Juana ha sido lastimada y aguarda en su interior una profunda tristeza pero a pesar de todo enfrenta la vida con una sonrisa en la cara.
Debido a un suceso bastante demoledor en su vida, ella decide realizar un diplomado en Londres y tiene planes d...
La primera vez que la vi no me pareció impresionante, de echo pensé que sería una chica más. Una mujer más, de esas a las que yo tanto temía. Definitivamente estaba equivocado. Antes de que Juana llegara yo estaba roto, perdido en mi pasado, en mis recuerdos peligrosos y en mis constantes pesadillas.
Ella no era ajena al dolor pues tenía su propia historia y aunque diferente no dejaba de ser dolorosa. Quizás fueron sus gritos en medio de sus pesadillas, tal vez el roce de su cuerpo contra el mío, pero definitivamente algo sucedió la noche en que llegó. Dejaron de importar mis miedos, quise saber los de ella porque extrañamente no soporté la idea de que sufriera.
No pude dormir, no dejaba de pensar en sus gritos llenos de angustia ni mucho menos en lo delicado de su piel, la tuve tan cerca tan pegada a mí y su cercanía me gustó, causó qué me vibrara la piel. Esa noche fue el inicio de lo más increíble y maravilloso que ha sucedido en mi vida, llegué a tener ilusiones a descubrir nuevos sentimientos inexplorados y pensé que el fututo sería bueno para mí.
Estaba tan equivocado.
Todo cambio, volví a estar preso del dolor y sufrimiento, me encontré de nuevo ante la maldad y esta vez también tenía que protegerla a ella, haría lo que fuera por ella incluso alejarla de mí.
Los demonios de mi pasado volvieron para torturarme solo que esta vez tenían un nuevo ejecutor y nuestro amor no lo soporto.
Y sin duda alguna, culpables fuimos los dos.
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