Samuel:
Justo ya habían pasado las dos semanas y fuimos de nuevo al hospital, ahora vivía con mis hijos en el departamento sin tener a Julieta con nosotros, no la necesitaba.
Rosalia me ayudaba mucho con la pequeña niña, con sus alimentos y a veces le cambiaba el pañal por mi. Tener que cuidar de dos hijos solo, era algo complicado.
Cuando llegamos al hospital otra enfermera nos llevó al salón donde estaban todos los demás niños, nos atendería Guillermo? Acomodé la cangurera bien en mi pecho y cuando la enfermera quería agarrar a mi hijo lo alejé.
– Am, señor? Necesito subirlo a la camilla
– Perdón, yo lo subo
Lo tomé y lo dejé en la camilla alejándome un poco, la enfermera solo tomo algunos datos y se fue. Estuvimos esperando por varios minutos hasta que por la puerta entró Guillermo con una hermosa sonrisa que deslumbraba a todos.
– Buenos días niños!!
– Buenos días!!!
Todos le contestaban hasta mi hijo contesto, al parecer todos amaban a Guillermo aunque como no, si yo fuera un niño creo que me enamoraría de el.
Atendió primero a una niña que estaba delante de nosotros, verlo cómo hacía su trabajo tan feliz y que lo hacía de una manera que los niños no sintieran tanto dolor.
Cuando por fin nos tocó, se acercó con la tabla leyendo lo que al parecer la otra enfermera había escrito.
– Bueno, hola de nuevo Israel, Samuel – me miró y pude ver un pequeño sonrojo en sus mejillas
– Hola – dijimos al mismo tiempo mi hijo y yo
– Te vez muy lindo con tu cangurera – río bajo Guillermo
– Te estás burlando de mí?
– Quien pensaría que alguien que luce así, usaría una cangurera? – me dijo y se sentó en la camilla revisando a Israel
– Bueno, cuando tienes dos hijos es inevitable el tener que usar una para más comodidad – le dije mirando a mi pequeña que miraba a lo que le hacían a su hermano
– No sabes los rumores que escuche, al parecer creas sensaciones en el hospital – me dijo anotando en su expediente
– Qué? No he hecho nada malo o si? – sonreír quería que me dijera con sus propias palabras
– Bueno, no has hecho nada malo pero dicen "un chico malo con cangurera..." Ya te imaginarás el resto – río y le puso un curita en el brazo ya que lo habían inyectado – cómo lo has visto en estos días? Mejor con el tratamiento? Lo ha tomado en el horario establecido?
– Sí, lo he visto mejor a veces olvidó darle las pastillas a tiempo la verdad, pero la señora Roselia me ha ayudado con eso – le dije meciendo a mi pequeña que comenzaba a llorar
– De acuerdo, mientras no dejes de darle el tratamiento en 2 meses estarás mucho mejor y podrás hacer todo lo que quieras, por ahora que no se asolie mucho, eso podría ocasionar que su nariz sangre y no queremos que sus paquetes bajen más, si esto pasa se volvería un poco más complicado
ESTÁS LEYENDO
Descubre Tus Secretos
Teen FictionGuillermo acaba de cumplir 18 años y ya estaba buscando una universidad privada, no le fue difícil encontrar buenas ofertas ya que por sus calificaciones tan excelentes le ofrecían becas de hasta el 75% Para cuando Guillermo les dijo a sus padres...