16 - Momentos

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Canción: Moondust - Jaymes Young

I'm building this house on the moon
Like a lost astronaut
Lookin' at you like a star
From a place the world forgot

*

Los días antes de las vacaciones de invierno eran los peores. Entre los exámenes finales y la cantidad de actividades que surgían en el mes de diciembre, el calendario parecía tener días y horas de menos. Todos iban cargando sus horribles ojeras, sus termos llenos de café y hasta el pijama si era necesario. El único objetivo en mente era salvar el semestre.

Para Lan Wangji nada de eso resultaba estresante porque su programación tenía incluida una brecha para cualquier tipo de contratiempo. Él conocía muy bien a sus estudiantes. Sabía quién entregaría a tiempo, quién se retrasaría y pediría prórroga —algo que rara vez concedía— y quién merecía una segunda oportunidad porque de verdad lo había intentado. En esos días, su oficina dejaba de ser un lugar tranquilo y armonioso, por lo que la evitaba a toda costa.

¿Dónde se metía? Nadie lo sabía.

Nadie, excepto Wei Wuxian, quien un día fue a parar a su rincón oculto de la biblioteca por pura casualidad. La razón por la que llegó hasta allí era la misma por la cual Lan Wangji se refugiaba en ese espacio.

—Ah... Lan Zhan... ¡estás vivo!

—Wei Ying.

Wei Wuxian lucía horrible. Era todo lo contrario a Lan Wangji en ese momento. El círculo debajo de sus ojos le daba un aspecto de zombie que combinaba muy bien con su habitual vestimenta oscura; su cinta roja amenazaba con caerse; su moño... ya no podía llamarse un moño. Sumando a ese look la bata de laboratorio, cualquiera pensaría que era un personaje salido de un cuento de terror a medio escribir.

—Pensé que no había nadie aquí... —dijo Wei Wuxian más nervioso de la cuenta—. Perdona si te interrumpo.

—Te ves...

—¿Fatal? Sí, ya lo sé.

Lan Wangji le hizo una seña para que se sentara en la silla que tenía a su derecha. La biblioteca no era un lugar para conversar, pero como estaban en uno de los salones privados que poca gente sabía que existía, Lan Wangji no insistió en recordarle esa regla. Además, Wei Wuxian parecía estar al borde un ataque de nervios. Hablarle de reglas era lo último que necesitaba.

—¿Qué pasa? —preguntó Lan Wangji con su acostumbrada calma.

—Necesito dormir —respondió Wei Wuxian dejando caer su cabeza sobre la mesa. Sus ojos parecían cerrarse automáticamente, pero él se resistía.

—¿Y por qué no duermes?

—Las pesadillas...

Wei Wuxian se detuvo enseguida dándose cuenta de que hablaba de más. Pero para Lan Wangji esa palabra fue una especie de detonante.

—¿Qué pesadillas?

—Nada... nada... sigue en tu trabajo. Voy a echar una siesta.

Lan Wangji lo miraba fijamente. Wei Wuxian cerró los ojos y acomodó su cabeza tomando sus brazos cruzados como almohada. No era la posición más cómoda, pero él la hacía parecer mejor que su cama. Su rostro se relajó enseguida, el ritmo de su respiración también cambió. ¿De verdad se había quedado dormido tan rápido?

Los ojos de Lan Wangji volvieron al libro que tenía en sus manos. Su atención, en cambio, ya estaba dispersa. Desde inicios de diciembre, había visto a Wei Wuxian muy pocas veces, todas ellas de un pasillo a otro, con un efímero saludo de mano. Sus conversaciones eran básicamente a través de WeChat, casi siempre iniciadas por Wei Wuxian, quien era experto en enviar memes que Lan Wangji por lo general no entendía, y en hacer preguntas aleatorias a cualquier hora del día. Incluyendo la madrugada. Por suerte, Lan Wangji ponía el celular en modo silencioso antes de dormir.

Saudade [WangXian] [AU moderno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora