—Muy buenas mi señor.
María se inclinó al estar ante la presencia de quién llamaba su líder, Jared al quedar a su lado imitó de igual forma la posición, dejando en el suelo a Susan, quién aún yacía inconsciente.
—Te trajimos un presente.
—¿Una humana?
—Seguramente era de la expedición de esta mañana, han vuelto a abrir el laberinto.
—Malditos humanos ¿Cuántos humanos debemos asesinar para que aprendan a mantener esa puerta cerrada? Les dimos la oportunidad de permanecer con vida y ¿como la desperdician? convirtiendo nuestro territorio en una zona turística.
—Seguramente esta vez si nos dejaran en paz, el estúpido de Marcos revelo su identidad y ellos ahora saben que aquí no habitan solo animales.
Aquel hombre se levantó de lo que él consideraba su trono que no era más que un montón de piedras apiladas que formaban su asiento. Se acercó a Susan y con una sola olfateada mostró un gesto de repulsión.
—Ella no me sirve.
—¿Porqué?
—Esta ciega, defectuosa para mí, yo quiero a alguien con sus cinco sentidos intactos.
Jared se mostró igualmente disgustado, llevar esa ofrenda sólo había sido una pérdida de tiempo.
—Bien, si me lo permite mi señor, de inmediato me encargaré de ella.
—No creo que sea necesario, Marcos está en camino.
Y dicho y hecho, apenas al terminar de hablar, Marcos llegó a aquella zona con la respiración agitada por haber estado corriendo.
—¿Qué le hicieron?
—Nada, un muro se le atravesó en el camino... —Se burló Jared apartándose del lado de Susan.
—Marcos ¿esa es la humana que elegiste de presa? —Los ojos de María parecieron brillar. —¿Por fin asesinaras a un humano?
Marcos negó sin siquiera dudarlo, acercándose a Susan para cargarla.
—No María, y se lo he dejado muy en claro a tu "Señor", ni aunque termine exiliado de estas tierras, jamás asesinare a un humano, no tengo interés en ser aceptado en su "familia".
—¡Pero Marcos! Es sólo una humana más, con sólo una muerte de alguien que no significa nada toda tu vida cambiará, podrás ser uno de nosotros.
Marcos estaba a punto de responder las palabras de la menor, pero al sentir como Susan se empezaba a mover algo inquieta entre sus brazos, dejó de poner atención a María. Raimundo y Jared se marcharon entre las sombras sin tener interés en la conversación, simplemente María se mantuvo allí quieta sin hacer ruido.
—Tranquila Susan, soy Marcos.
—¿Marcos? ¿Qué paso?
—Te golpeaste contra una pared ¿Eres torpe acaso? Ese muro brillaba y tú ni pudiste verlo —sonrió al ver como un gesto de molestia se mostraba en los labios de ella.
—Cállate idiota, sólo me tropecé, había alguien más y decía cosas muy extrañas pero no las recuerdo bien.
—Eso ya no importa, lo importante es que estás bien.
—Pero, recuerdo escuchar una niña.
—Quizá fui yo.
Susan se aferró a Marcos al escuchar la voz de una niña de seguramente no más de diez años.
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El Laberinto del Vampiro
VampireSusan es una joven que termina perdiéndose en un laberinto sin darse cuenta de que no esta sola, sin embargo aquel extraño ser que siempre la vigila desde que entró al laberinto jamás lo podrá ver, pues Susan desde hace un par de años es ciega. Ahor...