Una sonrisa boba se instala en mis labios en el momento que leo el mensaje de Benjamin, en el texto me dice que necesita una asistente para que lo ayude a cambiarse de ropa interior, que le gustaría que Kleintong y Bloom Agency me designaran como tal.
Desde hace unos días que mantenemos este tipo de conversaciones por textos, donde trata de seducirme y yo a él y al final del día le damos rienda suelta a nuestra pasión en el apartamento.
Dos noches después de hacer el amor en su cama me pidió que me mudara a su habitación y yo rompí en risas porque desde la primera noche que estuvimos juntos empecé a dormir con él, pero después de unos segundos de ver la seriedad de su rostro supe que la pregunta era importante para Benjamin.
Por supuesto que acepte.
Y al día siguiente cuando llegué del trabajo ya estaban mis cosas de aseo personal en su baño y me hizo un espacio en sus cajones para que guardara los más necesario ya que toda mi ropa no iba a caber y decimos dejar gran parte en mi antigua habitación.
Debo de aceptar que he tenido unos días bastante felices, atrás quedó toda la incertidumbre que me provocaban las actitudes de Benjamin.
Jamás pensé que llevara tanto dolor a cuestas, desde muy niño estuvo expuesto a la maldad de las personas que no les importa el sufrimiento de sus víctimas con tal de satisfacer sus más bajos instintos.A pesar de todo lo que le ha tocado vivir, Benjamin ha podido salir adelante, incluso me dijo que va a retomar sus secciones con la psicóloga, pero él cree que la mayor ayuda que ha recibido es de mi parte que no entiende como, pero me convertí en su mejor terapia, que besarme, hacerme el amor y que me duerma en su pecho es lo mejor que le ha pasado y contario a lo que creía ha encontrado paz en mí.
Tecleo una respuesta rápida a Benjamin, una donde le dejo muy en claro que esta noche en casa le ayudare con su bóxer.
En el momento que me dispongo a volver a concentrarme en mi trabajo, el teléfono de mi escritorio suena.
—Diga —contesto.
—Señorita Sandoval, el señor Bloom desea verla. Dice que si puede venir a su oficina —me informa la secretaria al otro lado de la línea.
—Claro, dígale que en unos minutos estoy allí —le respondo y ella me da un está bien de despedida y entonces cuelga.
Me parece extraño que el papá de Darek me mande a llamar a mí porque cuando se refiere asuntos de trabajo se comunica directamente con Wanda, ya que ella es la publicista a cargo.
Mierda, Wanda.
Esa estúpida no tuvo suficiente con contarles a los señores Bloom que Alicia trabajaba en un cabaret y que ella renunciara por vergüenza y para alejarse de Darek como se lo prometió a su madre. Estoy segura que la llamada para ir a la oficina no es para nada bueno, de seguro Wanda les conto que yo siempre supe del pasado de Alicia y pudo inventar tantas cosas.
De esa mujer espero lo que sea para deshacerse de mí.
A pesar de mi incertidumbre me pongo de pie y me dirijo hasta la oficina principal, donde la secretaría —que minutos atrás se comunicó conmigo —me hace pasar inmediatamente.
Adam Bloom no está sólo en su oficina, a un lado de pie se encuentra su esposa Magda.
—Buenas tardes —les digo en cuanto ingreso.
Ellos contestan a mi saludo y el señor Bloom vuelve hablar segundos después.
—Por favor tome asiento, Juana —me pide y lo hago un poco tensa, tanta formalidad me pone los nervios de punta.
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POR CULPA DE JUANA
RomanceJuana ha sido lastimada y aguarda en su interior una profunda tristeza pero a pesar de todo enfrenta la vida con una sonrisa en la cara. Debido a un suceso bastante demoledor en su vida, ella decide realizar un diplomado en Londres y tiene planes d...