Omnisciente
Guillermo terminó de trabajar y justo eran las 8 dela noche, decidió ir caminando aprovechando de que hacía un poco de reflexión, no tenía un celular tan bueno como el de sus amigos el suyo apenas y podía llamar y mandar mensajes normales, aunque no fuera lo mejor, tenía algo con que llamar.
El transcurso a casa no fue tan largo hasta que dos tipos se acercaron a Guillermo rodeándolo, Guillermo estaba asustado.
-Hola precioso, dame tu dinero y tu celular- dijo uno estirando sus manos
Guillermo nervioso metió sus manos en su bolsillo sacando todo el dinero que tenía ahí aunque no fuera mucho, pero estaba tan nervioso al ver al otro con una navaja que le temblaban las manos.
-Rapido!!!- grito el otro acercando la navaja más al cuerpo de Guillermo
-Eres muy lindo pequeño- dijo el otro que tomaba el dinero y lo guardaba
Guillermo les dió su celular y estos empezaron a reír al ver el celular, Guillermo los miraba asustado mirando la navaja importandole poco de lo que se reían.
-Gracias nene, tal vez nos veamos en otra ocasión- dijo el que antes le pidió el dinero y le acaricio la mejilla
-Ya!! Vámonos!- dijo el otro guardando la navaja y saliendo corriendo ambos
Guillermo pudo respirar después de unos minutos y camino rápido a casa, tenía ganas de llorar. No faltaba realmente mucho solo quedaban dos cuadras cuando llegó a casa su mamá como siempre llegó a recibirlo pero al ver su cara está se preocupo.
-Que paso?- dijo su mamá llevándolo a sentar al salón abrazándolo
Guillermo le contó todo lo que había sucedido, estaba llorando levemente porque de alguna manera sintió miedo de que le hubiera pasado algo más.
El papá de Guille estaba enojado, molesto es más tenía un coraje pero más con su hijo que le había dicho muchas veces que no caminara solo de noche porque algo le podría pasar pero nunca entendió hasta ahora.
-Siempre te dije que tomarás autobús! Luego como te vas a defender?! Si pareces una niña!- dijo enojado su papá hablando de más
-Diego Díaz!!!- dijo ahora la mamá de Guillermo enojada- tus comentarios están sobrando de más
-Pero si es cierto Verónica, solo míralo! Crees que ese cuerpo es de un hombre?!? Por dios!- dijo su papá ahora molesto
-Lamento no ser el hombre que querías papá!!- dijo Ahora Guillermo y se fue a su a su cuarto
Guillermo estaba encerrado en su habitación llorando, siempre tenía esos problemas con sus papá, desde que se empezó a desarrollar su vida fue complicada con él, siempre le molestaba todo lo que hacia o su físico, jamás le dió gusto a su papá.
-Hijo, sabes que lo que dijo tu papá no es cierto- entro en la habitación la mamá cerrando la puerta y se sentó en la cama
-Mamá...... Me gustan los hombres- dijo Guillermo mirando a su mamá sentando en la cama y lloró- lamento ser una decepción, pero no puedo amar a una mujer mamá, me gustan los hombres, soy Gay....
Guillermo se dejó llevar por la presión y los sentimientos que tenía, que se dejó llevar por el momento.
-Oh mi pequeño Guille, siempre lo supe mi vida y no me decepcionas para nada, eres mi bebé y siempre te estaré apoyando- dijo su mamá abrazando a su bebé
Guillermo se sentía liberado un poco al decirle la verdad a su mamá, siguiendo platicando hasta el punto donde tocaron el tema de no decirle a su papá hasta después, ya que no era una buena idea decirle en esos momentos, después de la plática Guillermo se quedó dormido y su mamá salió cerrando la puerta.

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Descubre Tus Secretos
Novela JuvenilGuillermo acaba de cumplir 18 años y ya estaba buscando una universidad privada, no le fue difícil encontrar buenas ofertas ya que por sus calificaciones tan excelentes le ofrecían becas de hasta el 75% Para cuando Guillermo les dijo a sus padres...