Descubre Tus Secretos

💀Capítulo 53🚬

Omnisciente

Todos en aquel edificio estaban en silencio, las horas pasaban y no se sabía nada de Guillermo.

Samuel estaba sólo en una de las habitaciones donde lo habían llevado después de que se llevaron a Guillermo, las manos y piernas las tenía esposadas por lo que no podía simplemente levantarse y tratar de escapar.

Después de unas horas más abrieron aquella puerta dejando entrar una camilla, en seguida supo que se trataba de Guillermo al verlo.

– Por ahora estará bien, solo esperemos a que despiertes – le dijo el médico

– Gracias

Entraron en la habitación dos personas que desataron a Samuel de las piernas, salieron y cerraron la puerta quedándose de guardias.

Samuel se levantó caminando a dónde estaba esté al verlo con tanto vendaje en su cuerpo y cara, solo le hacía querer matar a todo el mundo y así lo haría en cuanto tuviera la oportunidad.

Esperaban a qué despertará y poder seguir con el trabajo pendiente que tenían con ellos dos.

∆~ A LA MAÑANA SIGUIENTE ~∆

Guillermo ya había despertado, le dolía todo el cuerpo y sentía su cuerpo de alguna manera tan pesado, al ver los vendajes en su cuerpo recordó todo lo sucedido en el dia anterior buscando con la mirada a Samuel, pero no estaba ahí.

La puerta se abrió – Que bueno que despertaste será más fácil llevarte con el Jefe

Los dos tipos de antes se llevaron a Guillermo empujándolo para que caminara y a veces pateandolo haciéndolo que cayera al suelo, sus heridas empezaban a sangrar por el esfuerzo que estaba haciendo de levantarse y de cuando lo aventaban.

– Hey!!! Aún no está del todo bien!! – interrumpió el médico al ver los vendajes de Guillermo llenos de sangre

Le apuntaron con una arma – Cállate y deja de meterte si no quieres una bala en tu cerebro o si?

El médico no dijo más y miro con pena a Guillermo, que seguía caminando, hasta que llegaron al centro del edificio estaba en una tipo de combate dónde había visto a varios pelear ayer.

– Dónde está Samuel?

– Oh sí, ahí está – señalaron aún lado

Samuel estaba encadenado a un poste con varias heridas graves en su cuerpo, Guillermo corrió a él como pudo.

– Samuel!!

– Guille? – alzó su mirada a él sonriendo al verlo ahí delante de él

– Que hiciste para que te dejarán así, tonto? – río bajo limpiándose las lágrimas que comenzaban a salir por sus ojos

– Ya sabes que siempre me meto en problemas 

– Pero que bueno que están los dos aquí!!

Tanto Guillermo como Samuel giraron su rostro mirando ahí delante de ellos a los mismos de ayer, sus amigos vestían un traje negro y traían una especie de mesa.