Yukihira Sōma desde muy pequeño tenia una gran esencia en sus platillos, pero lastimosamente para el la vida le arrebataria a alguien especial, convirtiendolo en un cocinero con la ambición de derrocar a su padre Saiba Joichiro.
¿Podra Sōma recupera...
-Fufu... Tu de todas las personas esas poniendo tus opiniones claras en mi, Erina –
Erina y Soma miraban a Azami, quien seguía diciendo.
-Bien, después de que todos ustedes pierdan... Erina tengo una condición especial para ti -dijo el.- solo la expulsión seria demasiado suave, voy hacerte pasar toda tu vida para la Central y me asegurare de que nunca más desobedezcas a tu padre ¿Entiendes?
-Si... -asintió Erina lentamente.
Los de la Central se marcharon por medio del primer tren.
«Un jodido mes», pensó Soma.
-Bien tenemos un mes para poder seguir con el entrenamiento, ¿No lo creen? -dijo Ebisawa con las manos en las caderas.
-¡Mmm! -Erina estaba sonrojada con el ceño fruncido.
-¿Cual es tu problema Lindura? -cuestiono Soma alzando la ceja.
-¡Ahora todos ustedes! ¡Nuestra arena es la Isla Rebun! -dijo Erina mirando a todos gracias a la adrenalina que sentía ahora.
-Eso ya lo sabemos –
-Si conseguimos ganar el Shokugeki Regimental y desmantelar la Elite 10 actual, entonces me sentare en el asiento de la corona de la Elite 10, el primer asiento -declaro Erina con una mano en su pecho.- esta es una pelea para concederme el poder para gobernar como una verdadera Reina... ¡Tomare ese titulo con mis propias manos! Y todos serán mis sirvientes ¡Considérenlo un honor!
-Ella esta sacando todo -comento Saiba sorprendido por las palabras de la “Reina” de Totsuki.
-Parece que la antigua Nakiri-san, esta de vuelta -dijo Megumi animada.
-¿Que esperabas Saiba-senpai? La valentía de una mujer es bastante sorprendente -argumento Ebisawa con una pequeña sonrisa.
