POR CULPA DE JUANA

QUINCE

Todo está listo para el desfile de la nueva colección de Kleintong, después de un mes de tanto trabajo al fin todos podemos respirar con tranquilidad. Es por eso que hoy he tenido tiempo para mí.

—Agradezco tanto que hayas aceptado mi invitación —me comenta Fabián desde el otro lado de la mesa.

Estamos cenando en un restaurante muy bonito.

—Necesitaba algo de distracción —le confieso—Además quien puede negarse a comer gratis.

Una pequeña sonrisa brota de sus labios.

—Extrañe tanto estos momentos contigo —me dice mirándome fijamente y yo le sonrío genuinamente—Y voy a extrañarte de nuevo ahora que regreso a casa.

—Ahora que somos amigos, de alguna u otra manera siempre sabrás de mí, sobre todo en redes sociales ya que soy muy activa —digo y un recuerdo me llega a la memoria—Ah, por cierto, ya te desbloqueé de mi Instagram y Facebook.

Él me sonríe amplio.

—Me parece increíble que después de tanto estemos aquí —pronuncia y una sonrisa triste se dibuja en sus labios—Agradezco que me hayas aceptado de regreso en tu vida.

Dios, el destino, la vida, como tú quieras llamarle tiene una manera muy peculiar de sorprendernos.

A muchas personas les debe parecer extraño que yo haya perdonado a Fabián y plantearán miles de razones para no estar de acuerdo conmigo, pero lo único que puedo decir es que yo me siento bien después de hacerlo.

En este último mes mi relación con Fabián ha mejorado mucho. Mi corazón se siente en paz, ya no hay odio ni mucho menos pesadillas a media noche.

El amor entre los dos se acabó, por los menos de mi parte, así lo comprobé después de besarnos en el restaurante. No sentí nada al tocar sus labios, en cambio sentí todo cuando vi a Benjamin en ese lugar con León.

Acepte que Fabián me besara para confirmar que mis sentimientos por el murieron.

— ¿Que sigue en tu vida? —inquiero curiosa.

—Después de estas largas vacaciones regreso a mis entrenamientos habituales, tengo que prepararme para la próxima carrera —hace una pequeña pausa para beber de su copa—Y también debo volver al trabajo de medio tiempo que hago en la empresa de mi padre.

— ¿Y Marla? —la pregunta sale de mis labios y temo que la malinterprete, así que hablo de nuevo—Lo siento, es que supe de tu relación con ella.

—No quiere saber nada de mí y es una lástima porque parecía buena chica —dice con tranquilidad—Pero no la culpo, aunque me hubiese gustado que entendiera que yo necesitaba aclarar las cosas contigo para poder continuar con mi vida.

Fabián me contó a breve rasgos su relación con ella, y es la única chica que le ha interesado después de dejarme plantada en el altar, pero al parecer las cosas no terminaron bien.

— ¿Vas a ir a buscarla? —pregunto y él me da una negativa de cabeza.

—No lo creo, a los tres días de terminar conmigo ya tenía a alguien más —mi boca se abre por sorpresa—Creo que es verdad lo que dicen unos amigos, ella sólo buscaba ser reconocida en el medio por salir conmigo.

—Ya vendrá otra chica —le digo y él afirma con la cabeza.

Es algo común que las modelos salgan con deportistas reconocidos para ganar fama.

—Yo también espero que venga alguien a tu vida —la sinceridad en sus palabras es evidente—Claro, si es que no ha llegado.

Una sonrisa picarona se dibuja en sus labios.