Descubre Tus Secretos

🚬Capítulo 37🚬

Omnisciente

(31 de Diciembre)

Tan rápido habían pasado los días que ya era próspero de año nuevo, había una gran fiesta ese día en las mafias internacionales por lo que ese día era tan importante para todos, que Samuel ahora mismo estaba en una tienda probando trajes que le hicieron a su medida.

– En serio necesito ir? No tengo ganas de ir a una reunión de esa de nuevo – dijo Guillermo que miraba a Samuel sentando

– Ya hablamos de esto Guille, prometiste ir conmigo – le dijo mirándolo fijamente suspirando

– Lo sé, pero no quiero ir a eso tengo miedo – dijo ahora sin mirarlo

– Puede dejarnos solo? – se dirigió a Guillermo agachándose tomando el mentón de este – Guille, no tienes que tener miedo te voy a cuidar y prometo estar para tí siempre en esa fiesta estaré contigo y jamás te dejaré,  de acuerdo?

– Me lo prometes? – lo miró cómo niño pequeño

– Te lo prometo pequeño – río bajo dejando un beso en sus labios

Regresó a dónde estaba, terminando de que le arreglaran bien el traje que quedaba suelto de algunas partes, cuando terminaron siguió Guillermo que usaba un traje muy sencillo pero a la vez que era tan elegante.

Samuel al verlo en ese traje sintió como su corazón se aceleraba de tal manera que pensó que le daría un paro cardíaco.

Guillermo estaba sonrojado mirando a Samuel que estaba sin decir nada admirandolo, sentía un poco de nervios el estar usando un traje tan caro.

Cuando terminaron, se volvieron a cambiar y tomaron los trajes saliendo de la tienda, caminaron hasta el estacionamiento donde subieron al auto de Samuel para dirigirse a casa para arreglarse.

Estando en la casa Guillermo se había tomado una ducha algo larga que eso a Samuel le estaba poniendo los nervios de punta que llevará tanto tiempo dentro y todavía él se tenía que bañar.

Tomó la descisión y para su suerte la puerta no tenía llave por lo que al entrar vió a Guillermo desnudo que se estaba bañando mientras cantaba y bailaba.

Guillermo al ver a Samuel soltó un grito tratando de taparse – Que haces?!? Sal!!!

– No lo haré, te está tardando mucho y necesito bañarme yo también – le dijo quitándose la ropa

– No te bañaras conmigo! Sal Samuel!!! – le gritaba mirando a la pared tapándose con las manos

– Sólo cállate y déjame bañar – entró al cuarto de baño donde estaba Guillermo

– Bien, no mires de más y ni se te ocurra tocar – le advirtió tomando el jabón y estropajo tallando su cuerpo

– Por Dios, ya te ví desnudo una vez y además recuerda que te hice una paja con mi mano – sonrió acercándose a él

– Deja de decir eso o juro que te sacaré de aquí – decía sin mirarlo hasta que lo sintió detrás de él y como se pegan a su cuerpo – Samuel, no hagas eso

– Que no haga que? – decía inocente Samuel rozando su miembro en los glúteos de Guillermo

– Ah!! Deja de hacer eso! – volteo a verlo ahora sí 

– No te gustó? – lo miro confundido ladeando la cabeza

– No, solo báñate quieres – se alejó de él terminando de bañarse