DIECIOCHO

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Benjamin.

Doble actualización, te lo digo por si Wattpad no te avisó.

El departamento está lleno de personas que apenas y conozco, algunas es la primera vez que las veo.

Me he colocado en un lugar apartado mientras que bebo de mi cerveza, desde este lugar puedo ver la locura del lugar.

Los presentes no dejan de bailar, beber y muchas cosas más...

Estoy loco por permitir esto, pero trato de convencerme que es una fuerte distracción para lo que estoy sintiendo.

— ¿Por qué tan apartado? —Inquiere Connor llegando hasta mi lugar y se ubica frente de mí— ¿A caso no te gusta la fiestita que te organice?

—Invitaste mucha gente —le contesto, dedicándole una mirada de pocos amigos.

—Relájate Benjamin, son unos amigos de toda mi confianza —me dice con una sonrisa ladina, tan característica en él—Deberías ir y socializar un poco.

—Aquí estoy bien —le gruño, tomo otro trago de mi cerveza.

—Ya sé lo que te sucede —comenta y obtiene algo de mi atención. Alzo una ceja en señal de pregunta—Es por qué no está aquí, ¿verdad?

— ¿De qué hablas? —cuestiono, en el proceso mi mandíbula se tensa.

— ¡León! —exclama y yo casi ruedo los ojos... Casi—Lo invite, pero se encuentra fuera de la ciudad, aunque él dijo que no estaba seguro de que tú quisieras verlo. Al parecer las cosas entre ustedes no terminaron nada bien.

—Así es —espeto, no pretendo darle detalles.

A mi memoria vienen los recuerdos del último día que lo vi, fue aquella noche en el restaurante, la noche en que seguí a Juana y Fabián.

Esa noche en que bese a León solo para que Juana nos viera, mi intención fue hacerle sentir lo mismo que me provocó su beso con Fabián, aunque ahora mismo dudo de que lo haya logrado.

Después de besarlo le pedí disculpa por hacerlo, di por terminada toda relación sentimental con él. Obviamente León lo tomo muy mal y una vez más me dijo una de sus típicas amenazas.

Por supuesto que no le hice caso.

—Insisto deberías venir con nosotros y relajarte —pide Connor una vez más y yo niego con la cabeza—Aunque si quieres puedo darte algo mejor para disminuir toda esa tensión que se nota en tu cuerpo.

Entorno mi mirada en su dirección y veo como saca una pequeña bolsita de pastillas del bolsillo de su pantalón.

Son éxtasis.

—Pensé que ya no te metías esa mierda —le digo notablemente enojado, él me sonríe de lado.

—Solo traje un poco para estimular el ambiente —hace mover la pequeña bolsita delante de mis ojos—Debes recordar lo bien que se siente probarla.

Oh, sí.

Hace algún tiempo la probé un par de veces en alguna que otra fiesta, esas ocasiones me bastaron para darme cuenta de lo adictivas que pueden llegar a ser las drogas.

Recuerdo que me hicieron sentir exageradamente feliz y tranquilo, con una sensación de paz en mi cuerpo haciendo olvidar de todo lo malo que me torturaba.

Una fuerte exhalación se escapa de mis labios y me empiezo a sentir ansioso.

Sé que no debería hacerlo, sé que...

A la mierda.

—Dame una y déjame solo —le digo y él me sonríe complacido.

Connor me da lo que le pido antes de marcharse.

POR CULPA DE JUANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora