10 - Causas

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Canción: Crystal Ball (Keane)

Who is the man I see?
Where I'm supposed to be?
I lost my heart, I buried it too deep
Under the iron sea.

*

El cerebro de Lan Wangji entró en modo seguro. La invitación de Wei Wuxian era una probabilidad, pero no un hecho que veía venir, así que cuando la escuchó, la negación salió antes de procesarla. Tan solo esperaba no haber sonado grosero. La expresión de Wei Wuxian sufrió una ligera baja, nada serio, y con su sonrisa habitual se despidió y bajó del auto.

Lan Wangji estaba seguro de que su colega había entendido el por qué no aceptaba subir hasta su apartamento. Quien no terminaba de entender por qué había conducido casi media hora hacia una dirección totalmente opuesta a su apartamento era él. Ya pasaba de las nueve. Todavía faltaba un buen rato para llegar y estaba preso del tráfico de una ciudad cuya vida nocturna era agitada.

¿Cuándo se había convertido en uno de esos puntitos que veía desde su balcón? No podía señalar el momento preciso. Si fue cuando decidió visitar a Wei Wuxian en una hora en que solo él estaría allí, o cuando Wei Wuxian dijo "podemos irnos". Nunca le había resultado tan atractivo que alguien hablara en plural incluyéndole. ¿Hacia dónde podría ir con él?

La fila de autos se negaba a avanzar. Lan Wangji encendió la radio y puso una estación al azar. Nunca lo hacía. Su radio estaba sincronizada con sus listas de reproducción, las cuales estaban saturadas de música instrumental, en su mayoría tradicional. Le ayudaba a repasar mentalmente las partituras cuando le faltaba tiempo para tocar el guqin. Las canciones que pasaban en la estación eran desconocidas para él. Imaginaba que Wei Wuxian se las sabía todas.

Wei Wuxian otra vez. Sin pensarlo, cambió a una de sus listas de reproducción. Si no le ayudaba a despejar su mente, al menos afinaría sus oídos. El tráfico empezó a avanzar poco a poco. Después del próximo semáforo, sería una ruta expreso hasta llegar a su apartamento.

Mientras intentaba en vano sacar la imagen de cierta persona de su cabeza, le llegó la conversación que tuvo con Lan Xichen el día anterior.

Lan Xichen conocía mejor que él los mejores lugares para sentarse a tomar un café y conversar tranquilamente en los alrededores de su casa. Durante el tiempo que estuvieron juntos, la pregunta de cómo lo sabía si vivía tan lejos de allí estuvo en la punta de su lengua, mas no se atrevió a formularla. Su primo parecía tener el mismo perfil que él: un Lan serio, taciturno, poco sociable, pero él sabía mejor que nadie que era un simple fachada.

Lan Xichen era una mariposa social. Contaba con la dosis perfecta de encanto y diplomacia, así que adaptarse a diferentes entornos era un talento natural. No bien habían puesto un pie en el café cuando una de las camareras lo estaba saludando con alegría y llevándolo a la mejor mesa.

—¿Vas a tomar lo de siempre?

Quizá ese día estaba más sensible de la cuenta, pero la pregunta le molestó un poco a Lan Wangji. No había caído en cuenta de lo monótona que era su existencia, hasta el grado que la gente ya sabía lo que iba a hacer, comer, tomar o decir.

—Veré el menú.

Lan Xichen sonrió sin quitarle los ojos de encima. Lan Wangji estaba acostumbrado a esa mirada, a esa expresión que parecía decir "te conozco mejor que nadie". Y tenía razón. El rostro de Lan Xichen era uno que Lan Wangji recordaba desde que tenía uso de razón, incluso mejor que los de sus padres. Ambos sabían que esta reunión no era para saldar una deuda de un café o pagar un favor. Lan Wangji estaba viviendo algo; algo que quizá resultara insignificante para otros, pero muy grande para él.

Saudade [WangXian] [AU moderno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora