II: ¿Y si no florece?

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El salón es increíblemente enorme, hay tantas personas que Louis se siente como si fuera una hormiga, ahora no sabe si el traje que esta usando si está adecuado, si su cabello en realidad luce bien y si sus ojos se ven descansados.

Hace reverencias por todas partes a figuras reales importantes, como reyes y reinas y aún no encuentra a la reina y menos al príncipe.

Sus pies duelen así que decide parar un momento, un mesero le ofrece una copa y la toma, la verdad es que si la necesita y beber un poco no le afectará siempre y se mantenga en el límite.

Para él es tan difícil esto, estar perdido entre tantas personas y que su único lugar seguro sea la reina y rey. Él sabe que ellos le aprecian y respetan, todo esto gracias a su padre, quien en sus años de vida trabajó duro por ser un confidente y amigo del rey, es más que una unión real, esto es una relación de amistad y los reyes le ven como un niño que necesita ser protegido, aunque Louis ya sea un duque y un hombre.

De repente, Louis no sabe cómo pero el sonido comienza a ser más molesto y le duele un poco la cabeza, necesita encontrar a la reina pronto.

Un poco mareado, retoma su paso y comienza su búsqueda de nuevo, nadie le da espacio, todos se ven demasiado eufóricos en sus conversaciones y a Louis en ocasiones le toca darles un empujón para poder pasar.

Y así fue durante varios minutos hasta que estaba verdaderamente hastiado, no podía pasar y nadie le colaboraba, así que empujó fuerte e hizo tropezar a alguien.

En el momento, él no se dio cuenta de quien era este, hasta que el hombre recobró su postura y volteó a ver hacia atrás.

Luego sonríe burlón y se endereza mostrando su altura y elegancia, para luego decirle: —Vaya entrada triunfal del duque de Carisbrooke.

El príncipe Harry.

Louis sólo le mira asustado en ese momento, mientras todos le están mirando luego de haber empujado al príncipe, murmuran entre ellos, le miran de manera desaprobada y le juzgan.

Louis sólo quiere desaparecer.

Pero Harry es un príncipe, con todo el significado de la palabra, al verlo tan asustado y avergonzado, Harry extiende su mano al duque.

Louis la mira y luego a él, sin entender, además de no estar concentrado. Harry vuelve a mover su mano hacia él, así que Louis comprende algo, de manera insegura, pone su mano sobre la del príncipe, mientras cada persona del salón mira el espectáculo y luego el príncipe la acerca a sus labios, mientras deposita un beso en esta.

Es un saludo inocente pero importante en la sociedad, nadie deja pasar desapercibido un beso sobre la mano, es un gesto de romance e interés. Esto causa más revuelo.

Louis voltea a ver a su alrededor y es increíble, está en medio de todos, robando la atención de todos y estando en los labios de todos. Lo pone nervioso.

Mientras Harry besa su mano, Louis le mira un segundo y Harry lo nota, así que alza su vista y le mira también, mientras tiene sus labios contra la piel de Louis.

El joven duque sólo puede ver un cazador frente a él, una mirada tan felina y seductora desde ese ángulo que hace a su cuerpo estremecer y a su corazón agitar.

Un mirada pasional, tan salvaje y por ello le recuerda a un depredador, un felino a punto de atacar, engatuzando y seduciendo con tan sólo una mirada hacia arriba.

Luego el príncipe endereza su espalda y cambia el lugar de su mano, poniéndola ahora en su brazo, en el lugar donde hay un músculo ejercitado.

Y le mira otra vez —¿Me acompañas?— Pregunta señalando a la reina.

Sonata de invierno (l.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora