DOCE

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El rostro de Benjamin denota mucho coraje y sus brazos se tensan cada vez que ejerce más fuerza sobre la camisa de Fabián, quien por su parte trata de detener el ataque colocando sus manos sobre el agarre del hombre que lo sostiene.

—¡Vete! —dice enojado Benjamin en su dirección.

—Ya te dije que no voy a irme —contesta mi ex novio—No sin hablar con ella.

—Joder, que eres necio —le grita el primo de mi amiga—Al parecer tendré que hacerte entender de otra forma —no me pasa desapercibido el gesto amenazador con el que habla, ni mucho menos lo salvaje de su mirada.

— ¿Es advertencia o amenaza? —Fabián le iguala en tono y Benjamin ni siquiera se inmuta—Pues lamento informarte que no te tengo miedo, ni tú ni nadie va impedir que hable con Juana.

Eso parece enfurecer más mi compañero de apartamento ya que vuelve a tirar de él con fuerza y temo que esto se torne violento, así que decido intervenir.

— ¡Basta! Dejen de pelear por estupideces —exclamo y avanzo en dirección de ellos—Benjamin suéltalo —le pido de manera severa, pero me arrepiento en el acto—Por favor...

Él no dice nada, solo se dedica a mirar con mucha ira al imbécil que me dejó plantada.

Una pulsada de desesperación se implanta en mi pecho porque no quiero que esto termine mal, no pretendo que Benjamin tenga que pelearse a golpes por mí, yo puedo manejar este asunto sin que él intervenga.

—Por favor, suéltalo —pido de nuevo y sin dejar de mirarlo coloco una de mis manos sobre uno de sus puños.

Su mirada se suaviza en cuanto se encuentra con la mía y siento como su agarre cede, Fabián se aprovecha de eso y pone distancia de él.

Entonces sin perder el tiempo me interpongo entre los dos dándole la espalda a Benjamin.

—Vete de mi vida para siempre —le exijo a Fabián— ¿En qué idioma tengo que decirlo para que me entiendas?

—Juana mi intención no es molestarte —responde él y yo ruedo los ojos—Solo dame una oportunidad para hablar contigo y te prometo que después de eso voy a desaparecer de tu vida para siempre si así lo quieres.

—No quiero escucharte... —le digo con voz cansada... derrotada.

No entiendo cuál es su insistencia para aparecer en mi vida después de todos estos meses.

—No voy a dejar de insistir hasta que lo hagas —dice y veo mucha determinación en su mirada—Voy a regresar las veces que sean necesarias.

Y sé que es verdad, Fabián no va a detenerse, puede llegar a ser muy persistente si se lo propone.

También sé que soy una estúpida por permitir esto, sé que no debería ni siquiera darle la oportunidad de dirigirme la palabra pero aun así estoy aquí delante de él considerando darle una oportunidad de explicarme.

—Ya tuve suficiente —escucho a Benjamin a mi espalda y trata de acercarse, pero se lo impido.

—No voy a permitir que esto se convierta en un ring de boxeo ¿Okey? —me volteo para mirarlo—Voy hablar con Fabián para darle paz a este tema.

—Juana no puedes estar hablando en serio —Benjamin me dice y luce ansioso—Te recuerdo que este tipo te dejó plantada sin importarle la humillación que viviste en ese momento y...

—Lo sé —le interrumpo y él hace una mueca de disgusto—Yo mejor que nadie se perfectamente lo que él me hizo y a pesar de todo, una parte de mí desea conocer la razón.

POR CULPA DE JUANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora