24 - Primeras veces

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Canción: Stay Right Where You Are - Ingrid Michaelson

Stay right where you are
Come on let me dance with you
Tell me where to start
Let me put my hands on you

*

La música alta, los gritos de la gente, el juego de luces, la vibración del lugar... todo eso desapareció. Sus cincos sentidos se conjugaron en uno solo y todas sus terminaciones nerviosas se enfocaron en la sensación proveniente de sus labios. Wei Wuxian lo estaba besando. Wei Wuxian lo estaba besando en medio de una multitud que no estaba pendiente a ellos ni los conocía. Wei Wuxian lo estaba besando y sus piernas iban a ceder ante la gravedad si seguía pensando en ello.

Sus brazos inmóviles cobraron vida y rodearon a Wei Wuxian atrayéndolo más a él. La respuesta fue un gemido que murió entre los pares de labios que se alejaban y se volvían a encontrar, como si necesitaran saldar deudas de antaño. Se separaban para tomar aire y se repetía el ritual.

Cuando volvió a tener consciencia de lo que sucedía, su mano izquierda se aferraba a la espalda baja de Wei Wuxian, su mano derecha acariciaba su nuca, allí donde empezaba su larga cabellera negra, que se escapaba rebelde del lazo que intentaba sujetarla. Sus labios se movían sobre los de Wei Wuxian siguiendo indicaciones desconocidas. Nunca había hecho esto. No estaba seguro de que se hiciera así, pero se sentía tan bien que no iba a parar. Las manos de Wei Wuxian estaban a ambos lados de su cara, aferrándose como si fuera un espejismo que iba a escapar en cualquier momento.

La multitud chilló de repente y ambos se separaron intentando adivinar qué estaba pasando. Wei Wuxian lo miraba con la respiración agitada, con los ojos brillosos, los labios rojos y un poco hinchados. La canción con la que empezó todo había terminado. ¿Cuántas canciones habían pasado? Wei Wuxian seguía con sus ojos clavados en él. Al parecer su artista favorito ya no era tan importante.

Lan Wangji quería besarlo otra vez. La barrera que contenía todo lo que sentía por Wei Wuxian y se guardaba por temor a no ser correspondido se había roto. Ya no tenía forma de controlar todo aquello. Las manos que reposaban sobre su cara se entrelazaron detrás de su cuello, convirtiéndose en un abrazo coqueto y posesivo que hacían perfecta combinación con la expresión de Wei Wuxian.

Este se acercó un poco más para susurrarle al oído.

—Pensé que iba a tener que salir corriendo.

Él hubiera pensado lo mismo. Peor aun, hubiera salido corriendo pensando que había cometido un grave error aun sintiendo que recibía una respuesta a ese beso.

Lan Wangji no tenía forma de responderle, más que dándole un beso en la mejilla. Para la sesión intensa que acababan de tener, este resultaba tierno, pero él no quería arriesgarse a caer de nuevo en esos labios y no poder separarse jamás. Ya se lo imaginaba, pero acababa de confirmar que Wei Wuxian era adictivo.

—¿Te estás divirtiendo? —le preguntó Wei Wuxian notablemente sonrojado.

—¿Tú qué crees?

Wei Wuxian se mordió los labios y Lan Wangji tuvo que recurrir a sus técnicas de relajación con respiración.

—¿Ya no quieres bailar? —preguntó Lan Wangji tratando de salir con vida del concierto.

Wei Wuxian comenzó a moverse sin quitarle los ojos de encima. Lan Wangji empezaba a arrepentirse de haber hecho esa pregunta. La canción que sonaba en ese momento tenía un tono sumamente sensual. Wei Wuxian lo sabía y se aprovechaba de eso. Una gota de sudor empezaba a bajar desde la sien de Wei Wuxian, recorriendo todo el contorno de su cara, hasta llegar a su mentón y frenar unos segundos allí, como si invitara a Lan Wangji a acompañarlo en la siguiente parte del recorrido, cuello abajo.

Saudade [WangXian] [AU moderno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora