Canción: Sanctuary - Tenno
(Instrumental)
*
A las seis en punto, Lan Wangji apagó el computador y recogió sus cosas. En el piso de su oficina, la mayoría de los empleados seguían en sus puestos, concentrados en sus labores. Eran días intensos. El proyecto más importante del año estaba llegando a su fase final y el estrés era el común denominador para todos, menos para él. Su agenda estricta era su salvación en días como estos. Contrario al resto, se levantaría de su asiento, cerraría su oficina y se marcharía a casa donde dormiría sin pensar en el trabajo.
Nadie volteó a verlo cuando recorrió los pasillos a una hora en que tiempo atrás aún estaría detrás del monitor. La rutina de Lan Wangji había cambiado gradualmente y todos lo notaron, pero nadie se atrevía a preguntar o decir nada al respecto. Su trabajo seguía siendo igual de eficiente, así que lo que hiciera con su tiempo no era problema de la empresa, mucho menos de sus empleados. En la pequeña cocina de su piso escuchó a alguien decir que a lo mejor había descubierto que había una vida fuera de la oficina. Lan Wangji llenó su botella de agua con una sonrisa en el rostro, dejando a sus dos colegas con cara de querer que se los tragara la tierra. Los consejos de Wei Wuxian rendían frutos divertidos.
En la recepción del edificio, el señor Yang escuchaba las noticias. Sintiendo la presencia de Lan Wangji, levantó la cabeza para despedirse de él, como cada vez por tantos años. Algo se movió en el interior de Lan Wangji... este señor era una parte de una rutina que ya no estaría más.
—Señor Lan.
—Señor Yang.
Lan Wangji se quedó inmóvil tiempo suficiente para que el señor Yang le dedicara una mirada curiosa.
—¿Sucede algo?
—Solo quería despedirme.
—¿Se va de la empresa?
—No, no —Lan Wangji alzó una mano—. Pero ya no saldré por aquí —la confusión en el rostro del señor Yang lo obligó a expresarse mejor—. Voy a bajar directo al estacionamiento, ya no saldré por esta puerta.
—Oh... ¿ya no vive al frente?
—Mn.
El señor Yang y él no intercambiaban más que un "buenas noches" dos días por semana. Lan Wangji no sabía si tenía familia, si le gustaba su trabajo, a qué hora cenaba. Sin embargo, ese hábito silente le haría falta.
—Espero que le vaya muy bien en su nuevo hogar.
—Gracias, señor Yang.
Lan Wangji se despidió inclinando la cabeza ligeramente. Caminó entonces hasta la puerta principal y salió un rato del edificio hasta el parque que dividía su ahora antiguo apartamento de la oficina. Hacia la derecha quedaba el banco donde una vez Wei Wuxian lo esperó con la promesa de un abrazo que terminó en muchas lágrimas y probablemente un buen espectáculo para algunos de sus compañeros. Sus pies lo llevaron sin permiso hasta ese banco. Se sentó y sacó su celular. Iba a mandarle una foto a Wei Wuxian, pero las notificaciones de mensajes le distrajeron.
¿Ya saliste? Estoy terminando. Puedes venir directo por mí.
¿Leíste? Seguro estás conduciendo.
Lan Zhaaaan!!!
No había ni un minuto de diferencia entre un mensaje y otro. La impaciencia de Wei Wuxian no conocía límites. Le había hecho prometer no llegar solo a casa, porque le tenía una sorpresa y esta vez no se la iba a arruinar. Lan Wangji se mantuvo fiel a su promesa porque siempre arruinaba las sorpresas de Wei Wuxian -él era pésimo escondiendo las cosas-, así que se esforzó para fijarse menos en los pequeños detalles que podían ser pistas.
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Saudade [WangXian] [AU moderno]
FanfictionLan Wangji es el mejor profesor de programación del Instituto Lan. Wei Wuxian es un químico brillante recién llegado a Gusu. Cuando sus caminos se cruzan, los sueños que creían haber dejado atrás regresan, junto a las respuestas que ambos han estado...