viviera feliz, ya que al no permitirse el dormir, el cansancio del día, se acumulaba en su cuerpo día a día, debido a ello, este vivía con muchas precauciones, incluso si no durmiese, debía de descansar su cuerpo, cerrar los ojos para que luz no moleste su vista, incluso en plena noche, su conciencia no podía descansar, dormir era tal vez un sueño que nunca se pudo cumplir, pero, para retribuir eso, algunas imágenes pasaban por su cabeza a cada momento que cerraba los ojos, esto era un sueño, según los otros niños, para él esto, era sumamente agradable, sentir algo que los demás también sentían, las imágenes presentaban la vida de un ser misterioso, tras realizar preguntas, supo que era un ángel, pero como desconocía las jerarquías y las razas variantes de los celestiales, los ángeles solo eran conocidos como tal, ellos desconocían completamente cualquier diferencia en una raza que no se había visto desde hace siglos. Su día a día transcurría en ayudar a sus padres en su trabajo, quienes era meramente agricultores, sencillos, humildes y de poco monto monetario, pero una cálida familia, no tenía hermanos o hermanas, un hijo único cuyos padres apreciaban tanto que dieron todo de si para poder buscar la manera de hacerle las cosas más fácil a su hijo, adaptando a su cuerpo a la cualidad con la que había nacido; el tiempo pasaba y pasaba, su cuerpo se había acostumbrado al cansancio mental, las imágenes que pasaban por su cabeza, iban cambiando poco a poco, la historia que contaba era un tanto difícil, pero para un niño en ese entonces, podría ser considerado historias heroicas, salvando a la gente en sufrimiento, poco a poco, aquellas imágenes se volvieron emociones que influenciaban en su vida, la historia de un ángel que bajo de los cielos para salvar a la gente en sufrimiento, similar a los cuentos que se contaban sobre uno de los 13 héroes, el ángel Arael Invar, esto lo volvía un tanto feliz, ver las hazañas de tal galante figura, eran como los recuerdos que este vivió, era una bendición que ocupaba su maldición, esto le dio un motivo por el cual seguir avanzando incluso con todo el cansancio mental que su cuerpo almacenaba diariamente desde su nacimiento, con todos los recuerdos grabados en su memoria, y muchos más por reproducirse en su mente, tuvo el sueño de convertirse en un excelente bardo, uno de gran valor que alegraría a la gente y traería sonrisas alegres al igual que ese ángel lo hacía:

 Su día a día transcurría en ayudar a sus padres en su trabajo, quienes era meramente agricultores, sencillos, humildes y de poco monto monetario, pero una cálida familia, no tenía hermanos o hermanas, un hijo único cuyos padres apreciaban tanto q...

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El final de la guerra contra los dioses demonios, cuando el último de ellos, el dios dragón había sido derrotado, la tragedia empezó, sin salida alguna, los pilares de todo el grupo de coalición, futuramente conocidos como los trece héroes, lucharon unos con otro a muerte, el motivo fue algo triste, pero necesario, el líder de los trece héroes logró asesinar a su mejor amigo, pero él había sido herido de muerte, con toda esperanza, aquel líder que guio a todas esas razas como un héroe y un buen amigo, pereció, confiando en la magia de resurrección, trataron de traerlo nuevamente a la vida, pero este se negó a tal acto, trayendo más tristeza a los corazones de sus compañeros, y al ángel, quien había depositado su confianza en esa persona, con un corazón herido, Arael se decidió a ir por el mundo, en busca del alma que guiaría a este mundo a un buen lugar, y ahora que los dioses demonio se habían marchado, un gran futuro les esperaba, aunque él, a quien le deposito su gran confianza no estuviera más en este mundo, seguiría avanzando por el mundo que salvaron juntos; en una historia de héroes, ese sería el final de todo, uno un tanto triste, pero, ahí no termino...; tras la caída del miedo de los dioses demonio, y la perdida de dos seres centrales que guiaron sus aventuras, gran parte del grupo se dividió, Jinas y algunos más se dirigieron al lugar en donde estaba su hogar, la tumba del héroe Bruthus también seria puesta en el lugar, otro grupo se dirigía con sus respectivas familias, o lo que quedaban de ellas, uno de ellos también se dirigió a su hogar, pero su presencia fue un tanto marcada como algo despreciable, ya que se había revelado su verdadera identidad como lord dragón, una de las entidades más fuertes del mundo, quien a través de una marioneta, usaba sus poderes, o al menos un porcentaje de ellos, esto por supuesto, molesto a la gran mayoría, ya que, en cada batalla que luchaban lo daban todo, pero este luchaba sin poner su vida en riesgo como los demás lo hacían o lo hicieron, no dando todo de si para protegerse entre otros, era algo que enfado a la gran mayoría que tuvieron a alguien cuya vida se perdió dentro de la batalla, no dando todo de si en la lucha, fue reprendido por no ayudar en la subyugación de los dioses demonios en su verdadera forma mucho tiempo atrás, ocasionando así, la perdida de muchos de sus compañeros, no solo esto fue motivo de molestia, sino por el hecho mismo de su propia raza, quienes eran los más poderosos, pero que se mantuvieron alejados del peligro y dejaron el mundo a merced de unos despiadados seres, tal cosa fue algo imperdonable; Arael, por otra parte, se fue en busca de alguien en quien depositar la esperanza y futuro de mundo, junto a él, estaban dos seres de alto poder y de un alto estatus, una alta elfa, la última de su clase, una mujer de grandes poderes especiales con los que ella había nacido, aunque tal poder era en efecto, poder espiritual, como la información de ello había sido despojada de este mundo, se tomó como una habilidad sumamente rara y de gran poder; otro de los que seguían a Arael, era un lord Kijin, una variante un tanto fuerte de su propia raza, se ostentaban como la cúspide de su especie en este nuevo mundo, estos dos eran los únicos que seguiría a Arael en su viaje alrededor del mundo, no tenían familias con las que volver, e incluso si volvieran a sus naciones, no tendrían mucho que celebrar, sus familias y amigos habían sido víctimas de los actos desastrosos de los dioses demonio, por ello, si volvían, lo único que harían seria visitar las tumbas de aquellos a quienes consideraron seres queridos, pero el dejar que un compañero viaje solo era algo que les dejaba mal sabor de boca, así que siguieron a Arael para que este no sintiera el sentimiento llamado soledad.

Overlord: La Contraparte Del Ser SupremoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora